Un nuevo lado tuyo

3. Soluciones inesperadas

-Las primeras atenciones fueron acertadas e Inesperadamente solo tiene una costilla fracturada- dijo Akos al terminar de examinarlo mientras rebuscaba en su maleta- para su caso lo mejor es que se tome esta poción una vez al día durante tres días y esta otra para el dolor cada 8 horas.

-Solo necesito una de cada, puedo preparar ambas- dijo Snape.

-¿Está seguro? La primera es de mayor dificultad, observe la lista de ingredientes y luego considérelo bien- Severus asintió- Bien, si está seguro le daré solo una de cada. Si tiene dificultad asegúrese de llamarme, es preciso que la consuma para una pronta recuperación- dijo mirándole atentamente- Bien, eso por un lado. Ahora, para el desastre externo de su cuerpo, siento decirle que este ungüento solo será eficaz con los moretones y heridas recientes- dijo entregándole un pequeño frasco- Lamentablemente para las cicatrices ya formadas... no existe nada.

-Soy consciente- susurró Severus. 

-De acuerdo entonces. Y señorita asegúrese de que coma y descanse como corresponde. Presenta signos leves de desnutrición y agotamiento. Su cuerpo lo necesita para sanar- miró a Severus fulminándole- Se lo digo a usted porque algo me dice que este ser no presta atención a su salud. Necesita reposo absoluto-y le señaló con el dedo advirtiéndole.

-Me aseguraré de ello. Gracias por todo Akos- el aludido asintió.

-Le mandaré la factura a Black, despídanse por mí- y se desapareció.

Se hizo un silencio incómodo en la habitación. Lily no le quitaba el ojo a su amigo mientras este se terminaba de vestir, haciéndolo todo con lentitud debido al dolor que le provocaba moverse. Al final fue ella la que le puso los zapatos sin mediar palabra. 

-¿Sev, qué piensas hacer ahora?-murmuró Lily cuando se puso de pie. 

-Hacer lo que el medimago ha dicho- Lily suspiró aliviada y le acompañó cuando salió del cuarto.

Snape maldecía cada peldaño que tenía la escalera. Tenía que buscar a Black para saber donde estaba y tratar el tema de la factura de Akos. No quería deber nada a ninguno de ellos. Así mismo, necesitaba que estuviese por una vez Potter para hacer lo que se le daba mejor, meterse en medio de él y Lily en caso de que fuese necesario. Aunque esperaba no tener que pelear con su amiga, lo único que quería era terminar todo pronto e irse a dormir. El día estaba resultando demasiado largo.

Siguió el rastro de las risas que le llevaron al comedor. Estaban haciendo literalmente el idiota, intentando tirar al otro del sofá para tumbarse ellos y ver quien aguantaba más, habiendo claramente espacio suficiente para todos pues Remus ocupaba tranquilamente el otro sofá solo.

-Black- dijo Snape e inmediatamente dejaron de hacer lo que estaban haciendo para mirarle.- Mándame la factura del medimago, te pagaré a plazos.

-¿Vas a poder siquiera pagarla?- dijo mirándole divertido- a plazos hay intereses.

-Lo que digas, no quiero deberte nada- Black sonrió divertido- ¿Dónde estamos?

Sirius dudaba mucho de que pudiese pagarle incluso a plazos. Sabía que la madre de Snape era una Prince pero también había visto su vestimenta todos estos años y distaba mucho de ser cara. De hecho, algunas capas estaban raídas y tenían un aspecto viejo, como si fuera de segunda o incluso tercera mano. Además estaba su sospecha de que sus padres le habían pedido dinero a algún tipo de prestamista. A él le daba igual que le pagase, no le importaba esa cantidad de dinero y más cuando había sido usado para algo necesario pero si él quería pagarle lo haría, pero iba a disfrutar su cara cuando supiese la cuantía más los intereses y el plazo que pretendía darle.