11.

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De nuevo, otra mañana amaneciendo con mis bragas húmedas.
Suspiro y entro al baño a darme una ducha para calmar mi temperatura aún elevada.

Haberlo visto a mitad de sesión erótica claramente me dejó perturbada.

Los sueños van en aumento, y cada que lo veo, mi imaginación vuela.

Vuelvo a recordar aquellos ojos, aquella excitación y recaigo en mis problemas mentales.

Bajo a hacer mi desayuno para ir al colegio. Como es usual, a éstas horas él ya se habría ido. Por lo que no tendría que andar evitandolo.

Sin embargo me sorprendió un poco verlo sentado comiendo y platicando con mi mamá.

─Creo que es obvio que tienes nuestra autorización ─mi madre me ve sonriente mientras yo me ocupo de mis cosas, alzo las cejas y frunzo el ceño.

─¿Alguna buena noticia? ─cuestiono. Asiente y doy una cucharada a mi cereal mientras espero la novedad.

─Ten ha pedido permiso para llevarte al baile de graduación

Por supuesto, era obvio que sacaría la leche incluso por mis fosas nasales al toser debido a esa noticia.

Él está prestando completa atención a mis acciones.
Debo admitir que el qué haga eso, me encanta. Y sobre todas las cosas me pone extremadamente feliz.

Me he limpiado y he dejado mi tazón. Se me han ido las ganas de comer. Voy tarde y hoy tengo exámen.

No digo nada. Solo me despido de mi mamá para salir de casa.
Aunque también es obvio que él me alcanzaría en el camino.

─¿Piensas que me haces un favor?  ─le pregunto ya que viene detrás de mi.

─Eso hago

─Y como todo favor, me costará algo,  ¿verdad?. Si es de ese modo, al menos te pediré que actues como si fuéramos algo más ese día

─Eso lo decidiré yo. Al igual que el modo en qué me cobraré

Chittaphon Project  [Vol. I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora