Un nuevo lado tuyo

6. Aclaraciones

Snape hacía una semana que estaba viviendo con ellos pero desde la primera vez que James había venido con Lily de visita prácticamente no le veían el pelo. Únicamente lo veían cuando preparaba alguna poción, era la hora de comer o cuando iba a recibir a Lily a la puerta para posteriormente llevársela a su cuarto. Cosa que desagradaba de sobremanera a James. El resto del tiempo no sabían donde estaba ni que hacía. Llegaba hasta el punto de no saber si estaba o no en casa.

Lo bueno de todo esto es que las interminables y absurdas discusiones se habían reducido porque se veían solo en las comidas y bueno, cuando preparaba pociones, en las que Black disfrutaba haciéndole de rabiar, llegando verdaderamente a estropear alguna de ellas. Normalmente esas discusiones acababan en un par de hechizos que hacían estragos en la casa, rompiendo todo tipo de cosas. Por fortuna, Sirius había conseguido contenerse mientras Snape necesitaba reposo pero una vez vio que dejaba de quejarse al sentarse o moverse, empezó a hacer de las suyas.

Tanto Remus como Sirius sabían que a veces salía de casa pero no lo que hacía. Sirius y James estaban convencidos de que iba a reuniones con los mortifagos y de ser así, Black tenía muy claro que se lo iba a hacer pagar y después echarle de casa. No quería que le pudiesen asociar con esa banda por su culpa. Por su parte, Remus pensaba que se trataba de otra cosa y empezaba a preocuparle. Además, Snape no había vuelto a quejarse de la presencia de James, lo que era todavía más raro porque estaba allí todas las tardes fuese Lily o no y cuando eso pasaba ya se había encargado de que sus pociones estuviesen listas o que no requiriesen su supervisión. Era un tiempo que él se pasaba como de costumbre en su habitación. Remus había hablado con Sirius pero él no notaba nada raro. La única respuesta que conseguía de él sobre el tema era que Snape estaría leyendo sobre Artes Oscuras.

Esa misma preocupación era lo que le había llevado a tocar la puerta de Snape y entrar, ganándose una mirada cauta por parte de él.

-¿Qué es lo que quieres?- preguntó fríamente dejando un libro de pociones en la cama para mirarle.

-Quería saber si me puedes ayudar a hacer una poción- preguntó Remus.

-Dime cual, deja los ingredientes y yo la hago.

-Bien y... quería pedirte que me echaras una mano preparando la comida- eran las únicas cosas que se le habían ocurrido para sacarlo de la habitación ya que apenas lo conocía. Snape lo miro enarcando una ceja.

-No. Yo me ocuparé de las cenas.

-Am...¿te sientes incómodo con nosotros?-dijo de repente sorprendiendo a Snape, aunque no lo dejó ver- Si es así quería disculparme-Snape lo miró con una sonrisa burlona-. Yo nunca participé directamente en ninguna broma pero tampoco impedí nada y más siendo prefecto, así que quería disculparme y aligerar el ambiente- dijo Remus algo nervioso mirando a Snape a los ojos. Pero él ni se inmutó.

-Participaste en una directamente, más que ninguno así que no olvido que eres un lobo en piel de cordero. Tus disculpas no me sirven- sentenció.

-Ya sabes que fue cosa de Sirius, no sabía nada y ya me disculpé por eso.

-Siempre es cosa de Black- dijo poniendo los ojos en blanco.- Si no tienes nada más que decir, te pido que salgas del cuarto- dijo Snape fríamente. Remus obedeció, había agotado todas sus ideas sin éxito.

Black llevaba media tarde acompañando a Snape. Para su sorpresa no se había reunido con mortífagos ni gente extraña al menos a simple vista. Primero habían ido a la lechucería donde estuvieron bastante tiempo, porque Snape no hacía más que sacar pequeños paquetes, cada uno con una dirección diferente. Cuando Black le preguntó simplemente le dijo que eran pociones. Después habían ido a una librería dónde habían estado más tiempo del que Black consideraba humanamente posible. En todo ese tiempo Snape había estado leyendo libros y cada vez que Black le preguntaba eran sobre pociones.