Chittaphon Project [Vol. I]

15.

He entrado por primera vez a su habitacion, eso después de que tras llegar a casa, cenar, ducharme y descansar brevemente, me pidiera por un texto, ir.

Las luces están apagadas, excepto por una lámpara que está a un costado del sillón en el qué está cómodamente sentado.

─Me parece que lo que hiciste ayer por la noche, es malo

─¿Que hice?

─Provocarme, estando a kilómetros de distancia. Debes pagar por el dolor que causaste

─¿Dolor? ─a continuación puedo ver sus manos puestas a la altura de su boca, por la luz blanca, visualizo en sus nudillos un color rojo con mezcla de azul o morado─. ¿Qué te ha pasado?

─Pegue en muchas ocasiones la pared

─¿Por qué hiciste eso?

─Necesitaba encontrar placer tras tu provocación

Guardo silencio y me limito a verle sus ojos. Me encantan, podría hacerlo todo el día. Hay tanto misterio en ellos.

─Normalmente los hombres se hacen una paja para encontrar placer  ─digo irónicamente.

─Exacto, pero te habrás dado cuenta que no soy exactamente normal

─Créeme cuando te digo que me ha quedado muy claro

Se levanta del sofá y camina hacia mí.

─Date vuelta ─lo hago─. ¿te gustó amarrar tus manos para mi? ─susurra. Cierro los ojos por la sensación de su cálido aliento chocar con mi piel.

─En realidad ...

Chasqueo la lengua tras sentir un apretón fuerte en las muñecas. Por supuesto, las está atando.

Me deja de pie mientras yo lo veo tomar asiento un la orilla de su cama.
De abajo de la misma, saca una vara. Puedo jurar que se ha contraído mi cara.

Sin decir nada, me jala hacia él. Vuelve a girarme colocandome ésta vez de perfil. Ahí me pide bajar, hace todo tipo de movientos para que al final, me tenga sobre sus piernas, estando yo echada boca abajo.

La palma de su mano cae sobre mi culo.
Me inquieta traer la bata que uso siempre para dormir.
Y lo que menos quería era que comenzará a meter mano bajo la misma. Me gusta, pero también tengo insertado el miedo, sobre el qué carajos hará con la vara.

─¿Te lo he dicho antes?. Me encanta tu piel

─Algo así recuerdo

─Hace un contraste extraordinario con el color rojo ─siento como da masaje con las yemas de sus dedos. Pronto, sus uñas se sienten clavarse.

─Duele

─Por supuesto, eso quiero. Te pedí que no mandaras más imágenes, debiste obedecer

No evito el grito que sale de mi boca al sentir el fuerte golpe con aquella delgada vara de bambú.

─¿M-me puedes explicar porqué haces ésto? Si te quieres desquitar por la excitación de ayer, solo, follemos

─Lo mío va más allá de una simple cojida, eres mía, ¿no te gusta? ¿quieres que me detenga? ─al tiempo en que dejó de hablar, otro azote se sintió. Cerré los ojos y me ahogue el nudo que tenía atorado en la garganta.

─¿Te gusta jugar al sádico?

─¿Crees que estoy jugando? ─otro azote─. no has entendido bien mi propósito. Te lastimare cuanto así lo decida. Por que ya eres mía ─otro azote.

Me quita de encima, me sienta en donde estaba él.
Veo como se mueve de un lado al otro buscando algo.
Cuando creo que lo ha encontrado, se dirige hacia mi con una cuchilla en la mano.

─Oye

Soy echada para atrás. No puedo hacer nada al ver como está rompiendo mi prenda con ese objeto afilado.

Pero tampoco deseo detenerlo.

Mientras lo hace he visto su mirada. Está excitado. Le encanta hacerme ésto.
Y eso me gusta.
Ser motivo de que ahora tenga placer.

Por mucho que duelan los azotes y las mordidas, creo que puedo acostumbrarme a ese dolor.