Aroma 🤫||Edward Cullen [+18]

🅟🅐🅡🅣🅔 11

Al tener muchos años siendo inmortal sé que no puedo desmayarme o dormir. Solo una vez estuve muy lastimada y fue cuando tuve la faceta donde me creía invencible y salté de un helicóptero pensando que no necesitaba práctica para aterrizar bien. Ese día conocí lo desagradable que es el estado de Letargo. Tu mente sigue funcionando y puedes percibir lo que sucede a tu alrededor pero tu cuerpo se niega a obedecerte.

Eric me había dicho que existen cosas peores, ya que a él sí ya lo habían desmembrado con anterioridad. Esperar la regeneración de la unión de algún miembro es una de ellas.

Regreso al presente y escucho movimiento a mi lado. Al parecer Sam está intentando levantarse. Lo observo desde abajo cuando se pone en mi campo de visión.

-¿Puedes moverte?-pregunta sin expresión.

Parpadeo como respuesta.

Se queda unos segundos pensando. Entonces se pone de cuclillas a mi lado y toma mi brazo derecho, lo levanta y luego lo suelta. Ruedo los ojos después de sentir que mi brazo choca contra el piso.

El lobo vuelve a hacer lo mismo con el derecho. Está confundido.

Junto mis últimas fuerzas para decir en un leve susurro:

-Vete.

Él frunce el entrecejo. Sé que lo ha escuchado y seguramente no le gusta recibir órdenes. Se voltea y escucho que se aleja.

Cierro los ojos y ruego porque esto pase rápido pero no hizo falta ver las heridas que tengo para saber que no sucederá, con sentirlas es suficiente.

Abro los ojos cuando vuelvo a percibir movimiento. Sam ha decidido regresar. Solo espero que no sea para terminar con lo que comenzó antes o por lo menos que sea rápido.

Siento que me carga en sus brazos y avanzamos. Quizá ha decidido tirarme del acantilado o llevarme a un lugar donde sea más fácil quemarme. ¿Sabrá que el fuego es lo que podrá impedir que regrese? No tengo idea de lo que sabe acerca de los vampiros.

A medida que avanzamos tiendo a pensar en cosas que me hubieran gustado hacer: Despedirme de Eric, de mis nuevos amigos Cullen, de los amigos de la reservación, de mis alumnos. También me hubiese gustado besar una última vez a Edward y agradecerle por hacerme feliz el poco tiempo que estuvimos juntos.

A lo lejos escucho el sonido de un vehículo. Quizá Sam me arrojará a la carretera para que me atropellen. Pienso en que debí aprender a defenderme de otros seres sobrenaturales y en que debí terminar mi libro.

¿Alguien me extrañará?

Percibo la presencia de más personas cerca. La perspectiva que tengo no me deja saber dónde estoy.

-¿Qué le has hecho, perro asqueroso? -grita Rose muy enojada.

Deseo poder decirles algo. Ruego porque Edward esté cerca para pedirle que no le hagan nada a Sam.

Siento que paso a brazos de otro. Es Jasper, quien siente mi desesperación por lo que intento calmarme para no enviar una señal equivocada.

-Emmett, detén al lobo -dice Rosalie.

-Pero está desnudo -se queja el último.

Después escucho que forcejean mientras Jasper me lleva dentro de mi casa. Ahora ya estoy ubicada en el espacio. Siento mi suave colchón bajo mi cuerpo.

-¿Estás consciente? -me pregunta Alice con preocupación en el rostro.

Parpadeo una vez.

-¿Te hizo daño? -pregunta esta vez Rose. Ambas lucen muy afectadas por mi estado. Debo verme realmente mal.

Parpadeo de vuelta.

-Tenemos que matar a ese perro -dice la rubia mirando hacia afuera.

Parpadeo varias veces y me angustio. Aun no sé qué le sucedió a Sam para que se enojara tanto conmigo pero el no poder controlar del todo su transformación también influyó. De eso estoy muy segura.

-Esperen, déjenlo ir. Por ahora -habla Jasper y me tranquilizo.

Escucho que Alice habla por teléfono con alguien. Rose toma mi mano y me asegura que voy a estar bien. Luego observa con interrogación a su hermano rubio.

-Percibo que no quiere que matemos al lobo -le explica a su hermana.

Yo cierro los ojos. Siento demasiada impotencia por no poder comunicarme. Los Cullen se mueven por toda la casa. Escucho una canilla funcionar y telas rasgarse. Después algo húmedo comienza a pasarse encima de mis heridas. Deben limpiar toda la sangre para que Edward pueda acercarse. Las chicas me dejan en ropa interior y me cubren con una manta.

-Carlisle está llegando -me dice Jasper. Me pregunto si olvida que también soy un ser sobrenatural. También percibo a Edward acercándose.

-Escúchame, escúchame, por favor -pienso varias veces.

Edward se acerca y toma mi mano.

-¿Cómo te sientes? -es lo primero que pregunta.

-Atrapada. Por favor mira mis recuerdos -casi ruego. Le doy acceso a todo lo sucedido horas antes. Siento que sujeta mi mano con más fuerza.

-¿Qué sucedió? -pregunta Carlisle, supongo que observando a su hijo.

-Sam la ha atacado, pero no sabe el motivo. No quiere que lo dañen.

El rubio toca mi brazo y me mueve la cabeza para que pueda observarlo.

-Tus heridas son graves, has perdido mucha sangre. Es la primera vez que veo en persona que uno de los nuestros tiene sangre corriendo por sus venas. Te aplicaré un preparado especial con veneno para tratar de acelerar las cosas. Aún con esto pasarán días antes de que puedas moverte.

Parpadeo de nuevo.

-Gracias, Carlisle. Sé que sólo queda esperar, así que les agradezco que hayan venido. Pueden regresar a sus vidas y yo los buscaré cuando me recupere -pienso.

-¿Por qué frunces el entrecejo? -pregunta Alice a alguien.

-Nos agradece y quiere que la dejemos sola. Pero no lo haremos. Rose y Emmett fueron por sangre -dice Edward.

-No están obligados a hacer nada -le recuerdo.

-Tú harías lo mismo por cualquiera de nosotros, así que no quiero más quejas -responde.

Ruedo los ojos. Al parecer no puedo convencerlo. Una hora después, siento que deslizan sangre por mis labios. Mi cuerpo me permite tragar el líquido y me siento mucho mejor.

El sol comienza a salir y siento que disminuye un poco la culpa cuando Rose me informa que será un día soleado. Ellos entonces no irán al instituto. Recuerdo algo que le he ocultado a Edward y lo llamo con mis pensamientos.

Él se acerca de inmediado.

-Debí decirte antes que obligué a Alice a olvidar su visión dónde nos besábamos.

-Eso no importa -me tranquiliza.