Melody:
No tenía palabras para describir cómo me sentí en ese momento al ver a Jungkook posicionado delante de mí. Ni siquiera tuve la capacidad de responder a nada, es decir, me quedé estática, no pude ser capaz de articular palabra alguna. Mi cerebro estaba encargándose de intentar procesar toda esa información, que llegaba al mismo como si fuese una invasión repentina, algo para lo cual obviamente no estaba preparado.
¿Acaso era un espejismo?
Tal vez era otro chico y yo seguía imaginándome a Jungkook, así que rezando porque fuese eso, solamente una ilusión. Pestañeé varias veces y muy fuertemente esperando que el chico que estuviese frente a mis narices fuese otro con características totalmente diferentes de Jungkook.
Pero la verdad es que nunca había sido una chica con suerte, cuanto antes lo admitiese menos duro sería el golpe que me diese al aterrizar en tierra firme.
Él estaba igual o peor que yo, no sabría ni decir cuál de los dos estaba más desencajado, pero sí podía asegurar que ante la vista de los demás nuestro silencio y nuestra sorpresa era señal de que nos comunicábamos a través de la mirada, y que nos queríamos con el alma.
—Pues sí que se han sorprendido sí—una voz para nada familiar me hizo salir de ese estado de shock en el cual me encontraba, observando una vez más hacia Jungkook, quien había perdido todos los colores de su rostro, quedándose más pálido que la nieve que estaba cayendo afuera.
—Me alegra mucho que hayan venido—una voz que pude identificar como la de mi madre fue capaz de obtener mi completa atención. Miraba absolutamente confundida con toda esta situación. Mis padres caminaron hacia aquellos desconocidos y estrecharon mano, en el caso de mi madre y aquel hombre que parecía ser el padre de la estatua que se encontraba a unos pasos de mí, se dieron un abrazo amistoso—Jeon este es mi esposo Matt y esta es mi hija Melody—al señalarme yo le dediqué una sonrisa forzada, no me quedaba de otra porque aún me encontraba demasiado sorprendida.
—Mucho gusto—habló animadamente aquel hombre con una sonrisa que me recordaba a la de Jungkook, al igual que sus grandes pero rasgados ojos, sin dudas era su padre—Eres muy guapa Melody, me alegra mucho que Jungkook y tú sean novios—en ese momento la estatua viviente que se encontraba salió de su ensimismamiento, y no tardó nada en reaccionar. Sus ojos estaban abiertos como platos. Eso sí que lo hizo regresar a tierra.
Jungkook miró confundido a su padre, para posteriormente clavar su profunda mirada en mí, obligándome así a desviar mi atención hacia otro sitio.—Tu hijo es mucho más bonito en persona, es realmente apuesto—halagó mi madre a Jungkook, quien ni siquiera se detuvo en agradecer ya que empleaba su tiempo en buscar alguna explicación convincente para todo este malentendido, o al menos eso suponía yo. Aunque la verdad es que no dudaba que fuese tan borde y ya se lo tuviese demasiado creído.
—Esta es mi futura esposa, su nombre es Hannah—habló el padre de Jungkook tomando la mano de aquella mujer que sería aproximadamente de su edad. La verdad es que el padre de Jungkook lucía bastante joven para la edad que tenía, al igual que mi madre, con quien tendría que ajustar algunas cuentas luego.
—Mucho gusto Hannah—mi mamá tan educada como siempre con su amplia sonrisa de dentadura perfecta—Por favor, siéntanse como en casa—añadió la misma extendiendo su mano para que todos fuésemos en dirección a los cómodos muebles que se encargaban de adornar la sala de estar.
Vi que Jungkook no se sentaba, y unos segundos antes de que mi trasero impactase contra el suave sofá sentí sus ojos perforándome demasiado, y solo un ademan de cabeza bastó para que dejase mi acción a medias, y me colocase nuevamente de pie con la excusa de que íbamos a la cocina a por un vaso de agua.
No se lo tragaron, eso era de esperarse. Pero muy poco importaba la presencia de dos adolescentes en las charlas triviales de cuatro adultos.
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Catching Feelings [Jeon JungKook][+18]
عشوائيPuede haber una posibilidad de que estoy tratando ver qué pasa, porque estoy aquí por ti y tú por mí. Ahora hay tiempo para nosotros. La mayoría de las personas dicen que somos muy jóvenes para amar, pero solo estamos: capturando sentimientos. Porqu...