Chittaphon Project [Vol. I]

09.

Por primera vez desde hace una semana que se mudó Chittaphon a mi casa, no habíamos cenado juntos.

Ayudé acercando cubiertos y los bowls de ensalada y pasta.

Él aún no bajaba.
Pero cuando lo hizo, me fui de espaldas.

No era el Ten que yo había estado conociendo en éstos días.

Se miraba sonriente, y eso era fatalmente jodido para mis emociones.

A pesar de todo lo anterior mantuve mi cordura, misma que se fue a la mierda instantes después de que nos dispusimos a cenar.

Mis padres eran amigables con los invitados, pero especialmente se interesaban en él. Le cuestionaban cosas como; que tal iba en el colegio. Sorprendentemente lo veía sonreír sin problemas a la par con ellos mientras respondía sus preguntas.

Era extraño que se comportará de ese modo.

─Tal vez puedas ayudarme con vigilar a Iseul, en éstos días parece totalmente descontrolada

Abrí los ojos ante tal petición de mi madre. Mi papá y yo fruncimos el ceño.

Vi de reojo su reacción, asentía a tal cosa mencionada. Eso me hizo cabrear. Sólo estaba haciendo eso como si realmente fuese un niño lindo y bien portado. Me he preguntado si al menos su mamá lo conoce bien.

─No se preocupe, Iseul sabe cuidarse muy bien en el colegio

Totalmente desconcertada me giré a verle por completo ya que estaba sentado a mi lado. Las comisuras de sus labios se elevaron al máximo achicando en ese mismo gesto sus ojos negros. Los mismos que yo anhelaba desde algún tiempo, solo me mirarán a mí.

Maldición, mira hacia otro lado.

─Mañana tendremos una cena con mi jefe, no se olviden de eso ─dijo papá. Asenti y así pude concentrarme de nuevo en mi comida─. Pueden venir si gustan

La amiga de mamá dio las gracias al mismo tiempo que su hijo.

Se escuchó la puerta y mi madre me indicó que JungWoo estaba aquí. Debíamos hacer un proyecto juntos.
Al vernos en la mesa, saludó formalmente, eso antes de percatarse quién estaba con nosotros.

Su cara estaba por completo pálida y me atrevo a decir que era de miedo.
Me pregunto porqué mierda siguen pensando que es como algún tipo de  demonio.

Sin hacerlo esperar mucho subimos a mi recámara.

─Explícame que hace ese sujeto aquí, es decir, ¿no te ha hecho nada? ─preguntó en cuanto cruzamos la puerta.

─Nada como que ─reí.

─Mierda, ¿por qué tuviste esa suerte de mezclarte con el?

Su tono de voz era de frustración total y eso me lleno de impaciencia y estrés.

─Oye ya basta, creo que exageran, además no parece tan maldito como la hace ver. Tiene un aura extraña, sí, quizá sea bipolar, pero lo hacen ver  como si fuera un asesino en serie

─Te vas a tragar tus palabras ..

Enseguida sacó su teléfono móvil.
Las imágenes que me estaba mostrando eran horribles.

Marcas de mordidas, heridas un poco abiertas, incluso había una foto en particular que me lleno de terror. La chica estaba atada de todo su cuerpo, con una bolsa en la cara.

─¿Que es ésto? ─balbucee.

─Ésto es lo que ese idiota le hizo a MinJae, por eso no ha asistido al colegio. Es un maldito loco, debes encontrar la manera de que salga de tu casa

Tales palabras hicieron que mi piel se erizara, a tal grado que mis pezones se sentían duros.

¿Por qué tenía ese tipo de sensación?.

Lo que había visto era motivo para aterrarme no para sentir necesidad de que me hiciera lo mismo. Debo estar enloqueciendo.

Moví la mano de JungWoo y anuncié ir al baño.

Me dirigí a la puerta solo para verlo ahí de pie. Frente a mí, inexpresivo, frío e incluso, molesto.

─¿Que te dijo ese idiota?

─No importa

─¿Me tendrás miedo ahora?  ─cuestionó mientras daba pasos al frente.

No estaba completamente segura de que el hubiese hecho eso.
Además, ¿si en verdad eso era cierto, como esas imagenes llegaron a manos de JungWoo?.

La cercanía que últimamente estábamos teniendo me gustaba. No mandaría esa oportunidad al carajo solo por satisfaccion de alguien más.
Él ya me atraía demasiado.
Y yo seguiría viéndolo como mi amor platónico.

No me importaban los rumores, ya que nadie estaría dispuesto a querer enfrentar al mismo Chittaphon para confirmarlos.

─No, yo no te tengo miedo, Ten

Respuesta equivocada.

Un fuerte agarre en mi mandíbula cerca de mi cuello comenzó a dejarme sin aire al término de mis palabras.

─Eres tan tonta  ─pronunció cerca de mi boca.

Pedía de manera temblorosa que me soltara.
Llena de pánico, las lágrimas salieron.
Fue en ese momento que me dejó y caí al piso.
Volvió a tomarme para levantarme.

Fijó sus ojos en las lágrimas esparcidas por mis mejillas. Su acción me asustó. Sólo quería volver a encerrarme en mi recámara.

─No sabes lo bien que me siento de provocarte éste dolor. Y dado que no me tienes miedo, te haré mi precioso juguete