Innocent |Derek Hale [Teen Wolf]

Epilogo

Scott se quedo de pie junto a la puerta otro día más, otro día que cuidaba que nadie se acercara ni notara lo que escondían en ese cuarto de hospital. Luego de que Robin perdiera todo signo de vida los chicos hicieron de todo para traerla de nuevo, el RCP de Stiles funciono y les dio suficiente tiempo para que llegase la mamá de Scott.

Luego de estabilizarla la llevaron al hospital, pero no podían entrar con una adolescente inconsciente que tenia una grandes alas negras en su espalda. Entraron por detrás mientras Lydia y Malia desactivaban las cámaras unos minutos y le dieron a Robin un cuarto bastante alejados de todos.

-¡Scott!

El alfa respondió rápidamente al llamado de Derek y entro al cuarto de hospital, ante los ojos de los dos hombres lobos las alas de Robin perdían su color negro para recuperar su pureza anterior.

-¿Que esta pasando?-murmuró el alfa sin entender, ambos pudieron notar como el pulso de la castaña se elevaba con locura gracias al monitor que pitaba sin parar-Iré por mi madre-dijo para salir rápidamente del cuarto.

El pulso en la maquina se detuvo y de la nada marco cero con el significativo sonido de la muerte, el pitido constante. Derek se levanto y se sentó en la cama de Robin, la abrazo creyendo que se había acabado, que ella ya no volvería jamás.

Se aferro a ella dejando de una vez por todas de callar su dolor y permitiendo que unas ligeras lagrimas escaparan mientras la sostenía sin vida.

-¿Que haces?-el ligero murmuro de esa voz suave y femenina lo saco de sus pensamientos, miro el monitor y marcaba un ritmo normal. Tomo a Robin de las mejillas viendo sus ojos abiertos completamente vivos al igual que ella.

Una pequeña risa de alivio surgió de Derek Hale y la beso una y otra vez sin creerse que lo que veía, que lo que pasaba era real.

-Oye, no respiro-dijo Robin entrecortada entre tantos besos y una vez más el lobo la abrazo con fuerza hacia su pecho-¿Te asuste?-pregunto ella entendiéndolo y lo abrazo reconfortándose en el gran lobo.

-No tienes idea de cuanto, una semana Robin. La vas a pagar caro-respondió sin soltarla.

-¡Una semana!-ella no se lo creía-Esa perra, si solo hable treinta minutos con ella como mucho-se quejo-¿La marca de mi espalda desapareció verdad?-el lobo asintió ante la pregunta y Robin desplego sus alas viendo que eran blancas-Cumplió con su palabra, me quito la maldición.

-¿De que hablas?-pregunto curioso separándose de ella para verla al rostro.

-Que lindo rostro de cachorro fisgón-dijo la castaña sonriente-Tengo mucho que contarte, que contarles a todos...

-Tendrás tiempo de sobra, te quedas en Beacon hills-dijo Jackson entrando al cuarto de hospital de su hermana menor.

-¿Te?¿Solo yo?-pregunto Robin sorprendida.

-Tengo entendido que ya tienes tu propio guardián-Jackson miro a Derek-y yo aun tengo asuntos pendientes en Inglaterra-Él había encontrado a las criaturas que provocaron el accidente-Quedaras a cargo de Melissa, ella le pondrá sus limites a el hombre lobo que se imprimo en ti.

-¿Imprimo?¿Que es eso?-pregunto Robin sin entender.

-Nada, no hagas caso-respondió rápidamente Derek provocando que Jackson soltara una carcajada-Yo respeto, no hare nada hasta que ella tenga sus dieciocho.

-¿¡Que!?-se quejo Robin sorprendida.

Robin entro a la oficina de la alcalde en el ayuntamiento, detrás de ella como dos guardaespaldas la siguieron su hermano y Derek.

Allí dentro estaba la familia Russell, Sean Locksley y la manada completa, parecía que un interrogatorio estaba procediendo hacia la pareja que había concebido a la Arconte. Cuando notaron que ella estaba allí todos se quedaron en silencio, expectantes hacia ella.

Robin sonrió y desplego sus grandes alas blancas quitando toda preocupación de los presentes.

-Estoy bien, los problemas se terminaron-dijo ella atribuyendo aun mas tranquilidad a todos.

Dania se acerco a ella con notable arrepentimiento pero Robin no la dejo hablar.

-Lo se, querías que te matara para evitar mas daño pero ya esta, había otro camino Dania.

-Eres muy diferente a lo que imaginaba, eres madura y fuerte...-Dania miro a Jackson-Tuviste la familia correcta-Sean se acerco a Dania y coloco su mano sobre su hombro-Ambos lo creemos.

-Se que esto para ustedes en este momento es difícil, me ven y recuerdan el bebe que nunca pudieron amar... en cierta parte sigo siendo ella, pero en su mayoría no, agradecería que por un tiempo me dieran mi espacio-dijo Robin a lo que ambos adultos asintieron.

-Entendemos hija-dijo Sean para irse con Dania.

-Oye, no me gusta tu cuento. Lograste lo que querías sin manchar tus manos-dijo Castiel burlón acercándose a ella-Ya me di cuenta de lo que hiciste y solo quería decirte gracias-Castiel toco la punta de la nariz de Robin ganándose un gruñido amenazante departe de Derek-Tranquilo amigo, Robin hace su propio camino sin nuestras costumbres... como todos queríamos-él sonrió-Ahora ya no podre ser el chico malo con estas alas blancas, que injusticia-bromeo él alejándose.

-Disfrútalas, nunca debieron quitártelas-dijo Robin feliz por su medio hermano.

-Supongo que al final era cierto lo que todos esos libros viejos decían-dijo Jackson tomando asiento en el sofá cómodo de la oficina.

-¿Y que decían?-pregunto la Arconte curiosa.

-Que traerías la paz, la verdad y la justicia-dijo Stiles sentándose junto al hombre lobo.

-La paz y la verdad, eso si. Se acabaron los nudos interminables pero...-ella negó divertida ganándose la atención de todos-La justicia sigue pendiente en mis manos e hice enojar a alguien muy grande-ella junto sus manos hacia adelante sin evitar su rostro travieso.

-¿Que has hecho Robin?-pregunto Derek sin comprender.

Lydia y Malia se acercaron poniendo aun más atención a la conversación.

-Una promesa, una justa y necesaria... Una vez que mate a Cronos todos los problemas del mundo se acabaran.

-Oh no, aquí vamos de nuevo-murmuró Scott.