II.01

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Jisoo le entregaba esa mirada que desde hacía un par de años había intentado ignorar y al mismo tiempo hacer desaparecer: Esperanza, ilusión.

Siendo de familias muy cercanas, Jisoo y él se conocieron cuando eran apenas unos niños, crecieron juntos y se conocían al derecho y al revés. Así que Jinyoung sabía que, si bien, él creció desarrollando un sentimiento hacia ella como el cariño que se le tiene a una hermana, este no fue el caso de ella. Su querida amiga de infancia, al contrario, desarrollo sentimientos románticos y puros hacia él.

Una verdadera pena.

Pero no lo pensaba por él exactamente, sino por un tercero: Jaebum.

A él también lo conoció cuando pequeño, en la primaria. Pronto se volvieron amigos cercanos aunque quedaba claro que no vivían bajo un mismo nivel social. Aun así sus padres lo vieron con buenos ojos y conforme el tiempo los hacía crecer, y Jaebum empezó a convivir con Jisoo, Park pronto se dio cuenta de los sentimientos que comenzaba a desarrollar su mejor amigo hacia su amiga.

Un maldito triángulo amoroso.

Aunque él en realidad no estuviera interesado en ningún de los dos.

Sin embargo, Jaebum le había confiado sus sentimientos y desde que entraron en secundaria se dio cuenta de los esfuerzos de su mejor amigo por conquistar a la chica de sus sueños, aunque esta no se diera por enterada y lo siguiera viendo como un amigo más. Im nunca lo vio como un rival, desconocía si era porque sabía que él realmente no tenía interés en la única chica del trío, o porque sabía que tarde o temprano la iba a conquistar.

Jinyoung ciertamente creía que hacían una bonita pareja. Perfecta pareja.

Pero entonces, cuando su querida amiga empezó a desviar la vista de él para dirigirla a alguien más, se dio cuenta que ese alguien más no se trataba de Im Jaebum.

Kim Yugyeom. ¿Quién demonios era Yugyeom Kim? ¿Y por qué entorpecía los progresos de su amigo?

Honestamente, deseaba hacerlo desaparecer sin levantar sospechas.

No quería que su mejor amigo se viera desanimado, no cuando parecía que nunca jamás se enamoraría de nuevo si su primer amor le rechazaba. Así que decidió investigar un poco por su parte y fue así como conoció a Kim Yugyeom.

Kim Yugyeom era un chico de primero, bastante alto a decir verdad. Tenía una nariz enorme y una voz demasiado chillona para su gusto, un dolor de cabeza a primera instancia. No comprendía como un chico así podía gustarle a Jisoo, porque seamos honestos, tal vez ese chico era más alto que Jaebum pero era lo único medianamente atractivo que tenía. ¿Acaso su amiga en realidad era tonta?

La sorpresa llegó a él cuando lo vio en el escenario. Primero bailando con el grupo, era bueno, muy bueno sinceramente. Luego empezó a entrenar con Jisoo, y fue como si algo en toda aquella falla ilógica tuviese sentido. Era un buen bailarín, más que eso, era como si bailar fuera su vida, la expresión de sus sentimientos y la personalidad traviesa y apasionada que tenía en su alma. Era una explosión, que obviamente correspondía los sentimientos de su amiga.

No, no. Eso no podía ser.

Ese sujeto podía ser fantástico pero no iba a arrebatarles su final feliz a sus dos mejores amigos. Y si tenía que intervenir y destrozar el final feliz de aquel inocente niño de primero, entonces él lo haría.

Fue por eso que inicio una conversación tranquila con Jisoo una tarde, después de verlos ensayar y darse cuenta que el chico estaba a punto de invitarla a una cita. Daba gracias a los cielos que se tratara de alguien bobo y lento. La conversación se basó en Jisoo y sus sentimientos, por lo que descubrió que la chica sabía que el chico no tardaría en pedirle una cita y luego, seguramente, no tardaría tampoco en pedirle que fuera su novia. Porque ella lo conocía mejor que Park, y sabía que una vez ese chico entrara en confianza, iba a pisar el acelerador y no detenerse hasta topar con fuerza en su objetivo.

Ella exteriorizo el deseo que tenía por iniciar una relación con él.

Jinyoung entró en pánico.

− No puedes hacer eso.

Habló mucho antes de pensar, cosa poco natural en él. Pero tenía que detenerla, tenía que detener esos sentimientos que parecían querer abordarla. Aunque malditamente, en ese momento lo miró a él a los ojos, creyendo que le decía aquellas inesperadas palabras como prueba de que dentro de él existía un sentimiento que vagaba sin nombre. Aun.

Ella quería ponerle un nombre.

Él necesitaba matar toda esperanza y obligarla a mirar a Jaebum.

Y si para eso tenía que sacrificarse lo haría.

− Él es mi novio.

O algo así.

Ella al principio no le creyó, obviamente. La consideraría bastante estúpida si en realidad le hubiera creído a la primera. Pero entonces él al convenció, con una bonita historia que tuvo que sacarse de la manga.

Había una vez... Dos chicos que se conocieron por casualidad después de que dejara el club de baile. Al principio intercambiaron algunas palabras, luego su número de contacto y finalmente crecieron entre ellos sentimientos que no pudieron evitar. ¿Qué por qué tan rápido? Bueno, el amor es más sencillo de lo que cualquiera pintaba en realidad. Sin embargo, existía un problema, y era que los padres del chico eran demasiado conservadores, y el chico Kim, temiendo lo peor, le pidió guardarlo en secreto, a lo que él aceptó porque sabía que su amor era real y que tarde o temprano el mundo los aceptaría.

Incluso lloró un poco cuando le contó a Jisoo lo miserable que se sentía cuando se veían por los pasillos y no podía ir corriendo a él para simplemente entrelazar sus dedos y sonreírse con toda esa emoción que se experimenta en el primer dulce amor. Derramó lágrimas cuando confesó que aunque el miedo de su novio le lastimaba, él iba a apoyarlo porque era lo único que podía hacer y no quería perderlo, porque lo amaba.

Jisoo le creyó.

Y él creyó que ella se callaría y podrían seguir tan tranquilos como siempre.

Pero no, ella se lo contó a sus amigas, sus amigas a quién sabe quién y pronto tuvo a todos sus amigos encima suyo con la noticia de que era gay, tenía novio y ambos estaban aún en el closet.

Jaebum sospechaba, era obvio.

Así que tuvo que tejer otra mentirita, que él les hizo jurar que no le dirían a nadie. Ellos juraron sobre su corazón, dirigidos por Jackson, y fue así como nació un plan que él tenía en mente para hacer que el chico que le gustaba - porque en todas las historias le gustaba - , correspondiera sus sentimientos puros y sinceros.

− ¡Estás loco!

Si bien, la nutria tenía razón al decirlo, y él se sentía falsamente acusado debido a que se trataba de una falsa historia, él decidió contarla porque al parecer era la única manera de que le creyeran. Lo que, por cierto, le ofendía un poco lo fácil que se dejaron envolver por su propia mentira. ¿Acaso lo creían capaz de algo así?

Al parecer sí. 

ManipuladorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora