Chittaphon Project [Vol. I]

22.

Por supuesto fijó su mirada en mí.
A pesar de la ropa, mi cuello estaba expuesto y notó las marcas rojas.

─Lo haces de nuevo, ¿acaso no terminarás de entender que lo que haces no está bien? ─se dirigió a Ten.

─No recuerdo haberte invitado, JungWoo   

─Iseul, ¿puedes venir conmigo? Sabes que sólo busco tu bien

Despreocupado vi como él encendía un cigarrillo de nuevo. Dio una calada y me sonrío.
Sus gestos me confunden.
Me vuelvo a mi lindo amigo que aún espera por mi decisión.

─Voy a estar bien  ─indico.

─Él está jugando contigo, sólo quiere llenar el vacío que dejó Stella. ¿Por qué no lo dices? ¿Por qué no le dices la puta verdad?

Frunzo el ceño y veo a Ten.
De nuevo cambio su mirada.
JungWoo también lo nota y da un paso atrás.

Es estúpido que hable en éste instante, pero la duda me carcome.

─¿Quién es Stella?

─No necesitas saberlo

─JungWoo  ─pido y aunque duda, lo hago hablar. Finalmente debe darme motivos si es que quiere alejarme de él.

─Stella era su novia. Su única novia real

─Cállate

El ambiente es demasiado pesado. Pero no puedo detener mis pensamientos y jodidas preguntas.

─¿Dónde está ella?

─Diez metros bajo tierra   ─el estómago se me revuelve ante esas palabras. Ten tiene la mirada hacia JungWoo, sus ojos irritados y ligeramente nublados.

¿Qué es ésto?

─Largo  ─sentencia.

─Vámonos Iseul

Sin importarle si me voy o me quedo, Ten entra a la cábaña.

─¿Cómo sabes todo eso? ¿Eras cercano a él?

─Stella era mi hermana. Aunque suene raro, puedo entender que a ti te guste ser dominada. Para él era igual. Por mucho que te sorprenda, Stella fue quien lo convirtió en lo que ahora es. En uno de sus actos sexuales, salió gravemente herida y se desangro. No lo resistió. Pensé que Ten retomaria su vida de manera normal, pero, desde hace un año me enteré que había vuelto a lo mismo. Lo supe por MinJae, al menos ella si pudo alejarse de él. Iseul, te aprecio mucho, por favor hazme caso y déjalo  

Si, quizá debería dejarlo.
Pero no lo haré.

─Voy a estar bien

Es lo último que digo antes de entrar también a la cabaña.
Voy directo a buscarlo.
Se escucha ruido en el baño.

Tiene recargada su mano en la puerta deslizante de vidrio opaco. No se está bañando realmente, solo deja que el agua caiga encima. Incluso aún tiene ropa.

Se percata de mi presencia y me apresuro a desvestirme.
Una gasa se había quedado pegada, pero valiendome un carajo el dolor, la desprendo. Ha salido sangre de nuevo. Aún así, entró con él.

─Vete   ─niego y me da la espalda.

Abrazo su cuerpo, da la vuelta y me avienta contra la puerta, caigo pero el mismo me toma de los hombros para levantarme.

─Castigame, no me iré

Parpadea continuamente debido a la frustración y quizá enojo contenido.

─¿Eso es lo que deseas?  ─asiente y me baja. Me pone de rodillas y baja sus pantalones─.  Ya sabes que hacer

Abro mi boca y comienzo a chupar.
Toma mi cabeza con ambas manos y la hace hacia adelante y atrás.

No me está dejando respirar. Pero no puedo siquiera quejarme. Comienzo a estrangular más su miembro en mí boca. Necesito que se corra rápido.

Levanto mi vista solo un poco para verlo. Ha quitado su camisa.
Subo mis manos, acaricio su torso atreviendome a dejar pequeños rasguños en el viaje.

─Quítate   ─lo hago y agradezco que no me haya dejado tragarme su leche.

Me levanto del piso y me coloco bajo la regadera. Le doy la espalda mientras me enjabono.

─Estoy aquí, no tengo ganas de irme, en todo caso voy a disfrutar lo que me des hasta que debas irte

─No seas estúpida, no te enamores

─Eres dueño de mi cuerpo, no de mis sentimientos

─¿Cómo debo interpretar eso?

─Me importa poco como lo quieras interpretar

Y ya que sé la verdad, la única que decidirá seguir con ésto o no, soy yo.