Jack Daniels, más conocido como el mejor puto sicario de toda sudamérica, tiene algo que hacer antes de morir y es ver crecer a su pequeña.
Sus amigos lo llaman J pero es conocido por todos como "Tyson" nombre que le puso mi madre antes de ser viola...
Aquí tienen capítulo. Recuerden seguirme en instagram (laiabelloch22)
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- No es cocaína. -advirtió mi padre a los policías. - Es un tipo de suelo radiante, se puso cuando se construyó la casa, los constructores lo veían más eficaz en el momento en que lo pusieron. Pero la verdad es que hicieron una chapuza.
Todos los policias lo vieron algo normal y salieron de ahí uno por uno.
- Bonito discurso -dijo Tommy sonriendo burlón cuando salía por la puerta junto a los demás.
- No puedo más. Los quiero todos fuera de aquí YA! -dije haciendo hincapié en la última palabra.
Me dirigi hacia mi habitación y la cerré con llave. No aguantaba esto, era demasiada presión para mí. La situación me superaba así que decidí salir a correr un rato y olvidarme de todo un rato.
Me vestí así:
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Cogí mis auriculares junto con mi teléfono y salí de allí sin escuchar a nadie. Sentí la mirada pervertida de muchos policías así que me giré, les sonreí, me volví a girar y les saqué el dedo corazón.
Empecé a correr, me gustaba esa sensación. Desde pequeña siempre había sido muy competitiva, tenía que dar siempre el 100% y cuando llegaba a él, debía seguir dando más.Es por eso que puedo hacerme 20 kilómetros corriendo y no cansarme.
He huido en numerosas ocasiones de los policías, sé los sitios por donde pasar y sé cuando pasan unos, y cuando pasan otros. Algunos siempre hacen la vista gorda pero otros son muy retorcidos.
Se hacía de noche así que decidí volver a casa a ver si todo había desaparecido, darme una ducha relajante y sentarme a ver una película de Netflix.
