El juego de Belfegor

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-En la parada de buses-

-Que flojera llegar a la casa-. Dijo Sacmis, mientras caminaba.

-Entonces no llegues a tu casa-. Se escucho una voz deteriorada.

- ¿Quién eres? -. Se alerto Sacmis y comenzó a mirar a todas partes.

-No necesitas saber quién soy-. Apareció un demonio atrás de ella.

- ¿Qué?-. Se paralizo al sentir la gran presencia demoníaca que poseía este.

-Te llevare conmigo, es la única manera de atraerlo-. Le tapó la boca para que no gritara.

-" Por favor anciana Gemima, espero que sienta mi presión espiritual"-. Dijo en su mente. Forcejeo y de su espíritu salió una fuerte ráfaga que llego a la anciana, avisándole que Sacmis estaba en peligro.

El demonio creo un agujero negro en el suelo, se adentró a él junto con Sacmis, ambos se teletransportaron a algún lugar de la ciudad.

-En el instituto-

-No pienses estupideces, Jack-. Exclamo, Amon un tanto molesto.

- ¿No sé de qué me hablas?-. Alzo la mirada hacia el cielo.

-Agh...-. Dio un suspiro-. ¡No te hagas el imbécil conmigo! -. Grito fuertemente en la cabeza del muchacho.

-Ya, ya, no es necesario que grites-. Alzo su mano y empezó a rascar su cabeza.

- ¡Cállate! ¡No pienses que hay una posibilidad de sincronizarme con tu estúpido espíritu!-. Aumento el volumen de su voz que retumbaba en la cabeza de Jack.

- ¡Ya déjate de gritar! ¡Si pienso eso es cosa mía!-. Levanto la voz al demonio.

- ¿Te crees superior a mí, imbécil?-. Comenzó a insultar a su recipiente.

- ¡Obviamente lo soy!-. Respondió al engendro.

- ¿Jack?-. Se acerco una compañera a Jack que se encontraba acostado en un rincón.

-Ah, hola Sofia-. Noto que venía con muchas cosas encima, aparte de su mochila.

- ¿Por qué estás hablando solo?-. Pregunto mirando de una manera extraña.

-Eh... siempre lo hago cuando estoy solo, jaja-. Soltó una carcajada para que no sonara tan rara su respuesta.

-Ok...-. Se sentó al lado de su compañero-. ¿Qué harás ahora?-. Interrogo al joven mirándolo fijamente.

-Bueno... estar aquí sentado perdiendo el tiempo, ¿y tú?-. Dijo mientras tomaba su mochila para sacar una croquera.

-Estar sentada aquí un rato, si es que no te molesta-. Miro con sus azules ojos al moreno.

-No, no me molesta-. Saco un lápiz y lo puso en su boca para poder disponer de sus dos manos y guardar sus cosas.

-Gracias-. Apoyo la cabeza en la pared.

Dos horas después tocaron el timbre de salida, Jack se despidió de su compañera y se retiró del instituto, en el bus le mando un mensaje a Sacmis, esta no contestaba, Jack pensó que estaría haciendo algo importante o algo parecido. Al llegar a la casa todos los jóvenes recibieron un mensaje de la anciana Gemima, pidiendo que todos vinieran a la iglesia urgentemente.

-En la iglesia Elohim-

Al llegar a la iglesia se dio cuenta de que Sacmis no había llegado, lo cual era un poco raro, Jack trato de buscarla dentro de la iglesia, pero no hubo resultados.

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