HIM & I \ Sherlock Holmes

Capítulo 2

Narra Anne
Mientras descansaba escuché disparos que venían de la sala. Me levante asustada y tomé una zapatilla y fui a ver qué era lo que sucedía.
-¡Sherlock! ¡Ya basta! -era la señora Hudson. Salí armada igual.
Cuando llegue a la sala vi a Sherlock disparándole a la pared.
-¿Por qué haces eso?- pregunté.
-Estaba aburrido, mejor acostúmbrate.
-¿Puedo intentar?- pregunté con otra idea en mente.
Sin dudar me paso la pistola, lo apunte. A lo que la señora Hudson se asustó.
Le quité las balas y se la entregué.
-Gracias -dije sarcástica.
-¿Por qué hiciste eso?
-Estaba tratando de dormir.
-Dormir es para tontos.
-Y estar despierto también.

Diciendo eso me di la vuelta y me fui a acostar otra vez. Antes de acostarme puse las balas en la mesita de noche.

Narra Sherlock
-Vaya, al fin alguien que está a mi altura -la señora Hudson me miró feliz -Creó que ella me podrá ayudar a resolver los casos. Si la entrenó bien.
-¿Crees que ella estará de acuerdo?
-Sí, estoy seguro que sí.

Narra Anne
Ya en la noche fui a cenar con Sherlock, al llegar al comedor él se levantó de su silla sonriendo.
-Disculpa por haber sido tan grosero.
Lo miré sorprendida sin saber lo que ocurría. Me ayudó a sentarme.
-¿Alguna vez has soñado con ser detective?
Yo extrañada con su pregunta recordé como me gustaba leer novelas de detectives y ser la protagonista. Además con mis amigos tratábamos de resolver casos policiales que salían en la televisión.
-Si,¿por que lo preguntas?
-Se que quieres terminar tu carrera de medicina, pero a la vez se que llegarías a ser una buena detective.

-¿Como lo sabes?
-Soy bueno analizando a las personas, y si yo te entrenó puedes llegar a ser tan buena como yo.
Entonces llegó la señora Hudson con la comida.
-Recuerda que soy tu casera, no tu empleada.
-Si quieren mañana yo podría cocinar - dije tomando agua.
-Eso me ayudaría mucho - dijo la señora Hudson.
-Me parece una buena idea - dijo él. A lo que la señora Hudson y yo nos miramos sorprendidas.

Después de cenar ayude la señora Hudson a lavar las cosas y después Sherlock me preguntó si me gustaba la música.
-Claro que me gusta.
-Voy a tocar algo en el violín para ti.
Yo estaba muy sorprendida.

Ya más tarde en mi habitación recordaba lo que me habían dicho de Sherlock, que era serió, gruñón. Y me di cuenta de que no era así y me propuse ser una buena estudiante para así no decepcionarlo.