No sabía por qué se sorprendía. Junior había sido quien inició el rumor, además se había negado a aclararlo porque estaba seguro, sin razón, que tarde o temprano él correspondería los aparentes sentimientos que tenía hacia su persona. Después de contarle lo sucedido a su amigo, Bambam, se preguntaron qué debían hacer, porque Yugyeom no quería ir con los profesores para acusar a su compañero de haberle dicho a toda la escuela que eran novios. Ni que tuvieran piojos para hacer eso.
− Está bien, ya pasará.
¿Qué podía hacer? Pues ante ese dilema dejó que el día se escurriera y le cayera la sorpresa de que el chico parecía haber estado hablando en serio cuando dijo que le gustaba o algo así. Y tal parecía que también debió tomar aquella última frase que le dijo, como una promesa de alguien buscando conquistar a un chico, porque apenas llegó a su salón de clases sus compañeros se quedaron en silencio, observándolo con cuidado de no perder ningún detalle en su expresión. ¿Por qué? Lo supo cuando vio en su escritorio un bonito vaso de cartón y una nota pegada a este.
"Ten un buen día".
Bonita letra. ¿Eso podía tomarlo como evidencia de acoso por si seguía en los siguientes días? Escuchó entonces como sus compañeros comenzaban a cuchichear, como si fuese lo más romántico de ver y como si se lo hubieran dado a ellos. Le dio desconfianza. ¿Qué era lo que tenía dentro? ¿Alguna droga de amor o algo así?
− Amigo. ¿Eso qué es? – Bambam se le acercó apenas para observar el objeto, Yugyeom se lo pasó sin problema.
− No lo sé, pero está caliente −. Y le daba curiosidad, pero como dijo su madre una vez, no debía aceptar cosas de desconocidos, menos si habían probado ser egoístas y mentirosos. – Puedes quedártelo.
− ¿En serio? – Bambam, mucho más confiado, quitó la tapa para olfatear y probar el contenido, aunque no fue necesario hacer lo segundo. – Es chocolate −. Avisó, a sabiendas de que al más alto, ese dulce en especial, sería el causante de su posible diabetes.
− ¿Chocolate? – Tan rápido como había optado por regalárselo, se lo quitó de las manos para empezar a beberlo, sólo para comprobar que en realidad se trataba de dicha bebida. El tailandés, sabiendo que no se lo devolvería, decidió ir a su lugar para tomar asiento y esperar al profesor, quien no debía tardar en llegar. – Oh, es delicioso −. Comentó, tomando asiento también para empezar el día con una sonrisa.
Aunque en un principio, Yugyeom había tentado a la posibilidad de que Junior decidiera aparecerse utilizando el chocolate caliente como excusa, eso no sucedió. Se sintió idiota después del cuarto día y darse cuenta que además de las notas, deseándole un buen día o que tuviera cuidado con los fríos, el chico no iba a aparecer frente a él de repente, especialmente porque estaban en edificios diferentes. Además, la mayoría de las veces el chico estaba en el patio central con su grupo de amigos, cruzado de brazos mientras entablaban una conversación. En ocasiones sus miradas se encontraban, Jinyoung lo saludaba y todos los demás volteaban a verlo, Jackson incluso había levantado la mano para saludarlo con demasiado animo en una ocasión, provocando que media escuela lo volteara a ver.
Una semana después no hubo chocolate en su escritorio, le había sorprendido, pero decidió no tomarle la importancia que sus compañeros parecían darle. El profesor de la primera clase les dejo salir temprano, por lo que no dudó en invitar a Bambam para ir a comprar una bebida en cafetería.
− ¿Chocolate caliente? – Preguntó Bambam, quien había decidido comprar comida y no sólo una bebida como su alto amigo. − ¿No prefieres el chocolate con hielo?
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Manipulador
Fiksi Penggemar-Me gustas-. Jamás había sentido tantas ganas de golpear a alguien. - No te preocupes, ya me corresponderás -. Quería borrar con el puño aquella arrogante sonrisa.