Un desastre de empleado

190 8 2
                                    

-¡No!, ¡asi no!

-¡¿Y entonces como?!

-¡Si me escucharas, podrias!

-¡Que te escuche tu abuela! -respondio entre risas

-Disculpen, yo me voy -dijo indignada mi clienta

-O sea, ¿no se da cuenta que es principiante? -apunte a Nay.

-¡Claro que me di cuenta! es un desastre -respondio a gritos tambien- como ya  dije, yo me voy

Salio de la tienda con todo el cabello mal desteñido y medio violeta.

¿Como paso esto? Facil: Nayara. 

*Flash back*

-Bueno, manos a la obra, ahí viene alguien -apunté a la puerta.

*tlin-tlin*

-Hola señora Reeve.

-Hola Kev -mi diminutivo- quiero que me tiñas el pelo de negro.

-¿Se lo decoloro tambien o el tinte encima?

-Decoloralo tambien cariño.

-Nay, ¿puedes hacerlo tu? es cosa de pasar esto -señale una crema- por el pelo repetidas veces y despues tomar uno de los tintes -abrí el cajon y se lo señale- y pasarlo en forma de masaje por el casco y despues esparcirlo por el pelo y lavarlo, todo eso repetidas veces hasta  que quede todo lo posible adherido al cabello, eso.

-Bueno, si nesecito ayuda te llamo, ¿ya?

-Oky.

Me di media vuelta y me fui a arreglar baño -poner toallas, shampoo, etc.- mientras que Nay atendia a esa señora, la conocia porque siempre pasaba por afuera, o me saludaba cuando iba a comprar el pan ya que hay una panaderia al lado de mi local.

Una hora despues, cuando ya deberia estar lista, voy a ver como le quedo. Cuando estaba a punto de darme vuelta, escucho un grito:

-¿¡Que es esto!?

-Hum... ¿su cabello?

-¿Como que mi cabello? ¡Claro que es mi cabello! ¡pero esta horrible!

-Hum... ¿lo siento? 

 -¿¡Lo siento, enserio!? ¿Y acaso eso lo arreglara?

Me dispuse a ver lo que pasaba y fui corriendo a donde habia dejado a Nay. Estaba ella con una mano morada y un frasco de tinte de ese color en el suelo, derramado, ademas de una mezcla de la crema decolorante con el tinte sobre el cabello de la señora Reeve, quien estaba roja de la furia, y una Nay totalmente avergonzada escuchando como le gritaban y respondiendo cosas totalmente obvias.

-¡A ver! ¿Que paso? -dije casi gritando y agitado por haber corrido- Iugh, el rojo con el violeta no combinan mucho -dije con expresión divertida y una mano en la cintura.

-¡Ella paso! -me grito la señora Reeve de vuelta mirandome con cara de odio.

-¡JAJAJAJA! -Nay estalla en una estruendosa carcajada.

-Nay, ¿porque te ries?

-¿Que no ven la situacion? Todo es un desastre y tu dices bromas de lo mas normal -dice con una personalidad nada comun en ella, porque por lo que habia visto hasta ahora, ella era una persona timida.

-¡Callense jovencitos y arreglen esto! -grita la señora Reeve, apuntando a su pelo.

-Bueno, venga aca a los baños para sacarle eso del pelo.

Me dirigi al baño guiando a Nay y a la señora Reeve hasta él, prendi el agua y le dije a Nay como tenia que sacar la mezcla y despues secar el cabello.

-Comienza a prender el agua,  por mientras, yo traere una toalla.

-Esta bien -respondio Nay con la mirada perdida.

Fui a buscarla y cuando volvi estaba Nay secandole el pelo con el secador a mi estresada clienta, me hacerque corriendo donde Nay y le dije:

-¡Nay, asi se va a secar la mezcla!

-¡Pero esto me dijiste que hiciera!

-¡No!, ¡asi no!

*Final flash back*

Apenas salio de la peluqueria comenzamos a reirnos, yo me agarraba el estomago y  Nay estaba en el suelo, partida de la risa. Cuando nos calmamos un poco pude preguntarle:

-¿Porque tenia tinte violeta y no negro?

-Esque yo solo busque un color oscuro, y al parecer era violeta -comenzo a reir desde el suelo.

-Pero querida, tenias que ver bien, yo me los se de memoria -dije riendo menos estruendosamente que Nay- ojala por tu culpa no me demanden

-Y tal ves por eso mismo tengas que ponerle nombre a los colores, para los empleados nuevos -dijo estallando en risas.

-O sea, querida, es algo BA-SI-CO de peluqueria eso de saberse los colores -dije con cara de "o sea, es muy obvio" y una mano en la cintura- ¿Y acaso no puedes parar de reir?

-Ya, ya, me calmo -dijo mientras se sacaba unas lagrimas causadas por la risa- y... creo que tengo que limpiar este desastre, ¿verdad?

-Tranquila, yo te ayudo.

Comenzamos a limpiar, y entre broma y broma terminamos todo. Decidimos que mejor dejabamos todo hasta ahí y nos ibamos a almorzar al "Pedro, Juan, y Diego", yo pedi unas papas, y ella dos hamburguesas. Era impresionante, una figura tan delgada, y tanto apetito.

El gay +... ¿Ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora