XVII

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Sensaciones


— Siéntanse como en casa —dice JiMin al dejarlos pasar y pronto se escabulle al interior, a seguir bailando junto a HoSeok.

Por su parte, Lisa va directo a la cocina en búsqueda de alcohol, mientras JungKook se deja caer sobre un sofá de tres cuerpos. A su vez, SeokJin toma de la mano a NamJoon y lo guía hacia la terraza del departamento.

— Ven —palmea JungKook el espacio libre a su lado—, siéntate aquí, TaeHyung.

— Tú papá me va a matar —expresa aún no muy convencido de haber cedido a las artimañas de Lisa.

— Olvídate de él y disfruta.

Si de disfrutar se trata, el dueño del lugar lleva la delantera. Ha estado compartiendo pastillas con varios de sus invitados, los que bajo los efectos de la droga tocan todo lo que encuentran a su paso y piensan que bailan cuando en realidad sólo se mueven de forma errática en el mismo metro cuadrado que los sostiene.

— ¿Qué te parece, Tae? ¿No quieres bailar?

Quiere hacerlo, en el pasado TaeHyung no se perdía oportunidad para animar las fiestas familiares, por lo que, supone JungKook, ahora de adulto no sería extraño verlo bailar entre desconocidos. Sin embargo, TaeHyung reprime sus instintos.

— Mejor acompañaré a NamJoon hyung.

— No —lo detiene JungKook—, quédate conmigo —pide sin soltar su brazo, en un férreo agarre porque sabe que si lo suelta todo su plan se irá a la mierda.

— ¡Chicos! —oportuna, Lisa se sienta junto a JungKook y extiende una botella con cerveza— Toma, Tae.

— Gracias —expresa un tanto incómodo, reconociendo que no es necesario que JungKook esté tan apegado a él.

— Qué pena que no puedas bailar conmigo —dice Lisa con un puchero, mientras acaricia la pierna derecha de JungKook.

— Podrías bailar con Tae.

— ¿En serio? —entusiasmada, echa su cuerpo hacia adelante para alcanzar a mirar a TaeHyung— ¿Vamos?

— No, gracias...

Bebiendo cerveza, TaeHyung evita el reproche de Lisa y se pierde en el estado alterado de las personas que llenan el departamento de JiMin. Se pierde en la diversión de otros hasta que todo parece ser eclipsado por lo que ocurre en la terraza, donde NamJoon poco a poco se deja caer en el toque de SeokJin, en cómo aquel sigue al pie de la letra las instrucciones de JungKook y termina por sonreír triunfante cuando NamJoon acepta un cigarrillo de marihuana.

Si JungKook se satisface ante lo mismo que observa TaeHyung, es porque reconoce que su primo desata la oscuridad que hay en él. Por ello, al estar enamorado del pecado, JungKook no teme caer en el infierno y disfruta de cómo SeokJin a atrapado a NamJoon entre sus redes. De tal modo, JungKook no se pierde detalles de cómo TaeHyung se sorprende al ver que NamJoon y SeokJin se escabullen dentro de una de las habitaciones del lugar.

— ¿Es idea mía o Seokjinnie se va a encamar con Namjoonie?

Lisa lo pregunta de forma tan inocente que JungKook sólo sonríe y luego pasa los brazos por sobre los hombros de ella y de TaeHyung.

— Rápido te olvidó NamJoon.

— ¿Ah? —se sobresalta el castaño al salir de sus pensamientos— S-sí.

— ¿No te molesta?

TaeHyung niega con la cabeza, pues en cierto sentido se siente aliviado ante el hecho de que NamJoon se haya ido con otro. Lo reconforta saber que NamJoon se ha permitido caer en los brazos de otra persona.

— Pareces satisfecho —menciona JungKook al ver la sonrisa que se ha formado en los labios de TaeHyung.

Está satisfecho, pero TaeHyung no lo afirma, sólo se pierde en el baile ajeno y continúa bebiendo. Todos a su alrededor parecen inmersos en sus propios mundos, tan contagioso parece aquello que el castaño busca la forma de no pensar tanto, no pensar, sólo disfrutar el momento. Por ello, acepta otra cerveza de Lisa y ella ríe, perdida en la borrachera que pronto la invade, fascinada por tener a JungKook a su lado, fascinada porque lo puede besar en el cuello y lo puede acariciar peligrosamente cerca de la entrepierna sin saber que JungKook disfruta de las sensaciones con los ojos cerrados, sin saber que JungKook comienza a acariciar la nuca de TaeHyung con movimientos cada vez más lentos y profundos a medida que ella lame el lóbulo de su oreja.

Pronto, las respiraciones de los tres se comienzan a hacer pesadas, el hormigueo que recorre sus cuerpos se comienza a hacer más intenso y el mareo placentero los va atrapando cada vez más. Entonces, es el ruido de un vaso quebrándose contra el suelo lo que vuelve a TaeHyung a la realidad. Frente a él, ve que JiMin ríe y pide disculpas mientras HoSeok recoge los vidrios rotos. La persona afectada no sabe qué hacer más que decir que no fue nada, sólo un descuido al haber chocado con ellos al bailar.

JungKook ha apartado la mano de la nuca del castaño y espera a que diga o haga algo. Lisa, pendiente del ir y venir de HoSeok, no se da cuenta de nada hasta que se ve sentada sola en el sofá.

— TaeHyung, espera —intenta retenerlo JungKook.

Si las luces estuviesen encendidas al máximo, el menor reconocería en el espejo que decora la pared que ambos están sonrojados.

— No me toques, JungKook —expresa librándose de su agarre—. Me voy a casa.

— Llévame contigo.

— Pide un taxi.

JungKook alcanza a poner una mano sobre la puerta con tal de que TaeHyung no la alcance a abrir.

— No, si Lisa sabe que me voy sin ti hará todo lo posible para que me quede.

— Ella es tu problema, no mío.

— El toque de queda —dice JungKook a modo de recordatorio, como si fuese un argumento de mayor peso.

TaeHyung agacha la cabeza y suelta un suspiro. Está dispuesto a buscar mil pretextos que lo alejen de su primo, pero al ver que Lisa se aproxima cambia rápidamente de parecer.

— Te espero afuera —es la respuesta del castaño antes de salir, librándose así de la arremetida de Lisa, quien sólo deja marchar a JungKook cuando éste promete que el día domingo irán al cine.

Afuera, TaeHyung espera junto al taxi que se acaba de detener y, al ver que JungKook se aproxima, sólo se sube y lo vuelve a esperar. De algún modo, TaeHyung no entiende su actuar contradictorio; primero deseaba escapar de JungKook, pero al segundo después se vio haciéndolo escapar de Lisa. Por aquellas dudas, el viaje en silencio se hace más largo de lo esperado hasta que las 3:45AM marca el momento exacto en que llegan a su destino y, sólo entonces, JungKook pide ayuda.

— Llévame.

— Puedes caminar solo —expresa TaeHyung luego de cerrar la puerta del taxi.

— Me duele.

JungKook lo mira de forma suplicante, pero TaeHyung no lo mira, sólo se agacha para que el menor se suba a su espalda.

BAD BYE │KOOKV。o○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora