37.

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Camino hacía la habitación principal. Todo era oscuro hasta que las luces de las velas iluminaron la base de la cama.

─¿A qué se debe ésto?

Ha cerrado la puerta para después posicionarse detrás mío. Sentir sus labios sobre mi nuca mientras deja cortas lamidas.
Sus manos van directo a quitar mi blusa, sujetador, en instantes estoy desnuda.

─Bienvenida a mi mundo, te daré las gracias por aceptar venir a mi lado

Tras un beso húmedo, toma mi culo para cargarme a la altura de su cintura. Me lleva hasta la cama y ahí me recuesta.
Su cabello despeinado y la fiereza con la que me come con su mirada me hacen tener un vuelco en el corazón.
Vuelve a mi sólo para besar mi cuello, mis clavículas y bajar a chupar mis pezones que ya reclamaban su atención. Quiero tomar su cabello, pero no me ha dejado. Incluso para impedirlo ha tomado mis muñecas y las ha colocado por arriba de mi cabeza. Juega con su otra mano en mis labios internos, su boca sigue bajando.

Cierro los ojos sin obligarme a disfrutar lo que a continuación hace. Siento su lengua introducirse aún más de lo que recuerdo en mi intimidad. El modo en que lo logra me hace comenzar a pedir más. Introduce incluso dos de sus dedos mientras sigue succionando toda mi excitación.
Pronto solo exclamo que de una vez me penetre. No lo hace. Un orgasmo llega de golpe y también lo veo levantarse.

─¿Qué esperas?   ─cuestiono excitada y suplicante─,   quita tu ropa y ven

─No lo haré. Ese será tu castigo por mentirme respecto a lo de hace unas horas

Decidida en que no deseo que me deje así, busco mi propia satisfacción bajo su muy atenta mirada.
Sus pupilas se han dilatado, sé perfecto que ésto lo quería ver desde hace mucho. Sé le hace difícil resistirse.
Y realmente no logra aguantar tanto deseo.

Veo como quita sus ropas, al estar desnudo aún sin venir a mi. Toma su miembro y desliza su mano arriba y abajo.

Sólo es cuestión de segundos para que después de ponerme en cuatro y hacerle ver toda mi humedad, me penetre con fuerza pero por mi ano.
No lo esperaba.
Para incrementar el placer, mis dedos siguen en la misma posición de antes.
Estoy gritando fuerte y solo le escuchó jadear.
Aprieta fuerte y de hecho creo que rasguña mis nalgas durante todo el rato que se queda ahí.
Para cuando se corre yo estoy más que agotada y al sacar su miembro, puedo jurar que mi ano dolerá por más de dos días.

─Tomemos una ducha   ─pido y asiente.

Me levanto de la cama pero veo mucha seriedad en su cara.
Le abrazo por detrás y cuestiono que ocurre.
Se ha escuchado el timbre y con una toalla alrededor de su cadera atiende.
Vuelve con un sobre color rojo. Saca una pequeña nota y después me mira.

─¿Hace cuanto conoces a ese tipo  ─guarda la nota de nuevo en el sobre y alcanza un encendedor.

─¿A quién te refieres?  

─Doyoung  ─tomando de una pequeña esquina tal papel, lo enciende y éste se vuelve ceniza en un segundo.

─¿Porque necesitas saber eso?

─Parece que JungWoo también lo conoce, ¿no?    

─Somos amigos desde inicios del ciclo escolar. No entiendo porque hablas sobre eso. ¿No le harás nada verdad?

─Deja de ser tan estúpida e ingenua. No todo el mundo es así de bondadoso. No te quiero ver cerca de ellos otra vez

─Son mis amigos, no puedes impedirme eso. No te entiendo nada, ¿qué lo fue lo que recibiste?

─Nada que te incumba, solo obedece. Te espero en el baño

Me deja ahí con tanta preocupación que de inmediato corro a mi móvil y pregunto a Doyoung si está bien. Me afirma que sí, incluso pregunto por JungWoo y vuelve a corroborar.

Más relajada voy con él. Sólo se moja el cuerpo, parece estar pensando muchas cosas.

─Por ti, soy capaz de todo Iseul. De morir o de matar, ¿entiendes?

Un nudo enorme se atasca en medio de mi garganta. ¿Qué rayos pasa? ¿Porque todo se ha vuelto aún más tétrico?.

─N-no no digas eso, me da pavor que lastimes a alguien, aún más .., que tú salgas herido

─Mi madre una vez me dijo; no te fíes de la más dulce ovejita del rebaño .., siempre resulta ser el lobo más hijo de puta que hay  

Asiento tratando de procesar sus palabras.
Incluso me abraza de modo cálido.

─¿Puedes decirme el porque actuas así?

─Debo irme ..

Me separo de golpe de su lado.

─¿De nuevo me dejarás? ¿Es en serio?

─Sólo son dos días .., debo ir con mi madre  ..

Está mintiendo.

─¿Ésta es tu manera de pedirme que siempre esté a tu lado? Basta, me harté

Salgo enojada del baño.
Alcanzo mi ropa y es obvio que la haya mojado pues no pude secarme siquiera.

─¿Qué haces?

─Me largo. Estoy harta de ésto

─Firmaste un contrato

─Puedes metertelo en el culo  ─toma mi mano y me impide salir.

─Sólo dos putos días. Arreglaré todo

─Si estás seguro de lo que dices, entonces ve por mi después de esos dos días

Sin decir más salgo de su apartamento.
Como si pudiera leer mis pensamientos, una llamada de Do entra al móvil. Pregunta como estoy y donde me encuentro.
Patéticamente comienzo a llorar pidiendo que venga por mi.
Espero solo unos minutos y llega en su auto.

─¿Qué ha pasado?  ─niego, y al ver como limpio mis mejillas, rodea mi cuerpo con sus brazos─,  vámonos de aquí

Si ésta vez no vuelve .., me iré. De tal modo, en que jamás vuelva a saber de mi.

Chittaphon Project  [Vol. I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora