Innocent |Derek Hale [Teen Wolf]

Capítulo 6

Lo que a sus oídos llegaron le habían regalado más de una noche entera de frio y pesadillas, el mundo de los sueños como ella lo recordaba se había sumergido en un mundo de oscuridad que nunca era el mismo y cada noche se superaba a sí mismo en las maneras de aterrorizarla. Pero esa era la única forma, ahora que lo sabía todo se veía obligada a entrar, a encontrar la llave de su libertad o su eterno confinamiento.

Esa noche fue diferente a las otras, se levantó a mitad de la pesadilla justo antes de la gran hazaña de su propio fin, su pecho subía y bajaba sin parar y las lágrimas silenciosas inundaban sus ojos. Encendió la lámpara junto a la cama, y luego la otra, y otra; con la esperanza de que la oscuridad no sea capaz de atraparla en ningún rincón, ni siquiera de tocarla.

Estaba completamente quieta cuando escucho el sonido de la madera del suelo rechinar, se apresuró a la puerta e intento abrirla desesperadamente pero no consiguió nada. Entonces el suelo comenzó a caer tabla por tabla formando un hoyo en la superficie, Robin salto a la cama con la esperanza de despertar, pero algo le decía que no era un sueño ni una pesadilla. Los tablones dejaron de caer cuando llegaron a la base de la cama, se encontraba en el medio de un hoyo profundamente oscuro en su habitación que por alguna extraña razón se tragó todo menos donde ella se resguardaba.

El sonido de la puerta abriéndose la alerto y se desesperó, tenía su salida ante sus ojos, pero un gran abismo la separaba de su libertad. Se acercó hasta el borde de su cama y miro hacia bajo dándose cuenta de que aquel hoyo era demasiado oscuro como para tener un fin. Sus manos temblaban sujetando su camisón de dormir, sus ojos viajaban desde sus pies a la puerta repetitivamente esperando lograrlo. Tenía el sentimiento de que se burlaban de ella al abrirle la puerta que anteriormente le habían bloqueado.

Cuando sus pies dieron el impulso tuvo la sensación en la piel de que no lo lograría, se sintió pesada como plomo, pero al sentir la superficie sobre sus pies se sintió como una pluma y sonrió aliviada al darse cuenta de que había dejado aquel hoyo oscuro detrás.

Dio un paso hacia adelante y cayó al suelo, un fuerte apretón alrededor de su tobillo la arrastraba de nuevo a la oscuridad. Sus gritos de ayuda nadie los oía, la mano oscura paciente y tortuosamente la sumergía en la profundidad del hoyo. Al dejar de gritar abrió los ojos y la fría mano la soltó, solo porque su trabajo estaba hecho, ella estaba cayendo

Se cansó de llorar, se cansó de ser aterrorizada, se cansó de ser controlada por los monstruos de su propio ser. Apretó los puños y las lágrimas se detuvieron, se negó el sentimiento del miedo, y entonces, solo entonces dejo de caer. Ahora se encontraba bajando por su cuenta y de manera lenta, aceptando lo que sucedía mientras las paredes del hoyo se dejaban ver deslumbrando su realidad. Yendo hacia atrás en lo que Robin significa, en cómo había crecido, en como había vivido, viendo a su hermano, a sus padres, los momentos felices como tristes plasmados mientras bajaba, luego hubo un momento donde creyó que había terminado por que todo se volvió oscuro nuevamente, pero se deslumbro y apareció ella. Intento lo más que pudo verla, pero algo la empujaba hacia atrás nuevamente. Una mujer de cabello negro y largo, tarareando una canción de cuna al bebe en sus brazos, la veía como cuidaba al bebe, pero jamás logro captar su rostro.

-¿Quién es ella?-pregunto Robin, por primera vez había logrado hablar parecía que ya nadie le bloqueaba sus posibilidades como antes.

Pero se arrepintió de su pregunta, su silencio la hubiera salvado de los gritos que habían comenzado a inundar sus oídos, y a pesar de que algunas de las voces decían lo mismo, lo hacían con desorden y odio descontrolado.

"Mátala" "Es culpable" "No pagaremos su error" "Es la única culpable" "merece la muerte" "asesínala"

Robin dio un grito tal que todas las voces se detuvieron, la oscuridad concluyo y la piel de sus pies descalzos tocaron la supervise del suelo de su cuarto, sus ojos se volvieron completamente negros en toda su extensión dejando atrás toda esencia de vida y su piel palideció dejando ver venas negras en sus brazos.

El alfa entro a la habitación con el joven Derek Hale, ambos preocupados por aquel grito, pero se quedaron mirando en silencio a la joven de espaldas que parecía observar hacia la ventana.

-¿Robin?-murmuró Scott y cuando intento acercarse a ella volvió a retroceder al no poder creer lo que ante sus ojos sucedió.

Dos grandes alas nacieron de Robin, la sangre en la raíz de aquellas denotaba lo doloroso que era, pero su blanco en cada pluma denotaba su pureza y la oscuridad que la tomo se volvió obvia cuando la sangre de sus heridas comenzó a oscurecerse como sus ojos.

Derek se armó de valor y la rodeo notando la oscuridad de sus ojos y lo muerto de su piel.

"Es hora de que enseñes el verdadero significado de justicia"

-Matarla-murmuró Robin cuando escucho el mensaje. Una voz sin sentimientos o incluso personalidad que el lobo jamás había oído de parte de la menor.

Ella abrió las ventanas de par en par, actuaba como si nadie estuviera con ella en la habitación, cuando los chicos notaron que intentaría irse, hicieron esfuerzos en detenerla. Ella tomo del cuello a ambos con una fuerza fuera de lo normal, y los arrojo hacia el otro lado de la habitación dejándolos además de adoloridos totalmente atónitos.

Ella se puso de pie sobre el marco de la ventana y se dejó caer con los brazos abiertos, el menor corrió hacia el borde al creer que ella impactaría contra el suelo, pero mayor fue su sorpresa al verla volar lejos en mitad de la noche estrellada con tal gracia que le resulto inevitable no verla.

-¿Que ha sido eso?-Pregunto Hale dirigiendo su atención al alfa.

-El comienzo del despertar.