Trece.

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**IAN**

No entendía lo que estaba sucediendo. ¿Que había hecho?.
¿Porqué Key no quería ni verme?

Me sentía tan frustrado, ella me gustaba de verdad y no quería echarlo a perder. Soy un completo idiota. Ni siquiera entré a la última clase, salí al patio trasero y me senté bajo las gradas. Frote mi cara repetidas veces.

- ¿Porqué tan triste? - levante la vista al escuchar la voz de Sally.

- Sally, que haces aquí.

-Pues supongo que lo mismo que tu, saltándome una clase.

- ¿Quieres sentarte? -pregunte por cortesía.

- Claro. -se acomodó a un lado mio, muy cerca de mi. -¿Ahora me dirás porque tan decaído?

- Me gusta una chica, pero creo que hice alguna estupidez, ella no quiere hablarme.

- ¿Hablas de Keyla? -la mire sorprendido.

- ¿Cómo sabes? ¿Te...te dijo algo?

- Bueno ella es mi amiga y se te nota a kilómetros que te gusta.

- Pero te ha dicho algo sobre mi! Yo sólo quiero saber que fue lo que hice.

-Enserio te gusta ¿no?

- Me gusta mucho, y creo que desde que nos besamos no he podido de dejar de pensar en ella.

- ¡¿Se besaron?! -preguntó exaltada.

- Si.

Se quedó callada por unos instantes, parecía estar procesándolo todo.

Suspire.

- Ian, no te preocupes Key es mi amiga pero tu también eres mi amigo y quiero ayudarte. Hasta ahora Key no me ha dicho nada pero puedo averiguar que le pasa.

- Gracias Sally pero...

- Por favor dejame ayudarte. No me gusta verte así.

La miré, Sally y yo casi nunca hablábamos, la conocía desde primer año cuando unos chicos la estaban molestando por usar frenos, yo la defendí y desde ahí sólo habíamos cruzado unas cuantas palabras. En cambio a Elena a ella la conocía desde mucho antes, ella es mi vecina y nos conocemos desde muy pequeños, fuimos amigos por un tiempo, pero las cosas cambiaron al entrar al instituto, mis amistades crecían y al principio ella era parte de esas amistades pero después de lo ocurrido se distanció de mi, y aveces extrañaba a esa amiga que siempre me regañaba cuando no entendía algo.

- Dejame ser tu amiga. -me dedico una sonrisa.

- Sally ya somos amigos -me abrazo sin perder tiempo.

Llegó la hora de salir del instituto Sally me acompañó hasta afuera de las instalaciones.

- Voy a esperar a Key, necesito saber que le pasa conmigo. -dije cruzándome de brazos.

- No debes de ser tan insistente, eso solo hará que se distancié mas de ti.

La vi a lo lejos hablando con Elena y Clara, trataba de sonreír se le notaba pero no lo conseguía, de repente me dieron ganas de ir y hacerla sonreír un poco, de escuchar su risa. Pero en cuanto me vio supe que no era el momento, sabía que estaba enojada conmigo lo presentía, ¿pero porqué?, tal vez fui demasiado rápido.

Las ansias me mataban, solo quería acercarme.

- Ian, no te tortures más -dijo Sally a la lejanía.

- Es que no entiendo.

- Tu tranquilo ya te dije que yo te ayudaré.

- Hey, hermano no entraste a clase -dijo Alex acercándose a nosotros.

Hasta mi último latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora