BAD BYE │KOOKV。o○.｡o○.

IX

Secreto

JiMin suelta a reír a carcajadas. No sabe por qué JungKook lo cuestiona, no sabe por qué es JungKook quien ha preguntado cuestiones relacionadas al sexo homosexual.

— Es para ayudar a un amigo, ya te lo dije —insiste con amargura.

— No sabía que tenías amigos homosexuales, Jungkookie.

— HoSeok lo hace contigo, eso deja en claro que sí soy amigo de uno.

JiMin palidece al escuchar aquello, aunque pronto un brillo de felicidad e ilusión inunda su mirada.

— ¿Hobi se atrevió a contártelo?

— No.

— ¿Entonces cómo lo sabes? —se asusta.

— Porque conozco a HoSeok, porque, aunque lo quiere ocultar es bastante obvio cuando te mira o habla de ti.

JiMin parece flotar en el enamoramiento, en la fascinación de saber que HoSeok ha sido evidente, tanto como para hacer que JungKook, fiel representante de la indiferencia, haya reparado en sus sentimientos.

— Ahora responde mi pregunta o revelaré lo que ocultan.

— ¿Me estás amenazando?

— Respóndeme, JiMin.

— Pareces desesperado.

— Mi amigo lo está.

— Bien, pero te aseguro que no respondo sobre cómo reaccionará tu heterosexualidad ante lo que oirás.

— ¿Crees que me sorprendo con cualquier cosa?

— No, simplemente creo que el sexo con hombres es tan hermoso que querrás probarlo y yo no sé qué le diré a Lisa para disculparme.

— No hables estupideces.

— Estoy bromeando —ríe JiMin y luego le hace una seña para que se acerque.

JungKook no entiende lo que ve, es más, lo único que descifra son los paquetes de condones, el resto, ni idea. No obstante, como si fuese un especialista en educación sexual, JiMin va mencionando cada producto que saca, para qué sirve, cómo se utiliza, los resultados esperados. Así, lubricantes y juguetes sexuales se pasean ante los ojos de JungKook, quien no sabe cómo realizar la pregunta de rigor.

— ¿Có...? —JungKook siente que su voz se apaga, por lo que carraspea y lo vuelve a intentar— ¿Có... cómo lo haces para no sentir dolor?

— Es cuestión de costumbre —ríe JiMin y deja todos sus implementos a un lado para sentarse en la orilla de la cama.

— ¿Te dolió la primera vez?

— Sentí que me partían en dos —ríe JiMin y, cruzándose de piernas, enciende un cigarro—. Es cuestión de costumbre, nada más —acaba diciendo al exhalar el humo.

— Pero... ¿cómo lo haces para no ser brusco? Digo..., para no hacer daño, para que la otra persona no sienta dolor.

— ¿Te refieres a que tu amigo quiere hacer de activo?

— ¿Activo?

JiMin ríe y luego aclara que activo es el término utilizado para la persona que penetra a otra.

— Ah, sí, sí... —carraspea JungKook—, ¿cómo mi amigo no le haría daño a quien se la está metiendo?

JiMin vuelve a reír con ganas, se acomoda el pelo y lo piensa un buen tiempo antes de hablar.

— Usa lubricante, mete un dedo, luego otro y otro, de forma lenta, hazlo lento, que lo haga lento. No es llegar y meter, ¿entiendes?

— ¿Y aun así sientes placer?

— Tanto que podría parecer un adicto al sexo.

JungKook le quita el cigarro a JiMin para darle una calada y se queda con la mirada perdida en un punto fijo, tan absorto en sus pensamientos que no repara en cómo JiMin lo analiza.

— ¿En verdad es un amigo tuyo el que tiene dudas?

JungKook no responde, tan sólo devuelve el cigarrillo y, antes de emprender la huida, vuelve a hablar.

— No se lo digas a Lisa o el entrenador del equipo de fútbol será el primero en saber que HoSeok es gay y —voltea a observarlo con autosuficiencia— tú sabes que ese viejo es capaz de romperle las piernas si se llega a enterar.