Anne decide vivir en Londres para estudiar medicina, se muda a Baker Street junto con Sherlock Holmes, ambos resolverán crímenes juntos, llegando a ser más que amigos.
Anne La semana siguiente John, Mary y la bebé fueron a Baker Street. -Cómo siempre Watson, miras pero no observas, por última vez, si quieres la sonaja no la arrojes - Sherlock le paso la sonaja a Rosamund, pero ella se la arrojó en la cara, intenté no reírme fuerte, ya que John y Mary dormían en el sofá. -Definitivamente tiene que estar con su tía Anne - la tomé en brazos y la senté en su silla especial para que comiera. -Es hora de comer bebé Watson. -A ver si es que contigo quiere comer. -Claro qué si. Sherlock se puso al lado mío para ver mejor.
Le serví comida, pero cómo no le gustó me tiró el plato en la cara, Sherlock se rió con fuerza. -Admitelo, no quiere a ninguno de sus padrinos, deja que te limpié - dijo con burla. -Iré a darme un baño, cuidala, esa bebé es...especial. Me bañé con rapidez, me puse una bata, llegue a la sala y vi a Sherlock intentando cambiarla de pañal. -Vaya, ahora si lo he visto todo, el hombre más inteligente de Londres no sabe poner un pañal. -No te burles.
Le cambié de pañal y se la pasé. -¿Que hago con ella? -Haz que se duerma. Es sencillo, mira, pasamela - me la paso -Toca tú violín, le gustará. Empezó a tocar su violín, Rosamund pareció disfrutar la música, ya que empezó a reír. Sherlock sonrió. Después de que se fueran,eso cómo a las tres de la mañana me puse a ordenar la sala, terminé y me senté en el sofá.
-Sigo creyendo que esa bebé está poseída - dijo Sherlock. -No está poseída, es una bebé, los bebés se aburren. -Si tenemos hijos, nunca se aburrirán.
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Quedé impresionada ante sus propias palabras. -Dijiste: Si tenemos. -Si, ¿Por? Me levante y fui a su lado y lo besé. -¿Quieres tener hijos conmigo? -Si, ¿por qué no? No ahora, tal vez en el futuro. -Te amo tanto - lo besé,me tomó en brazos, puse mis piernas alrededor de su cintura, él sujeto mis caderas y continuó el beso. -Chicos, olvide mi...celular - dijo John, al vernos en esa posición enrojeció. Con Sherlock nos separamos al instante, le entregué su celular. Sherlock lo miró molesto.
-Yo...ya me...voy - bajó las escaleras con rapidez. -¡Maneja con cuidado! - dije, noté que mis mejillas estaban rojas. Miré a Sherlock, éste arreglaba su ropa -Iré a dormir, que descanses. -Igualmente - se limitó a mirarme. Fui a la habitación y me tendí en la cama. Me puse pijama y me acosté, cerré los ojos. Escuché cómo se abría la puerta. -¿Anne, estás dormida? - preguntó Sherlock. No le respondí -Si es por lo que pasó, tenemos que hablar. Me di la vuelta.
-¿De que quieres hablar? -De lo que pasó. Fue... -¿Un error? ¿Cómo en el hotel? -Iba a decir: Inesperado. -No te gusto, ¿Tan mal besó? -No, no, me encantan tus besos. Solamente quiero que tú primera vez sea especial, te lo mereces. Me dio un besó en la frente. -Te amo. -Yo igual, duerme.
Sonreí, me di la vuelta y me pude quedar dormida. Desperté de buen ánimo, Sherlock dormía abrazado a mi espalda. No me moví para que no se despertará. -Tenemos que interrogar al pastor Daniel. -¿Cuanto rato llevas despierto? -Poco. Hay que levantarse. -¿Y si nos quedamos en cama? -No insistas. Me soltó y fue a bañarse. Me quedé afuera del baño.
Él salió usando sólo una toalla para cubrir de la cintura para abajo, pude contemplar su tallado abdomen. -¿Te gusta lo que ves? -Yo...yo...yo... ¿Cuál era la pregunta? Sonrió y se metió a la habitación, entre al baño, me quite la pijamada y entre a la ducha. -¡Que cuerpo! Es perfecto - dije en voz baja. Ya lista fui a la habitación para ponerme ropa, Sherlock no estaba.
Ya lista baje a la cocina, la señora Hudson preparaba el desayuno. -Buenos días querida, ¿Cómo dormiste? -Muy bien, ¿Y usted? -Bien también. -Anne, apresurate, no tenemos todo el día. -Voy. Tomé mi café con rapidez y con Sherlock salimos para tomar un taxi.
