El espíritu de Persia

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-Dos meses después-

Hace dos meses que la mentora de la red de jóvenes recibió una visión de Dios sobre la Gran Guerra Espiritual que se avecina, aún no ha comenzado, pero el diablo juega sucio y ha enviado a sus demonios para matar a los ángeles que se encontraban entrenando para la Gran Guerra.

Los únicos dos demonios que han atacado fueron derrotados, después de eso solo se han visto avistamientos sobre otros demonios que andan rondando por la ciudad, estos aún no han atacado ni nada, no se sabe lo que estarán planeando, pero deben estar preparados, se han dedicado a entrenar más, algunos de la iglesia Elohim han despertado uno de los espíritus de Dios, entre esos ángeles estaba Sacmis, siempre destacando en todo, ella domino uno de los espíritus de Dios solo con entrenar.

Jack no se quedó atrás, él también se dedicó a entrenar, se esforzaba demasiado a pesar de que tenía un demonio en su interior, en el transcurso de solo dos meses logro desatar otro espíritu de Dios, así que se puede decir que lleva dos de siete, este tiene el espíritu de poder y el espíritu de temor a Jehová, en cambio Sacmis desarrollo el espíritu de inteligencia.

Jack y Sacmis se llevaban mejor, en tan poco tiempo lograron romper esa incomoda atmósfera que se sentía entre ellos dos, se conocieron más y decidieron que en algún momento iban a entrenar juntos para mejorar sus habilidades, aumentar su nivel espiritual.

-En el instituto-

-Suena la campana para recreo-. Jack sale del salón en el que se encontraba.

-No he completado ni el primero semestre y ya quiero vacaciones de invierno-. Dijo a si mismo mientras caminaba por los pasillos del instituto-. No quiero hablar con nadie, quiero estar solo y relajado-. Bajo al primer piso donde se encontraba una pequeña plaza.

-Aquí está mi lugar autista-. Se recostó al lado de unos pilares por donde ningún estudiante pasaba, ya que era un lugar muy apartado del resto del patio.

Después de unos minutos se quedó dormido en medio de los pilares, lo único que se podía escuchar eran sus ronquidos, repentinamente un estudiante se acerca en donde estaba tirado Jack y le pega una patada en el pecho.

-¡Puagh!-. Grito de dolor al despertarse de una manera muy inesperada-. ¿Quién carajos me pego? -. Se levanto de golpe y miro de izquierda a derecha.

- ¡Jack!-. Dijo una estudiante que corrió a abrazarlo-. ¡¿Por qué estás solo?!-. Pregunto mientras asfixiaba al joven.

-Feña, suéltame-. Forcejeo para tratar de zafarse de esta.

-Ah, que eres pesado-. Soltó al joven para que no se enojara-. Responde, ¿Por qué estás solo? -. Exclamo con una mirada tierna.

-Sabes que me gusta estar solo, no debería impresionarte.

-Deja de ser autista-. Lo agarro de la mejilla y lo empezó a menear de un lado a otro.

-Ya, ya, pero suéltame-. Sostuvo la mano de la muchacha y la retiro de su mejilla.

-Que aburrido eres-. Desanimada, cruzo los brazos.

-Lo sé, soy un aburrido-. Se sobo la mejilla que le había quedado roja-. En fin, ¿tú no deberías estar con la Cata? -. Trato de deshacerse de ella.

-Si, debería, mejor voy donde esta ella, nos vemos en el salo y deja de ser tan autista-. Se dio la vuelta y camino en busca de su amiga.

-Tsh, como si te fuera a hacer caso-. Se volvió a sentar donde estaba durmiendo y miro a los alrededores para ver si no había alguien más que interrumpiera su siesta.

EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora