Anne decide vivir en Londres para estudiar medicina, se muda a Baker Street junto con Sherlock Holmes, ambos resolverán crímenes juntos, llegando a ser más que amigos.
Anne Desperté en una habitación del hospital, tenía una hermosa vista. Mi mamá entró. -Hola bebé. -Hola mamí - recordé a Sherlock -¿Y Sherlock? -Él está bien, esta afuera. -¿Podrías hacer que pase? -Sí, seguro - ella salió, entonces entró Sherlock. -Hola Anne - traía flores -No supe cuáles te gustan. -Son girasoles, mis favoritas - se acercó y me besó. -Tenemos que hablar. -Te escucho - me acomodé un poco. -Hable con tú padre y decidimos que lo mejor será que vuelvas a Estados Unidos. -¿Qué? ¿Estás terminando conmigo?
Se quedó en silencio. -¡Respóndeme de una maldita vez Holmes! -No, no estoy terminando contigo, es peligroso que te quedes en Londres, me meto en problemas y tu vienes. -Por si no lo recuerdas,Mycroft me paga por evitar que mueras. Y te amó, no me puedo ir. Quiero quedarme contigo, quiero formar una familia contigo. Y no importan las circunstancias, quiero estar a tu lado, y si me disparan nuevamente, estaré orgullosa de que haya sido por ti.
Entonces entraron mis padres y mi hermano. -¿Te quieres quedar? - preguntó mi papá. -Sí. Ya soy adulta y puedo tomar mis propias decisiones. -Anne - dijo Sherlock. -Y si no les molesta, quiero dormir un rato. Los tres se fueron, lloré en silencio. Entonces llegó Vanessa. -Hola. -Hola, ¿Cómo te sientes? -No tan bien. -¿Necesitas más morfina? -Aparte de eso, Sherlock quiere que regrese a Estados Unidos.
Hice una señal para que se sentará a mi lado. -¿Y tu quieres eso? -No, me quiero quedar con Sherlock, lo amó. Y quiero hacer mi vida con él. -Nada que ver, pero cuando Noah se entero que estas saliendo con Sherlock se puso muy triste. Traje chocolates - dijo pasandome la caja. -Gracias. Cuando ella se fue llego Joel. -Hola hermanita. -¿Tu también estás de acuerdo de que vuelva a Estados Unidos? Se sentó a mi lado.
-Cómo tu hermano mayor quiero lo mejor para ti, pero cómo tu amigo también quiero que seas feliz. -Hasta mi propio novio quiere que me vaya. -Hable un poco con él, me dedujo. Pero dijo que te ama. Lloré y mi hermano me abrazo. -Tu hermano tiene razón - dijo Sherlock dejando su abrigó sobre la silla. -Dejaré que hablen en privado, y usen protección - lo último lo susurro. Rodé los ojos, cerro la puerta, Sherlock se sentó en la silla. -No tengo ganas de hablar. -Por favor, no me ignores. -¡Quieres que me vaya! -Es por tú bien. -¿Sabes que? Hablaré con tú hermano. -¿Para que? -Tu una vez dijiste que prácticamente es el gobierno británico, él me ayudará con la ciudadanía. -Que terca eres. Se fue, me dio pena.
Sherlock Salí, sus padres y hermano habían ido a dormir en un hotel, yo no quería irme, no podía dejarla. Entonces llegó Mycroft. -Tú novia hizo un excelente trabajo en salvarte la vida. -No fue por un trabajo Mycroft, lo hizo porque le importo... -Ya veo lo que sucede, esa chica logró romper esa coraza que rodea tú corazón. ¿O me equivocó? -No, no te equívocas. Me enamoré de ella. Y no quiero que nada le pasé. -Tú novia va a estar bien. Si quieres la podemos cambiar de hospital, uno de mejor calidad. -Quiero lo mejor para ella, pero tendrías que hablar con su familia primero.
A la semana siguiente su familia se fue de vuelta a Estados Unidos. Anne entró a la sala, nos quedamos en silencio.
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-Y, ¿cómo te sientes? -He tenido días mejores, mira - se levantó la camisa y me mostró su cicatriz. Me acerque y toque suavemente su herida. La distancia era poca, la tensión entre nosotros era enorme. Sin más la besé.
Anne Todo estaba bien entré nosotros nuevamente, el besó comenzó a subir de tono. Me pegó a la pared, me quité la camisa. Fui besando su cuello, soltó un gemido, revolví su cabello. Me tiró sobré el sofá, tocó mi herida, me dolió un poco. -Tu herida. ¿Te duele mucho? - se separó de mi. -Si, pero no importa, quiero hacerlo. Se puso arriba de mi nuevamente, entonces la puerta se abrió, era Mycroft. -Cómo lo siento, yo...Volveré después. Nos separamos, Sherlock me paso mi camisa.
Nos miramos y nos reímos. -Eso fue incómodo. -Si, veré que quiere Mycroft. Me puse mi camisa y arregle mi cabello. Toque mis labios y recordé sus labios sobre los míos, y la mala suerte que teníamos cada vez que queríamos tener sexo.