Innocent |Derek Hale [Teen Wolf]

Capítulo 12

El arconte bajo del cielo con el espectáculo del gran despliegue que daban sus alas negras, cuando sus pies tocaron el suelo de su jardín tuvo que abstenerse a poner una mala cara ya que tenia a su madre parada frente a él y parecía que llevaba tiempo esperando allí.

-¿Que te sucedió en el labio Castiel?¿Acaso te lo mordió una jovencita?-pregunto Dania cruzada de brazos mientras miraba a su hijo de manera déspota.

-Deja de tratar de hurgar, me di con una rama cuando volaba con Robin ayer-contesto el pelinegro sin muchos ánimos.

-¿Crees que no se lo que haces?¿De la actitud que tienes con ella? Ya te lo eh dicho, no te involucres con ella-lo regaño su madre.

-¿Y que si quiero eso? No te metas en mi vida madre. ¿Que no eras tu la que defendía la pureza de la sangre Arconte?-contesto Castiel demostrando signos de molestia.

-No lo entiendes-ella negó-tu me has empujado a esto, si no das un paso atrás, ella lo hará cuando le diga la verdad sobre ti, el porque de tus alas negras.

-No te atreverías-dijo sin creerlo el Arconte.

-Ya conoces a tu madre-respondió Dania dejando sin palabras a su primogénito. Este solo se trago sus palabras y bajo sus ánimos, dándole a entender perfectamente a su madre que daría un paso atrás.

Ya te he dicho que cambies tu guardarropa Castiel-volvió a hablar a su madre cuando su hijo comenzó a dar los pasos hacia la casa.

-En estos tiempos puedes vestirte de la era que quieras, es moderno-contesto el pelinegro con desdén.

-Eres demasiado moderno para ser alguien de 117 años-al no tener respuesta nuevamente ella continuo-Ve a despertar a Robin, debe desayunar.

-Si lo que sea-declaro Castiel entrando a la casa con su madre a unos pasos detrás de él.

El joven, ya no tan joven de 117 años subió las escaleras hacia el segundo piso de la casa, cuando se topo con la puerta del cuarto de Robin, este abrió la puerta sin tocar obteniendo un grito agudo en respuesta.

Dania subió tan rápido esas escaleras que fue extraordinario y hasta un poco raro , sorprendió a su hijo viendo la espalda descubierta de la menor que claramente mostraba signos de que acababa de salir de la ducha. Por suerte lo unico que la toalla dejaba al descubierto era la piel de su espalda y una pequeña cosa que se atrevió a formar parte de ella.

-La marca-dijo Castiel denotando temor en sus voz.

-¡Sal de aquí, vete a tu cuarto!-exclamo Dania empujando a su hijo fuera del cuarto, entro en este y cerro la puerta quedándose dentro con Robin. No tardo en acercarse a ella y mirar su espalda con asombro, justo sobre las características cicatrices que aun dejaban sus alas al usarlas se encontraba una mancha, pero no cualquier mancha. Tenia una forma única, inigualable y escandalosa.