Un nuevo lado tuyo

2. Recuperarse

Lily había llegado con Remus como una exhalación, exigiendo saber que era lo que había sucedido y el motivo por el que lo habían traído al apartamento de Sirius. James fue el que le explicó por encima lo que habían encontrado al llegar, obviando el hecho de sus "buenas" formas al llegar claro. Conforme le contaba todo esperaba que Lily se sorprendiese o se alterara en demasía pero eso no sucedió. Obviamente si se alteró pero James pudo notar que no le pillaba de sorpresa, lo cual le sorprendió a él.

Durante ese tiempo Sirius había estado en su habitación con Snape, vigilando su estado por si empeoraba. El estado en el que lo había encontrado en cierta forma lo carcomía por dentro. No sabía que era lo que había pasado ni quien se lo había hecho pero suponía que había sido algún tipo de mafia o quizá sus padres habían pedido prestado dinero a quien no debían y se habían ensañado con su hijo por no pagarles a término. Si ese fuera el caso, Sirius era capaz de prestarles el dinero. Porque vale que ellos se hubiesen metido con Quejicus pero nunca lo habían dejado en ese estado, ni siquiera se le acercaba. Lo peor a su juicio que habían hecho era romperle un par de huesos o un par de heridas que no tardaban en sanar gracias a Poppy. Aunque bueno, ahora que lo pensaba quizá si James no hubiese salvado a Snivellus de Remus aquel día, si hubiese hecho algo parecido. Eso le provocó una punzada de culpabilidad. Claramente en ese entonces solo quería asustarlo, no dejarlo en un estado similar al que ahora se encontraba. Independientemente de todo, no entendía porque no había usado su magia.

Escuchó como alguien subía corriendo las escaleras y al girarse vio a Lily seguida de Remus y James. Sirius se levantó de la silla y se apartó, dejando que Lily pudiese acercarse a la cama.

-Oh, dios mío. Es peor de lo que pensaba- comenzó a sollozar Lily.

-¿Sabes quien se lo ha podido hacer?- Preguntó Remus que estaba detrás de ella.

-Yo...tengo una idea- dijo mostrándose dubitativa aunque la verdad es que estaba completamente segura de quien había sido- ¿Le habéis dado algo?- dijo intentando cambiar el tema.

-No, te avisamos en cuanto llegamos.

-Bien-soltó un suspiro relajándose- Lo primero es darle una poción para el dolor. Dime que tenéis alguna- los miró suplicantes. Remus salió de la habitación y volvió con un frasco pequeño.-Gracias, eres un sol- James se arrepentía por no tener provisiones pero se aseguraría de serle útil a su pelirroja.

Lily vertió el contenido de la poción poco a poco con una cuchara para evitar que se atragantara o se ahogara mientras dormía. Conforme se iba terminando la poción las facciones de su amigo comenzaban a suavizarse, haciendo que su aspecto fuese algo menos demacrado. Lo siguiente que hizo fue curar las heridas visibles con varios hechizos sanadores.

-Serías una buena medimaga- susurró James a sus espaldas. Pero Lily no le hizo caso, estaba demasiado concentrada.

Cuando terminó hizo salir a los merodeadores del cuarto para que pudiese descansar.

Peter había llegado justo en el momento en el que terminaban de hacer desaparecer todos los papeles que habían esparcidos por el salón. Ahora estaban en el comedor tomando una taza de chocolate caliente que Remus había preparado mientras le ponían al día. El hecho de que Snape no se despertara y el que no supiesen cuanto tiempo llevaba así tenía muy preocupada a la pelirroja y algo asustado a Sirius, porque según afirmaba no quería su cadáver en su casa, solo le faltaba tenerlo de fantasma.

-Deberíamos llevarlo a San Mugo, ellos sabrán que hacer, esto nos viene grandes- dijo Peter.

-No podemos hacerlo. Harán preguntas que Severus no va a querer contestar. No es una opción- dijo Lily sin dejar lugar a una discusión.