IV

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Escape


El primer día de invierno, a dos semanas de la muerte del abuelo, JungKook despierta ante el sonido de su teléfono celular, el que no atiende y prefiere voltear en busca de calor, el que encuentra a su lado ante el cuerpo desnudo de Lisa. Es su habitación y, por tanto, el olor a incienso aún revolotea en el aire y lo obliga a sentarse, a querer salir de ahí y regresar a casa. A lo mejor, recordar su casa lo hace recordar todo lo demás; el día que es, el por qué tiene diez llamadas perdidas de su madre y tres de su padre.

A JungKook le lleva una hora llegar a la empresa. La ceremonia dio comienzo treinta minutos atrás, por lo que, caminando por el pasillo central, no es ajeno a las miradas de reproche que recibe de los empleados y, por sobre todo, de su padre que pronuncia el discurso desde el escenario. A su favor, toma asiento junto a su tío, quien le palmea la pierna y sonríe.

— Te has perdido veinte minutos de un discurso apasionante —susurra con ironía, lo que hace que JungKook observe a su padre con burla.

— El abuelo contaba chistes aburridos en medio de sus discursos, pero por lo menos su aburrimiento me hacía reír. En cambio, papá me hace querer salir de aquí.

Justo al finalizar sus palabras, el padre de JungKook termina su discurso. Posterior a ello, se proceden a anunciar las nuevas direcciones de la empresa, donde existen algunas expresiones de júbilo al saber que TaeHyung y su padre ya no trabajarán en la sucursal de Londres, sino que trabajarán en Seúl, a la par con el padre de JungKook.


Más tarde, el cóctel con los empleados de la empresa no se hace esperar, donde varios empleados y empleadas se acercan a saludar a TaeHyung.

— No sabía que mi hijo tenía tanta popularidad —repara al ver que el castaño es constantemente asediado por saludos, ofrecimiento de cócteles y postres.

— Por lo menos parece tener un guardaespaldas especial.

— ¿Quién? ¿NamJoon? —sonríe el hombre mayor ante las palabras de su sobrino— Pareces celoso.

Sin ser consciente de que su tío está bromeando, JungKook guarda silencio y apresura la copa de vino que tiene en su mano, instante en que es su madre la que se acerca y, con una sonrisa, lo reprende de manera disimulada con tal de que el resto de las personas no se percaten de lo que ocurre.

— Por lo menos llegué, ¿ok? No es tan grave —JungKook no es bueno disimulando, por lo que su madre suspira frustrada tras la vacía reprimenda y observa a su cuñado en busca de ayuda.

— No lo estreses tanto, con los estudios y el equipo de fútbol, cualquiera andaría con la cabeza en las nubes.

A su favor, siempre ha sido su tío el que ha puesto paños fríos en cada una de las discusiones y, además, siempre ha sido su tío el encargado de traer a TaeHyung de vuelta.

— Ven, vamos a ver de qué tanto conversan esos dos.

Tomándolo por lo hombros, el mayor guía a su sobrino hasta el sitio en que permanecen TaeHyung y NamJoon, quienes interrumpen su charla al instante y esperan a que alguno de los recién llegados diga algo.

Lo cierto, es que la cercanía provoca en JungKook sentimientos contradictorios y se muestra indiferente a lo que su tío expresa, sino que, perdido, observa a TaeHyung de pies a cabeza y trata de comprender de dónde ha sacado tanta belleza, de cómo el tiempo lo ha favorecido y ha permitido que sus facciones lo dejen sin aliento. Entonces, en vez de enfrentar lo que siente, JungKook prefiere escapar, ir a cualquier otro lugar, uno en donde su primo no ocupe todos sus pensamientos.

BAD BYE │KOOKV。o○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora