Addicted | Abraham Mateo ©

Capítulo 27

—No Charlotte,ese hombre no—rápidamente Charlotte se levantó y se dirigió hacia mi.

—¿Como de que no? Por dios Sol,el es nuestra única salvación—puso sus manos en mis hombros—¿Porqué no quieres?

Miré hacia a un lado evitando su mirada.

—No me digas que el y tu—hizo una pausa,rápidamente la miré—¿Se acostaron?—susurró.

—¡¡No!!—dije nerviosa,quite sus manos de mis hombros y me aleje de ella—Solo no quiero.

—Lo vas hacer por las buenas—se recargo en el escritorio—O será por las malas.

Narra Abraham

Me encontraba en mi estudió mirando aquella pintura que hice de Sol junto conmigo.

Realmente la extrañó,nunca imaginé de enamorarme y más de una mujer prohibida.

Me encanta y me fascina esa mujer.

Rápidamente me acordé que la última vez que vi a Sol me había dicho que dejó una carta antes de irse.

Asi que de inmediato fui a la habitación,busque en todos los cajones de los muebles que se encontraban a un lado de la cama,pero no encontré nada.

Se me ocurrió la magnífica idea de buscarla a bajo de la cama pero nada.

—¿Que buscas?—al escuchar la voz de Danna rápidamente me levanté ocasionando que me pegara con la orilla de la cama en la cabeza.

—Ahg—me queje y miré a Danna la cuál me miraba con una sonrisa traviesa.—¿Qué haces aquí?—frunci el ceño mientras sobaba mi cabeza con mi mano.

—Me siento solita—hizo un puchero y se acercó hacía a mi—¿Qué hacias a bajo de la cama?—bajó una de sus manos a mi miembro el cual acaricio por encima del pantalón.

Mordi mi labio inferior.

—Estoy buscando la carta que dejó Sol antes de irse—me senté en la orilla de la cama y revolvi mi cabello con frustración.

—Abraham tengo que confesarte algo.

—No tengo tiempo Danna realmente necesito buscar eso—me levanté y me dirijo hacia el mueble donde se contraba mi ropa interior.

—Abraham es importante.

—¿Más importante que lo que estoy buscando? No lo creo—abrí el cajón y comencé a sacar toda mi ropa interior con la intención de encontrar aquella carta pero no fue así.

—Mierda Abraham hazme caso.

Maldije una y otra vez al no contrar nada.

—¿Donde carajos estará?—murmure.

—Abraham—me llamó.

¡El closet!

Rápidamente me dirije hacía a el.

—Abraham—volvio a llamarme pero la ignore—¡Abraham!—gritó.

—¡¿Qué mierda quieres?!—respondi molesto y voltie a mirarla.

—Yo rompí la carta....