Catching Feelings [Jeon JungKook][+18]

Capítulo 59

Jungkook:

No supe en qué momento todo sucedió, lo que sí recuerdo es que alguien golpeó mi cabeza con algo sumamente duro, dejándome completamente noqueado. No sé qué sucedió con Kate o quién fue la persona que me golpeó, solo sé que al despertar sentí un dolor punzante en mi cabeza, como si la estuviesen taladrando sin cesar, acentuándose en ese sitio en específico que golpearon con lo que deduje que era una piedra, antes de que me desmayase.

No podía siquiera palpar la zona afectada, porque mis manos se encontraban atadas detrás de mí a una silla que supuse que sería de madera. Quise estirar mis piernas, porque los músculos me dolían pero no pude hacerlo porque estas también se encontraban atadas. Maldije en voz baja, porque la venda en mis ojos no me permitía observar absolutamente nada de lo que estaba a mi alrededor.

Me pregunté dónde estaba y qué hacía allí por lo que aproveché que mi boca no estaba cubierta para poder gritar.

—Anda, pero si mira quién ha despertado—no tenía que realizar un postgrado para reconocer que se trataba de la voz de Jenna, y de repente me sentí asqueado de solo pensar la cantidad de veces que besé sus labios o acaricié su piel. Mira que fui el grandísimo gilipollas.

—Ya era hora—esa voz activó todos mis sentidos, porque reconocería ese tonito donde quiera que estuviese, precisamente porque me resultaba molesto escuchar a Jin hablar. No me sorprendía que ellos estuviesen detrás de esto.  Solo quería saber qué había sucedido con Kate, ella la única persona a la que había visto por última vez y si a mí me habían secuestrado, lo más probable es que a ella también la tuviesen allí—Necesitamos filmar un lindo video donde tú vas a ser el personaje principal y el incentivo que necesita tu noviecita—pude sentir como presionaba mis mejillas con fuerza con lo que supuse que serían sus dedos. Dolió, no lo voy a negar, pero aun así después de soltarme con brusquedad dejando mis mejillas y parte de mi mandíbula adoloridos por la presión me mantuve bastante firme.

—Ni se te ocurra meter a Melody en esto ¡Cómo le hagas algo te parto la cara gilipollas!—exclamé notablemente furioso, sintiendo mi cuerpo arder de la rabia, pero no podía permitir que se acercase a ninguno de mis amigos, y menos a Melody.

—Cuidado con el tonito Jeon, que por cada palabra que emitas es un puñetazo—su tono era amenazador pero aunque yo estaba indefenso y tenía todas las de perder, me la sudaba sus amenazas de mierda. Obviamente no vi venir el golpe, porque mis ojos estaban vendados, pero el impacto de su puño en mi mandíbula, destrozó mi carne haciéndome sentir el férreo sabor de mi sangre dentro de mi boca. Escupí para expulsarla, buscando que le cayese arriba porque se lo merecía—Los papeles ahora están invertidos—me tomó del cuello de la camisa con fuerza, casi haciendo que mi trasero se despegase de la silla. Aun así me tomé el descaro de sonreír con sorna, y juro que podría visualizar la soberbia ilustrada en su rostro a pesar de que mis ojos se encontraban cubiertos—Me importas una mierda, y créeme que puedo acabar contigo en un abrir y cerrar de ojos—no premedité el golpe que nuevamente impactó en mi rostro, pero esta vez fue en mi pómulo.

Dolió muchísimo, y tuve que darle movimiento a mi rostro porque mis músculos parecían haberse contraído por la fuerza empleada. Sí que pegaba duro el condenado.

—¿Estás aprovechando que esta es la única forma que tienes para interpretar el papel de torito bravo? Pegar a un hombre que está atado de pies y manos es de cobardes—expresé incitándolo, porque sabía que el muy imbécil se dejaría provocar. Lástima que yo no pudiese defenderme, porque tenía tantas ganas de estampar mi puño en su cara.

Esta vez el impacto del golpe lo sufrió mi otra mejilla, y fue con tanta fuerza que incluso pude sentir lo que parecía un anillo contra mi piel. Un líquido caliente que identifiqué como sangre recorrió mi mejilla en toda su amplitud. Estaba seguro de que había hecho un corte, porque mi piel en ese sitio escocía muchísimo, y eso mezclado con el frío me estaba haciendo temblar en contra de mi voluntad.