Peter ya no es un niño (Starker)

6. DEMASIADOS DETALLES

—Muchísimas gracias por acogerme con usted, señor Stark.

Peter está pletórico. Tony le agarra la maleta, con el maletero de su coche abierto, y la guarda en su interior.
Sabe que no es necesario. Para Peter, el peso de su equipaje debe de ser el equivalente a sostener un osito de peluche, pero hay costumbres que no se pueden evitar.
Lo único que permite que lleve el muchacho es su tabla de surf, la cual le compró precisamente el propio Tony, hace un par de años, para que pudiera disfrutarla cuando fuera de vacaciones a la costa.

—De gracias nada, yogurín—le dice, serio, mientras ambos montan en el coche para dirigirse desde el aeródromo hasta la mansión—. Lo he hecho porque tu tía se ha puesto muy insistente, y me cuesta no rendirme ante ella.

Bum.

Sabe que Peter odia que le tire los trastos a su tía y que le incomoda, pero necesita poner distancia entre ellos cuando antes.

Ey, tú. Sí, veinteañero. No te ilusiones, que a mí me gusta la gente de mi edad.

—¡No vuelva a decir eso!—le regaña Peter, colocándose el cinturón—. Ya sabe que no me gusta que hable así de tía May.
—Estás en mi territorio y en contra de mi voluntad, así que acatarás mis normas—Arranca el coche y mantiene la vista fija en la carretera a través de sus oscuras gafas de aviador—. Y dentro de mis normas está permitido hablar de tu tía con segundas intenciones.
—Se lo voy a perdonar porque me alegra estar aquí—le dice, sincero, mientras observa también la carretera.

En el lado izquierdo, a no muy lejos de ellos, se aprecia la playa, iluminada por un sol radiante y veraniego que invita sin duda a disfrutar de su estancia allí.

—Señor Stark...

¿No piensa callarse? Está más hiperactivo de la cuenta.

"Ni se te ocurra mencionar lo de la fiesta, Parker" piensa para sí "Ni se te ocurra, por todos los demonios..."

—¿Le molesta que esté aquí con usted?

Bueno, no lo ha mencionado. Aunque quizás su pregunta esconda algún subtexto que sí que guarde relación con el suceso.

—No, Peter. Si lo dices por lo que he comentado de que estás aquí en contra de mi voluntad, te estaba tomando el pelo. Esa mansión es demasiado grande para una sola persona.

Y no quiere hablar más. Activa el reproductor de música y suena Higway to Hell, y no puede ser más oportuna.

Sin duda, aquella autopista está llevando a Tony Stark hacia el mismísimo infierno. Tener que soportar la presencia de Peter, tras tanto tiempo esforzándose en evitarle, y no poder hacer nada, tener que obligarse a no sentir lo que siente...
Es un castigo peor que arder en el fuego eterno.

Qué bien me conocéis, AC/DC.

—¿Cuántos días te vas a quedar?

Pero él mismo acaba hablando por encima de la música. Ha recordado que May no le especificó el tiempo que tendrá que sufrir la presencia del muchacho allí.

—¿La verdad? No lo sé—Se encoge de hombros—. Todo depende de cómo esté la tía abuela de tía May. Si mejora o empeora.
—Así que no eres capaz de quedarte solo en Nueva York—lo pica.

Ya que no puede tenerlo, no de la forma en que le gustaría, qué menos que pasárselo bien haciéndole rabiar.

—Claro que puedo—se defiende, algo ofendido—. Es tía May quien no se fía, ya sabes... Siempre ha sido así.
—¿Y no podías, simplemente, irte con ella a Filadelfia?
—Nunca he visto a sus tíos abuelos, señor Stark. No hay confianza. Además, ella va a estar casi todo el tiempo en el hospital—Deja que suene un poco más la música, y entonces pregunta—. ¿De verdad que no le molesta que esté aquí? A mí me parece que sí.
—Ya te he dicho que no. Es sólo que ahora no podré copular con mis ligues por toda la casa delante de ti.

Bum. Otra más. Por si a Peter no le ha quedado claro que Tony no siente ningún tipo de atracción sexual hacia él.

¡Y mucho menos amorosa! ¡No, no, no! Tony le tiene cariño. Al fin y al cabo, es su pupilo desde que tiene quince años y le lleva cuidando y formando desde entonces, ¡pero para de contar!

Y Peter tiene que saber que Tony es un follador empedernido que no tiene tiempo para fijarse en muchachos que podrían ser perfectamente sus hijos.

—Demasiados detalles, señor Stark...