Angeles VS Demonios

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-Una semana después-

Después de la muerte de Jack, todos sus hermanos de iglesia se encontraban en el funeral, despidiéndolo en la iglesia Elohim, todos los integrantes se despedían de él, dando sus últimas palabras, Jack estaba recostado en el ataúd, Sacmis, Helios y Bianca lloraban por la pérdida de su amigo, su madre estaba destrozada por la pérdida de su hijo, al verlo aún tenía su sonrisa en el rostro.

Pasaron las horas, los llantos pararon y la gente se retiró a sus hogares, menos Bianca y Sacmis, ambas se acercaron para dar sus últimas palabras, primero fue Bianca y después Sacmis.

-Me cuesta creer que de verdad hayas muerto, sé que ahora estas en un lugar mejor junto a Dios, se te extrañara demasiado, casi te consideraba como un padre-. Se resbalo una lagrima por la cara de Bianca-. Descansa en paz, Jack-. Se retiro tocando el ataúd.

-Jack, no debiste arriesgarte, te costó la vida-. Toco la parte inferior del ataúd-. Si tan solo me hubiera dado cuenta de ese demonio aun seguirías aquí-. Se derramaron unas cuantas lagrimas-. Descansa en paz, Jack-. Se retiro.

Sacmis se iba a retirar de la iglesia, pero antes de que se saliera la madre de Jack la detuvo, ella llevaba algo en sus manos, estaban envueltas en un manto rojo, la madre de Jack extendió los brazos y le pidió a Sacmis que lo tomara.

-Estas son las pistolas de mi hijo. Te las entrego a ti-. Exclamo la madre con los ojos lagrimosos.

-No puedo aceptar eso, hermana-. Puso sus dos manos en frente rechazando las armas.

-Estoy seguro de que él hubiera querido que tú las tuvieras, por favor tómalas y úsalas bien-. Quito el mano rojo revelándole las armas.

-Mmm...-. Extendió sus manos para recibir las armas-. Prometo que las usare bien-. Las guardo en su mochila-. Con permiso, me retiro-. Se despidió de la madre de Jack y salió de la iglesia.

Después de unos minutos Sacmis había llegado a su casa, se encerró en su pieza y saco las pistolas de Jack. Al verlas se dio cuenta que eran de distinto color, pero con el mismo diseño, insinuó que una debería ser de Amon y la otra del espíritu de Jack.

En la pistola de color gris tenía un escrito en la corredera del arma que decía "Vida" y en la pistola negra decía "Muerte" no sabía porque tenía esos escritos, pero no le tomo mucha importancia, retiro el cargador de las pistolas y estas tenían balas que parecían ser normales, pero no era así, las balas normales no serían capaces de matar demonios, estas balas estaban bendecidas solo para matar demonios.

-Que armas tan raras-. Observaba cada parte de las pistolas-. Veamos...-. Abrió su ventana, cargo el arma y apunto hacia cualquier lado-. Bang-. Dio un disparo que sonó por toda la cuadra-. Hace demasiado ruido-. Cerro la ventana y guardo rápidamente las armas-. Espero que no sepan de donde salió el disparo-. Bosteza-. En fin, tratare de dormir.

Sacmis se movía a cada rato en la cama, en sus pensamientos se repetía la escena de Jack siendo asesinado por Belcebú, al no poder ver más se paró de golpe y se dio cuenta que el cajón donde guardo las armas se estaba moviendo. Se paro y abrió el cajón, al abrirlo se dio cuenta que la pistola de color negro estaba moviéndose.

- ¿Qué significa esto?-. Tomo el arma.

Al desviar la mirada del arma, un demonio apareció en su ventana, por instinto apunto y disparo en la cabeza del demonio, este cayó muerto y se desintegro.

-Vaya... ¿Esta cosa avisa cuando viene un demonio? -. El arma dejo de moverse-. Es útil-. Soplo la punta de la pistola de la cual salía un poco de humo.

Al matar al demonio, guardo las armas y volvió a dormir, esta vez pudo descansar con tranquilidad sin ninguna interrupción. Al siguiente día se levantó y como no tenía nada que hacer en su casa decidió ir a entrenar a la iglesia. Se preparo para ir y al llegar entro a una de las salas de entrenamiento.

EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora