Salí por la puerta, tenía coartada por lo que no podían investigarme. Danielle estaba frente al despacho del director apoyada en la pared con un cigarrillo en los labios. Cómo me conoce pensé.
No soy de fumar, lo hago solo cuando estoy estresada o tengo ganas de tirarme por un puente. Es eso o gritar muy fuerte en medio de la calle, pero claro esto último no me renta porque no sería la primera vez que llaman a la policía.
Salimos al patio trasero donde siempre nos íbamos para evadirnos de todo esto. Saqué del bolsillo pequeño de mi mochila una cajetilla de tabaco y delicadamente situé un cigarrillo entre mis labios. Danielle me dio fuego y rápidamente le di una calada. Lo necesitaba.
Danielle me preguntó por la conversación que habíamos mantenido allí dentro pero decidí no contarle nada, no quería que se lo tomara a malas, pero no le concernía para nada. Cerré los ojos y dejé que el cigarrillo se esfumara por sí solo. Cuando los volví a abrir, para mi sorpresa, estaban los policías con los que había hablado previamente.
- Señorita Daniels, ¿sabe usted que el consumo de estupefacientes esta prohibido para los menores de dieciocho años? -miré hacia la derecha, que es donde se suponía que debía estar Danielle, pero no estaba.
- Cuénteme más por favor, necesito saber más sobre este tema. -dije dándole una calada a mi cigarrillo y expulsando el humo cerca de él.
- Señorita, puede ir a la cárcel. -dijo mirando mi cigarrillo. Yo miré también el cigarrillo, le di la última calada y lo apagué. Me levanté dispuesta a irme, no quería escuchar tonterías. Pero alguien me lo impidió cogiéndome del brazo.
- Sam, tenemos una orden judicial para registrar tu casa -esta vez era Thomas el que hablaba. -Tienes que acompañarnos.
Tenía unas ganas inmensas de llorar así que solo asentí y rápidamente desconecté mis audífonos. Sí, soy sorda. Y es por un motivo que ya contaré.
***
Hola, como andan. Sé que el capitulo anterior era muy corto, así que éste lo he extendido un poco más. Buenas noches de dónde sea que me estén leyendo.
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SICARIA # Wattys2019
Novela JuvenilJack Daniels, más conocido como el mejor puto sicario de toda sudamérica, tiene algo que hacer antes de morir y es ver crecer a su pequeña. Sus amigos lo llaman J pero es conocido por todos como "Tyson" nombre que le puso mi madre antes de ser viola...
