Capítulo 11 "Con cada espacio de mi corazón"

81 8 2
                                    



Pov's Kim Hyun Joong

El entrenamiento por la mañana siempre me calmaba. Despertaba todos los días a las 5:30 de la mañana para cumplir con mi rutina de ejercicio diario. Pesas, maquinaria para la musculatura y fuerza, además de cardio era lo que casi siempre hacía. A las 9 volvía a casa, tomaba una ducha y la señora Se Hol se encargaba de tenerme el desayuno listo cuando terminaba de asearme.

Así que cuando son las 5:45 salgo de casa para dirigirme al gimnasio. Corro en la trotadora durante una hora y me meto en las máquinas para ejercitar bíceps, abdomen y espalda. Estoy agotado cuando termino y es porque hoy me exigido un poco más que de costumbre.

—Buen entrenamiento.—me dice mi entrenador. —¿en qué estás pensando que te ha hecho entrenar de esa forma?

Yo lo miro solamente.

—Está bien.—me dice, levantado sus manos en rendición.—Si las miradas mataran. Estaría más que muerto.

¿Debería reírme?

—Nos vemos.—murmuro antes de salir del gimnasio.

Desbloqueo mi auto y salgo a toda velocidad hacia mi casa. Me doy una ducha y cuando estoy listo, bajo a comer mi desayuno ya preparado. Termino y me marcho nuevamente.

—No llamaste.—me dice Kyu Jong cuando me hace entrar a su casa.

—¿Debo llamar?

Él me sonríe.—No claro que no. —pone una mano sobre mi hombro.—¿estás bien?

Asiento y me encamino hacia el sofá.—¿Juguemos una partida? —le pregunto mientras agarro el control de la Playstation.

—Por supuesto. Iré a bañarme, pedí una pizza. Si llega y yo estoy en la ducha, recíbela por mí.

Él se marcha para ducharse y yo me quedo solo jugando una partida en solitario. El timbre suena y tomo la billetera de Kyu Jong. Saco dinero y le pago al repartidor, guardo el cambio  nuevamente, pero una pequeña imagen ha llamado mi atención. Un niño está en los brazos de Kyu Jong y ambos están sonriendo, aunque no logro distinguir el rostro del niño porque está abrazando a mi amigo.

—¿Quién es él?—le pregunto a Kyu Jong cuando ha vuelto ya vestido y mucho mas decente.

Su rostro pierde el color de inmediato y me hace dudar. Si antes estaba curioso ahora lo estaba todavía más.

—Es un niño.

—Ya sé que es un niño.—digo irónicamente.

Él sonríe y camina hacia mí para arrebatarme la imagen torpemente.—Es un fan.

—¿Y por qué llevarías una imagen así en tu billetera?

Él se rasca la nuca.—Tiene una historia muy triste, lo conocí cuando fui a donar juguetes al hospital en navidad.

Ah.

—Eres un lindo. —le digo con diversión.—por un momento pensé que era un hijo oculto tuyo.

Él comienza a toser, salpicándome pizza en la camisa.—Eugh.—salto hacia atrás con asco.

—De qué hablas.

—Es broma, idiota.—me río de él .— sé que es tu hijo escondido, no me mientas. Eso explica tus salidas del país tan prolongadas.

Su rostro se endurece y no luce nada contento por mi broma.—estas de broma.

—Lo estoy, idiota. Y bueno, ¿vas a dejarme patear tu trasero en el fifa?

Paso el resto de la mañana junto a él y quisiera o no, agradecía que él despejara mi mente.

Escrito en el AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora