Capítulo 9

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Capítulo 9: una mente ruidosa

Izuku dormía tranquilamente después de haber recibido una dosis de tranquilizantes. Kacchan lo observaba junto a la cama, con el ceño fruncido mientras se mordía las uñas con inquietud. Quería ayudar al pecoso, pero no sabía cómo. Incluso si él era la causa de sus pesadillas. Él... quería estar a su lado y protegerle de todo mal. 

Izuku no debía sufrir más, no por él. Incluso si era un deseo egoísta, Katsuki solo quería ver la sonrisa del peliverde. Esa que siempre se dibujaba en su cara cuando estaba con cara redonda y el cuatro ojos... Esa que él añoraba con desesperación... porque después de recibir día tras día aquellos tranquilizantes, la sonrisa de Deku había desparecido por completo. Cada vez que abría los ojos, parecía atontado, ido, perdido en sí mismo... y eso al rubio explosivo no le gustaba.

No quería ver más lágrimas ni oír más gritos como Kacchan, te salvaré. Él no era el que necesitaba ser salvado ahí... No esta vez. 

-Yo te protegeré, Deku.-aseguró una noche, armándose de valor y depositando un beso en su frente.-Porque yo siempre... quise ser tu héroe... Por eso no necesitas ser uno. Porque a partir de ahora, yo estaré ahí para ti, estúpido nerd...

•  •  •  •

El tiempo siguió pasando, dos meses para ser exactos. Los ataques de ansiedad fueron disminuyendo y el peliverde ya no estaba tan atontado por la medicación. Sin embargo, tampoco es que sonriera como al principio. 

Estaba más tranquilo, pero se pasaba los días mirando por la ventana, en silencio, sin moverse.

-Ha llegado a la fase de aceptación.-explicó uno de los médicos.-Si todo va bien, pronto podrá dejar el hospital.

Esa fue una gran noticia bien recibida tanto por los compañeros de clase de Izuku, sus profesores y su madre. Katsuki también se alegraba... Es decir, después de tres meses en el hospital, ya era hora de que le dejaran salir...

Los extras de la clase 1-A decidieron organizar una fiesta en la habitación de Deku para celebrar su inminente salida del hospital. Colocaron guirnaldas, compraron un pastel y pusieron música a todo volumen hasta que las enfermeras los reprendieron severamente.  Todo parecía haber vuelto a la normalidad, todo, menos la mente del peliverde... y su brazo, obviamente. 

Izuku seguía teniendo sueños, aunque ya no tenía despertares tan malos como al principio. Había conseguido reprimir sus ataques de ansiedad, y si acaso, la única prueba de aquellas horrendas pesadillas eran las lágrimas que surcaban sus estrelladas mejillas y que rápidamente borraba para no preocupar a su madre o a Kacchan...

Pero su mente seguía siendo torturada por esas imágenes, y por aquella siniestra voz que solo soltaba veneno:

« Ya no puedes proteger a nadie »

-Cállate...

« Siempre quisiste alcanzarle, pero ha vuelto a dejarte atrás »

-Mientes, él no... él ya no...

El rostro de Bakugou apareció frente a él, iluminando un plano astral completamente a oscuras. Kacchan le miraba sonriente, como había estado haciendo desde que había ingresado al hospital... Le regala una sonrisa triste pero amable, hasta que se daba la vuelta, y mientras le daba la espalda, gesitculaba una mueca de asco. 

Eso desmoronó el corazón del peliverde.

« Él está contigo por pena, por lástima ».- aseguró aquella voz. 

-Kacchan no haría...-lloriqueó Izuku, viendo cómo aquel Kacchan comenzaba a alejarse de él.

« ¿Tienes el valor de preguntárselo para saber si es verdad o no? »

-Yo... yo solo quería el poder para caminar a su lado.-respondió Izuku, arrodillándose en el suelo una vez más, una de tantas, pues cada vez que se repetía ese sueño como un bucle, hacía y pasaba lo mismo.

« Querías ser su igual. Querías estar a la misma altura que todos... Pero ninguno te necesita. Nadie necesita a un inútil como tú »

Deku


Deku


Deku

La idea de que Kacchan se alejase y de que se olvidase de él después de salir del hospital martilleó su cabeza. No quería que eso pasara. No quería ser ignorado de nuevo, no ahora que su amigo de la infancia era tan bueno con él... Pero... ¿de verdad lo hacía por lástima?.

-Yo solo... ¡Quería el poder para protegerlo!.-lloriqueó al ver que la imagen de Katsuki comenzaba a desvanecerse en el aire. 

La voz tardó un tiempo en reaparecer en aquel plano astral en penumbra, pues no lo hizo hasta que la última hebra del rubio cabello de Bakugou se hubo difuminado en la oscuridad, dejando a un Midoriya Izuku roto una vez más tanto por fuera como por dentro. 

« ¿Y lo sigues queriendo?. ¿Quieres poder? »

-Poder...-repitió el pecoso con la mirada perdida en la nada.-Sí, lo quiero. Lo necesito.

« Yo te lo daré, ese poder que tanto deseas... Podrás pararte delante del mundo y vencer a todos los que te han dado la espalda »

-Vencer... Con ese poder... podré...-Izuku levantó la mirada, perdido en sí mismo.-¿Para qué lo quería?.

« Para vengarte ».-obvió la voz con mezquindad. 

-¿De quién?. inquirió el peliverde, perplejo. 

« De aquellos que te impidieron ser un héroe »

-Ah...-algo en la mente de Midoriya hizo click.-Claro, de ellos...

Ríndete, eres parte de ese 20%.

Eres un sin particularidad, eres Deku.

Lo siento, Izuku... lo siento.

Ya no puedes ser un héroe...

Lentamente empezó a levantarse. Se tambaleaba y ambos brazos le colgaban, como si fuera una marioneta a la que su titiritero se le había olvidado dar vida con sus hilos. 

« ¿Sigues queriendo ese poder? »

Izuku tardó en contentar. Aún tenía la cabeza gacha, pero la fue levantado con lentitud, hasta dejar ver una sonrisa desequilibrada y unos ojos verde esmeralda cargados de deseo, de ira, dolor... y de quizá... locura.

-Lo quiero.-siseó.

« Entonces ven. Te daré lo que tanto anhelas... Te enseñaré cuál es tu verdadero destino »

You're not a hero (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora