Temperamental
A siete días de San Valentín, JungKook olvida que Lisa continúa enojada hasta que la ve caminar hacia él, segura de sí misma al vestir el uniforme de las porristas. Tras ella, sus incondicionales amigas la acompañan, casi como unas testigos que están prontas a juzgar al sospechoso como culpable.
— Jeon JungKook —es lo primero que dice para llamar su atención y el aludido sabe que ha comenzado mal—, llevas dos semanas sin hablarme ¿Es otra de tus estúpidas bromas?
— Tuve que estudiar para los exámenes.
— Yo también, idiota, así es que no uses eso como excusa.
El "uuuuuh" que se escucha, obliga a JungKook a levantar la vista de sus zapatos de fútbol, los que segundos atrás se esmeraba en abrochar bien y, con el ceño fruncido, toma a Lisa de la mano y la aparta del banquillo en la que los demás jugadores parecían disfrutar del espectáculo antes del partido.
— Lisa, he estado pendiente de otras cosas. Entiéndeme.
— ¡No te quiero entender!
Ahora, son las porristas las que sueltan una exclamación de asombro, por lo que JungKook realiza un chasquido con la lengua y se lleva las manos a la cintura.
— Lisa, ¿qué quieres? Me tengo que concentrar en el partido.
— Todo es más importante que nuestra relación, ¿no?
— ¡Bésala, idiota! —es lo que grita uno de sus compañeros de equipo, quienes ríen antes de ser reprendidos por el entrenador.
— ¡Ven acá, JungKook! —lo llama el mayor, mientras que las porristas se aprontan a tomar ubicación en el centro de la cancha.
— No creas que te has librado de mí, Jeon JungKook —expresa Lisa antes de acercarse a sus compañeras.
De algún modo, resulta una maldición la conversación previa con Lisa, más aún cuando el equipo contrario se ha percatado de lo ocurrido con JungKook. Así, en cada enfrentamiento con el rival, JungKook escucha las burlas susurradas en su oído y, por más que intenta controlar su ira, termina empujando a uno del equipo rival, lo que conlleva a que obtenga tarjeta amarilla. En el entretiempo, la reprimenda del entrenador no se hace esperar, sobre todo al seguir empatados cuando están jugando de local. Entonces, en el segundo tiempo, JungKook se propone por lo menos conectar un pase de gol para HoSeok, pero lo único que consigue es recibir patadas que lo han llevado al piso en más de una ocasión. Lo están tentando a que reaccione de manera violenta nuevamente para que así lo expulsen del partido. Por ello, es HoSeok quien lo anima en todo momento, tanto que han estado a punto de anotar en tres ocasiones. Así, casi a diez minutos del final, JungKook roba la pelota en el mediocampo y emprende la carrera hacia el arco rival, pasa a dos jugadores y al momento de entrar en el área, conecta un pase hacia HoSeok segundos antes de que un golpe en su tobillo lo lleve al suelo casi al mismo instante en que escucha el grito desaforado de gol.
— ¡No, no, esperen! —grita HoSeok para quitarse a sus compañeros de encima, en un festejo que los mantiene abrazados unos a otros— ¡JungKook está en el suelo!
Sólo entonces, corren hacia su compañero y es cuando ven que JungKook se toma el tobillo y oculta el rostro en el césped, en un vago intento por no gritar ante el dolor. Luego, el médico del equipo lo revisa y lo tienen que sacar de la cancha en camilla.
— Mi amor, mi amor, ¿estás bien? —se aproxima Lisa y pronto es apartada por quienes tratan de hacer su trabajo.
A su favor, no ha sido fractura ni esguince, sólo un duro golpe que lo tendrá cojeando por un par de días. Entonces, teniendo que ver el término del partido desde la banca, JungKook de igual modo festeja el triunfo, un tanto adolorido debido a la bolsa de hielo que ataron a su tobillo.
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BAD BYE │KOOKV。o○.。o○.
FanfictionJungKook y TaeHyung son primos. No se han visto en años, pero la muerte del abuelo paterno los obligará a reencontrarse. Ambos han cambiado, JungKook para mal, TaeHyung para bien. + Historia completa! + NO se aceptan adaptaciones.