Ya pasaron 2 meses, pasé el examen y no he tenido noticias de Suga, en todo este tiempo me he ahorrado el dolor y no he llorado, pero hoy tenía que expulsar todo, me senté en la alfombra de mi habitación mientras apoyaba mis brazo estirados sobre la cama, puse mo cara sobre la colcha y pensaba en él, quería escucharlo hablar de mala gana o siendo sarcástico, quería sentir su aroma a perfume con toque de alcohol, lo extrañaba mucho y nadie me daba respuestas, me dolía ya la cabeza de tanto pensar en ello que me acosté y terminé por dormirme.
Estaba en la salida de la Universidad, la gente rumoreaba que yo tenía depresión y cosas así, lo cual empezaba a creerme hasta yo misma, ese día decidí ir a la casa de Suga, tal vez por gracia de Dios y lo encontraba escondiendo un cigarro de mi vista. Llegué a su morada y al pasar por el patio vi el césped crecido, los arbustos con figuras exóticas que parecían obras de arte se habían tornado en simples arbustos, al estar frente a la puerta suspiré y entré, vi las cosas como siempre estuvieron, un poco polvorientas, pero ahí seguían, fui viendo la casa detenidamente mientras el aire me olía a él, me senté frente a un enorme cuadro que tiene guindado de él mismo en una pared color blanca, como si fuese cosa de la naturaleza que ese cuadro y esa pared encajaran tan bien, lo vi por un momento, cuando las palabras empezaron a salir solas.
-TN: Min Yoongi, eres un idiota, ¿sabes?. Dije mientras me reía amargamente.- Eres un amargado y por eso no te quieren. Dicho esto me salió una lágrima.- Eres un drogadicto de los que juré odiar cuando niña, quisiera estar hablandote de verdad, pero creo que no volveré a verte, mi madre tampoco a estado en casa desde que te fuiste y... Me limpié las lágrimas.- Me siento sola, siento que la comida sin ti es fea, siento que salir o estar en casa es una tortura, cada que suena el timbre salgo corriendo con la esperanza de que seas tú el que esté parado frente a mí con cara de limón.- Me reí entre el llanto por haberle dicho cara de limón.- Pero... te amo bebé.
Lloré todo el día en esa casa, subí las escaleras para ver su habitación, tenía los ojos hinchados y ardían un poco, entré a ese cuarto y vi que en la cama habian petalos marchitos de rosas, tal vez quería que nuestra primera vez fuese aquí en su casa, aparté los pétalos y me acosté sobre la cama, lloraba desconsolada, tocaba la otra parte de la cama imaginando que estaría ahí, por un momento aluciné y lo ví.
-Suga: No estés triste tonta.
-TN: ¿Cómo no voy a estarlo si te extraño tanto?.
-Suga: El dolor pasa, con el tiempo ni te acordaras de mí.
Sabía perfectamente que esto era mental y le grité.
-TN: Eso es lo que tú piensas maldita mente, yo jamás olvidaré a Yoongi.
Me quedé dormida de tanto llanto, cuando desperté nuevamente aquel color naranja iluminando la habitación, vi hacia el enorme ventanal como el sol pronto se pondría, ya no me salían lágrimas, estaba seca, escuché una voz detrás mío, era la voz de Suga, mierda estoy quedando loca realmente.
-Suga: Vete, yo ya no existo.
Seguí viendo hacia el sol sin responder.
-Suga: Trato de protegerte de tanto dolor y no aceptas ayuda, Yoongi tiene razón, eres tonta... idiota... estupida...
Tomé un jarrón y lo tiré donde provenía la voz imaginaria, rápidamente aquel hombre desapareció.
-TN: Tengo que ir al psicólogo ya. Dije mientras encendía la luz del cuarto.
Me hice una coleta y fui por la aspiradora, limpié el desastre.
[...]
Ya otro mes sin respuestas, le había preguntado a mi madre por Suga, ya que la madre del anteriormente mencionado y mi madre son inseparables.
-Mamá: Cariño, Yoongi probablemente está atendiendo negocios, no tienes porque preocuparte, ya verás que regresará. Dijo tomando mis hombros.
-TN: No atiende negocios mamá, no responde mis llamadas y no me ha enviado textos, esto sólo pasa cuando estamos enfadados y la última vez que nos vimos estábamos perfectamente bien. Dejé salir mis lágrimas.
Mi madre iba a abrazarme, pero me sentía incómoda que lo hiciera así que me aparté.
Había ido al psicólogo en estos días, dijo que estoy pasando por una etapa de luto, era normal que lo imaginara hablandome, también me he estado quedando en su casa, la vez que quebré el jarron limpié aquella enorme mansión, me tomó todo mi tiempo libre de la U, pero lo logré, ese día fui a clases, sacaba buenas notas, ya que todo lo que dejaban me resultaba fácil, ese tono naranjo que toman las tardes me hacen sentirme nostálgica y me hacen recordarlo incluso si no pensaba en él, llegué a casa de Yoongi y tiré mi mochila en el suelo, iba a subir las escaleras, pero esta vez quería ver la puesta del sol desde afuera, me dirigí a la piscina para sentarme en alguna tumbona, pero entonces veo a un chico de cabello castaño y con piel super pálida sentado en una de ellas.
-TN: ¿Cómo demonios entraste?.
Tenía listo el número del 911 por si hacia algo, vi como movía sus hombros por reírse silenciosamente.
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