Innocent |Derek Hale [Teen Wolf]

Capítulo 21

-Lo veras por ti misma Robin, no habrá punto de vista ni opiniones. Te llevare allí y lo veras todo con tus propios ojos...

Existió alguna vez una pareja que comenzó con promesas y sueños como casi todas, lo que siempre sucedía cuando dos personas se enamoraban y decidían unir sus vidas hasta que las muerte los separase.

Pero a esta pareja no los podía separar ni la misma muerte porque iba en contra de su naturaleza, unidos por los dioses quienes los manipularon para que creyeran que se amaban y concibieran al mundo el Arconte más fuerte de su especie, Castiel.

Cuando el niño llego al mundo el hechizo de amor se acabo, los padres cayeron en cuenta que no se amaban y apenas se toleraban pero en su relación no existía la palabra divorcio debido a la presión del hombre sobre la mujer.

Sabaot se autodenomino dueño de Dania, a pesar de casi diez mil años de un matrimonio lindo gracias al hechizo, luego del nacimiento de su único hijo todo fue una pesadilla, el niño por dos mil años creció con un resentimiento enorme hacia su padre por sus actitudes y su falsedad, desgraciadamente un hombre intocable.

Sabaot era un Arconte enviado por Crono, o también conocido como Saturno. Era su guerrero favorito quien mejor aparentaba y hacia el trabajo sucio en las sombras, solo su familia sabia que él no se merecía las alas blancas que cargaba, solo las mantenía de aquel color puro ya que su dios tenia un trato especial con él y Dania fue siempre todo lo contrario, fue enviada por Rea, jamás incumplió con su deber y respeto todas las formas de vida de la tierra, fue feliz mientras pudo pero su mundo lo controlaban otros desde su creación. Castiel fue el pequeño destello de luz de su vida entre tanta oscuridad, un niño alegre que la amaba y nunca quería soltar su mano, de su boca solo se escuchaba "mamá" todos los días, se necesitaban el uno al otro, se cuidaban.

Cuando Castiel le llego su misión de vida todo fue cuesta abajo en la vida de Dania, los dioses exigían cada vez más y más de Castiel provocando que casi no estuviera en casa, lo que dejaba a la Arconte sola con su esposo dominante y frio.

Cuando Gerard Argent le quito sus alas, la despojo de su verdadera libertad. Ningún Dios la oía ni le daba una misión, se sentía inútil y vacía, no podía cumplir el propósito por el que fue creada. Así hasta que un día comenzó a adentrarse al mundo humano más de lo que les permitían a los Arcontes, ella sabia que no lo notarían porque la tenían olvidada.

Dania decidió que quería ayudar a ese pequeño pueblo de otra forma, estudio y trabajo hasta llegar a la política, comenzó como asistente del alcalde y así fue como por primera vez en su vida conoció el amor. Se enamoro del hombre que entregaba los muebles en el ayuntamiento, el hijo del dueño de "Maderería Locksley" se negaba a si misma sentir atracción por un humano, evitaba a toda costa cruzarse con aquel hombre de ojos verdes cada que iba a hacer un trabajo pero no resulto.

Un humano tan sencillo con una sonrisa honesta sin ambición.

Sean Locksley se había fijado en ella, se esforzaba para encontrarla y siempre trataba de hablar con ella por más tonto que fuera el tema de conversación. Dania creyó que siendo su amiga aquel sentimiento desaparecería, que podría olvidar un amor que su especie castigaría pero no, poco a poco ambos fueron rompiendo las reglas.