Escrito en el Agua

Capítulo 5 "El sacrificio"

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Aparece un recuadro en la pantalla que se ha vuelto negra.

Mi respiración está entrecortada y no paro de temblar mientras mis ojos se llenan de lágrimas. Apago rápidamente mi laptop y camino por la habitación intentando asimilar lo que acabo de vivir.

Le vi. Después de mucho tiempo. Su voz sigue repitiéndose en mi mente una y otra vez junto a su imagen.

¿A ese amigo te referías Kyu Jong cuando dijiste que fuiste a celebrar la llegada de un amigo?

Mi corazón late dolorosamente en mi pecho y tengo un nudo en la garganta que no se me quita ni con los tres vasos de agua que me he tomado ahora mismo.

Estaba ahí.

Nunca pensé que verlo me afectaría tanto, maldita sea porque no he parado de llorar en toda la noche.

Yo sé que lo olvidé, aún así no sé por qué estoy actuado de esta forma.

¿Qué pasa conmigo?

Veo a Leo dormir en su cama por un largo tiempo. Me cuestiono a mí misma si tomé la mejor decisión al irme y ocultarle nuestro hijo. Si fue lo correcto decirle a Leo que su padre estaba muerto y que no vendría.

¿Cuánto más tendría que lidiar con esto?

¿Ottoke?

Miro mi celular encenderse por una llamada entrante de Kyu Jong. Ni siquiera quiero saber qué sucedió en Corea. Kyu Jong ha llamado muchas veces ya. Veo la llamada ceder y en unos segundos me llega un mensaje.

"Lamento mucho lo de antes, yo no tenía idea de que él venía. Perdóname, por favor. No te preocupes, él no te ha visto el rostro porque yo cerré la pantalla antes de que pudiera realmente verte. Sabe que estuve hablando con una chica, pero le mentí diciendo que Bo Ra y yo estábamos teniendo un video chat caliente. Así fue como le expliqué porqué cerré la pantalla de golpe. Todo está bien, seré más cuidadoso de ahora en adelante."

Leer su mensaje no me libera de mis preocupaciones, pero me alivia lo suficiente para irme a la cama y poder dormir varias horas.

Despierto a las 10 de la mañana debido a Leo quien me trae el desayuno con la ayuda de ahjumma.

—¿Fue idea de mi pequeño traerme desayuno?—le hago cariño a Leo mientras él pone una flor detrás de mi oreja con sus pequeñas manitas.

Ahjumma nos mira con dulzura desde la puerta y sale de la habitación.

Leo asiente.—Mami, ¿por qué eres tan linda?—me dice con su dulce voz.

—¿Y tú por qué eres tan precioso mi niño? —le doy un beso en su cabecita.

Me paso el resto del día intentando mantener mi mente despejada y me enfoco al 100% en Leo. Partimos la mañana mientras le doy un baño de espumas y almorzamos con ahjumma. Quería llevar a Leo al parque de atracciones, pero no podíamos ir porque mi auto está en el hospital. Tendría que pedirle a mi secretaria que enviara a alguien del personal a buscar mi auto debido a que se me había olvidado por completo darle mi número a Tae Kyung, tenía otra llave de repuesto, así que no tenía mayor problema.

Tenía otro auto, pero era un auto de tan sólo dos asientos, no podía llevar a Leo sin su silla y tampoco en el asiento de adelante.

Realmente debí ir con ese auto a trabajar ayer.