26.

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Subo los escalones y veo el cabello lindo de ese tipo bien parecido como todos los días. Incluso en éste año y medio se ha puesto aún más atractivo.

Sonrío cuando cruzamos miradas y en su mano puedo ver la botella de jugo que se le hecho costumbre comprarme desde que ingresamos a la universidad.

─Como siempre, tarde. ¿Debo empezar a pasar por ti?  ─niego mientras abrazo su cintura y dejo un beso en su barbilla.

─No exageremos el asunto. Por quién deberías pasar es por tu novia, y hablando de la susodicha, ¿dónde está?

─Fue por Doyoung, quién parece cada vez más estúpido por ti

─Bueno, él es lindo ─ante mi comentario veo como alza sus cejas en un gesto exagerado.

─¿Finalmente dejaras de lado el recuerdo de Chittaphon?

─Ha pasado mucho tiempo, nunca me contactó. Aunque en realidad sabía que no lo haría. Así que, no creo que deba seguir esperando a que cumpla su palabra

Es gracioso que haya pensado en que realmente Ten fuese ese tipo de persona.
Primeramente me dijo que no perdería contacto conmigo.
Que al menos habría llamadas.
Nunca contesto ni un solo mensaje.
Incluso en una ocasión me vi demasiado desesperada; estaba soñando con él, tanta fue la excitación y urgencia de sentirlo dentro de mi, que tomé un dildo que había comprado y me grabé. Le mande el video y puse una descripción; "Ven y azotame, ven y castigame. Sigo siendo tuya".

Eso fue hace medio año.
Ahora si lo pienso, creo que fue estúpido.

Doyoung es un chico que conocimos desde el primer día de egreso a la universidad. El cuál como dice JungWoo, ha sido lindo y atento conmigo.
Se le miran buenas intenciones.
Pero hay algo en él que no me gusta.
O quizá solo sea el hecho de que no me imagino en una relación melosa, o en donde abunde la miel.

Se nota que Ten hizo bien su labor de hacerme adicta al dolor.

Regalo una de mis mejores sonrisas mientras vamos hacia ellos.
Mi mañana y mitad de tarde son como siempre, ocupados, llenos de trabajos escolares y una salida a la cafetería en cuanto terminamos clases.
Mientras estamos en el Subway pidiendo nuestras órdenes, me siento observada.

Veo hacia todos lados pero en realidad no hay nadie que me preste atención o siquiera noté mi existencia.

─¿Si te compro el mejor sándwich de todo el menú, aceptas una salida al cine?

La propuesta de Doyoung me hace sonreír y por un momento fingo pensarlo.

─Debe ser el mejor   ─asiente y pide por mi─.  Iré a lavar mis manos al sanitario, ahorita vuelvo

Camino hacia donde indiqué. Hago lo que dije y nuevamente me siento nerviosa. Es como si alguien me estuviese persiguiendo.
Como esa sensación comienza a darme miedo me apresuro a volver con los demás.

─Iseul, ¿estás bien?   ─niego.

─Me siento observada, comamos y vayamonos  ─pido y mi comentario hace que todos vean alrededores.

Los imitó y vuelvo a ver cada rincón.
En un instante de cerrar los ojos, lo veo.
Como si estuviese de pie frente a mi.

Dios, creo que ya estoy volviendome loca.

Por inercia saco mi móvil.
Busco su chat y veo que las palomitas azules están marcadas.
Los ha visto.
Incluso el vídeo.
Ahora mismo está en línea.

Trago en seco.
Asimilo que ésto sea real.
¿Ha regresado?. ¿Está aquí?.

─Hey, ¿todo bien? ─respiro con profundidad y niego ante la pregunta de JungWoo─.  ¿qué pasa?

─Creo que, debo irme  

Al verme tan alterada mis amigos comienzan a tratar de bajar mis nervios. Pero es un poco imposible.
Quiero correr a mi casa para saber si está ahí. ¿Pero porqué iría hacia allá?.

Trato de olvidar el asunto. Apagué el móvil y saliendo de comer fui con Doyoung al cine como habíamos dicho.
Fue también a dejarme a mi casa. Agradecí el buen rato y tras avisar que ya había llegado, subí a mi habitación.

Me cambie de ropas, y volví a encender el móvil. Justo cuando le escribía un texto a April (novia de JungWoo), uno llegó.

Era de Ten.
Dudaba de abrirlo.
Pero lo hice.



"Te has portado mal, preciosa"

"Te has portado mal, preciosa"

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Sé lo que ésto significaba.
Ha vuelto para jugar de nuevo conmigo.

La pregunta es;
¿Debo dejar que lo haga?.

Chittaphon Project  [Vol. I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora