BAD BYE │KOOKV。o○.｡o○.

XX

Pretendientes

JungKook está convencido de que ésta es la ruptura definitiva. Basta con aún sentir el ardor en su mejilla como para saber que Lisa iba muy en serio cuando lo abofeteó antes de gritar que no lo quería ver más.

De camino a casa, HoSeok dice que fue su culpa, que nunca debió decir "¿Por qué te enfadas tanto? Fue una estupidez, me atrasé sin querer, no es para tanto ¿Te lo tomas a mal porque andas en tus días?".

— Tuve que haber grabado ese golpe —se ríe HoSeok.

— La juzgué mal por su peso —responde JungKook acariciándose la mejilla—. Es más fuerte de lo que pensé.

— Hey, por lo menos tienes la excusa de que no te tendrás que preocupar de qué regalarle en San Valentín.

— ¿Y tú has pensado en qué regalarle a JiMin? —pregunta más por molestarlo que por curiosidad.

— Iremos a Busan —responde con una sonrisa—. Nos quedaremos en un hotel frente al mar.

Luego, la conversación cambia y se enfocan en el próximo partido de fútbol, en cómo la práctica de hoy los dejó demasiado mal para recién ser lunes. Incluso, JungKook se queja de que al entrenador poco le importó que su pie no hubiese mejorado al cien por ciento.

— Olvida a ese viejo —lo anima HoSeok, revolviéndole los cabellos para luego volver a posicionar su mano sobre la caja de cambios—, lo bueno es que mañana te suspendieron la clase de las 8, ¿no es así?

— Oooh síiii —se estira JungKook con una sonrisa.

De pronto, una llamada obliga a JungKook a pedir que HoSeok cambie el rumbo. A su favor, no es tan abrupto el giro que deben realizar y, prometiendo que al día siguiente pagará el almuerzo, JungKook se despide de HoSeok una vez que éste lo deja en las afueras de una cafetería.

Al ingresar, el calor del lugar conforta a JungKook y no le es problema alguno identificar en qué lugar se encuentra NamJoon. Ahí, con su alta estatura y pulcro vestir, NamJoon le hace una seña y, de inmediato, JungKook parece correr a su encuentro.

— ¿Qué mierda te pasó? —cuestiona con una sonrisa amplia, está reprimiendo su carcajada y en nada ayuda el que NamJoon baje la mirada— Oh... —recuerda de pronto los mensajes y llamadas que no ha atendido de parte de SeokJin, debido a que en su fin de semana sólo tuvo cabeza para pensar en TaeHyung— NamJoon, no me digas que eso... —señala el morado de su mejilla— ¿fue Jin? ¿Jin te golpeó? —parece reír otra vez y NamJoon no puede hacer más que asentir con la cabeza— ¡Mierda, NamJoon! —ríe de forma estrepitosa, llamando claramente la atención del resto—. Por qué, cuéntame el por qué.

— Pronuncié el nombre de Tae mientras lo hacíamos.

De inmediato, la risa de JungKook se acalla y su ceño fruncido se hace presente, junto el movimiento constante de su pierna derecha.

— ¿Qué mierda?

— Por eso te pedí que vinieras, JungKook —expresa con aflicción, sin percatarse del estado del menor—. Esa noche Jin hyung dijo que... lo siguiera, que podía enseñarme algunas cosas y... no sé, mi cuerpo respondía a cada una de sus caricias... Tuvo que haber sido la droga lo que me dejó tan vulnerable y... en verdad lo estaba pasando bien con Jin hyung, pero... sin querer... no sé, se me salió...

— Mencionaste a TaeHyung y Jin te golpeó —cruzándose de brazos, lo interrumpe JungKook—. No me extraña. Jin es bastante celoso.

— Quiero disculparme con él —implora NamJoon, mirando al menor con culpa—. Jin hyung me sacó de la habitación, dijo que me fuera y no me dejó darle alguna explicación... Yo... quiero que me digas en dónde lo puedo encontrar, no puedo esperar hasta el viernes para verlo en el bar en el que tocas con él.

— Heriste su orgullo, dudo que Jin quiera saber algo de ti.

— JungKook, por favor.

— Olvídalo, NamJoon —menciona restándole importancia al asunto.

— No puedo olvidarlo.

— ¿Te quedó gustando? —cuestiona con una sonrisa de medio lado— ¿Quieres repetir tu encuentro con Jin?

NamJoon no responde con palabras, pero sí es su sonrojo el que responde por él.

— Ok... —suspira el menor luego de pensárselo bien— Hablaré con él.

— ¡Gracias! ¡Gracias!

— No agradezcas todavía, el resto lo tienes que hacer tú y procurar que nunca más mencionarás a TaeHyung delante de él.

— Lo sé, lo sé.

— A todo esto... ¿ya te olvidaste de mi primo?

NamJoon guarda silencio por un momento, más del que quisiera JungKook.

— Habla de una vez.

— Es que... —duda NamJoon— No lo sé... siento como que... TaeHyung realmente es un imposible para mí, que haga lo que haga él sólo me ve como un amigo.

JungKook sonríe ante esa respuesta, aliviado por tener el camino libre, sin más pretendientes de los que hacerse cargo.

— Además... —prosigue NamJoon—, últimamente su amigo YoonGi ha ido todos los días a buscarlo a la empresa.

— ¿Qué dices?

— Se ven muy bien juntos —termina pronunciando NamJoon para sí mismo.