Addicted | Abraham Mateo ©

Capítulo 39

Abraham volteó a verme.

—Abraham ¿Qué has hecho?—pregunte temerosa.

—¿Me estuviste engañando todo este tiempo con el?—cerró sus manos en forma de puño.

—Abraham por favor tranquilizate.

—¿Todo este tiempo estuviste jugando conmigo?—negué con la cabeza.—Te demostre que realmente te quería—comenzó acercarse hacia a mi un poco molesto.

—Abraham se que me equivoque al acostarme con el pero lo hice por despecho, me sentia tan mal al verte ese dia con Danna.

—¿Y para que mierda lo citaste aquí? ¿Qué querías hacer un trío?—apretó su mandíbula fuertemente al igual que sus puños.

—No, lo único que queria era acabar con esto—Abraham rápidamente se detuvo.

—¿Qué? ¿Acabar? ¿Me vas a dejar?

—Abraham yo...—fui interrumpida.

—Dijiste que nunca me ibas a dejar—sus ojos comenzaron inundarse por varias lágrimas.

—Abraham realmente yo te...—rápidamente agarro del mueble una pequeña navaja.

—Eres una perra Sol—dijo entre dientes, su mirada se torno de un color distinto.—Tú no me vas a dejar—nuevamente comenzo acercarse hacia a mi amenazante.

Al recordar aquel sueño que tuve, el miedo se apoderó de mi.
Rápidamente tire los jarrones que se encontraban en la mesa al suelo ocasionando que todos se rompieran.

Abraham estaba descalzo y al pisar los vidrios varios de ellos se enterraron en sus pies.

—Auch—alzó uno de sus pies dejando ver los vidrios que se encontraba en el, sacó un vidrio de su pie ocasionando que sangrara de inmediato—Eso duele—alzo su mirada hacia a mi—Eres mía Sol, solo mía..—rápidamente sali corriendo hacia al fondo del pasillo.

Sin importar abri la puerta de una habitación y entré rápidamente en esta.

No había ninguna salida.

Mis manos y piernas temblaban.
Realmente no conocía ese lado de Abraham.

De inmediato la puerta se abrió dejando ver a Abraham el cual al verme sonrió, su rostro estaba lleno de lágrimas.

Sabía que esto le causo daño.
Varios sentimientos estaba viviendo Abraham uno de ellos el amor y el otro temor.

—Sol tu no me puedes dejar cariño,tu no—comencé a retroceder cada vez que el se acercaba hacia a mi—Tu y yo somos tal para cual, ambos nos amamos—habia quedado acorralada, no tenia salida.—No me dejes—susurró,estaba tan cerca de mi.

—Abraham por favor no me hagas nada—mi voz comenzó a quebrarse.

—Ya nunca te haría daño—llevo una de sus manos a mi mejilla la cuál comenzó a dar pequeñas caricias con la yema de sus dedos.—Lo único que quiero es que estes conmigo, que seamos felices.—miré aquellos ojos marrón los cuales estaban cubiertos por lágrimas.—No me dejes es lo único que te pido.

La verdad me enamoré de Abraham profundamente..
Pero también estoy enamorada de Jos.
A ambos los quiero conmigo.

—Abraham—coloqué mis manos en sus mejillas y con mis pulgares comencé a dejar pequeñas caricias—¿Estarias dispuesto a que tengamos una relación aunque siga con Jos?—Abraham asintió.

—Si es la única forma con la que puedo estar contigo, me arriesgare—limpié con mis pulgares sus lágrimas—Pero con una condición—arquee una ceja—Que el no pude tocarte ni tu a el, tiene que haber límites entre ustedes

—De acuerdo señor Mateo.

—Entonces si vamos a pecar—junto nuestras frentes—Que sea juntos—sin más me besó...