-¿Desean alguna bebida o algo para comer? -pregunta la azafata de primera clase.
Con su mano derecha entrelazada con la mía, Edward niega con la cabeza.
-Yo quisiera chocolate -le pido al ver una bolsita de bolitas de chocolate en su carrito.
-Aquí tiene -me entrega mi pedido y vuelvo a recostar mi cabeza en el hombro de mi novio.
-¿Quieres contarme algo sobre ti antes de que lleguemos? -pregunto acariciando su brazo. Él toma la bolsa pequeña de chocolates, la abre y comienza a dármelas de a poco.
-Déjame pensar, quizá deba mencionar que cuando Carlisle convirtió a Rosalie, él esperaba que nos enamoráramos pero nunca nos quisimos de esa forma.
Quizá si eso hubiera pasado, el clan de los Cullen estaría compuesto solamente por cuatro vampiros.
-Bien, yo creí estar enamorada de mi creador por mucho tiempo, pero nunca tuve agallas para confesarle mis sentimientos. Sabía que yo no era su compañera porque su don consiste en reconocer a las parejas destinadas.
-Todo terminó mucho mejor -dice antes de darme un beso en la frente.
Veinte minutos después, el avión aterriza. Tomamos nuestro equipaje y pedimos un taxi. Elegimos uno de los mejores hoteles de la ciudad y subimos a cambiarnos.
Estoy muy emocionada a pesar de que no debería estarlo. Me maquillo con una máscara de pestañas y un labial rosa. Decido recoger mi cabello y me pongo un vestido de un color rosa viejo. Una vez lista, veo que Edward me espera en el vestíbulo de nuestra suite, vistiendo un traje completo de color azul marino. Tiene una sonrisa contagiante.
Me acerco y le doy un beso en sus labios, corto para no alterar mi maquillaje. Me toma de la cintura y salimos.
Pedimos indicaciones en la recepción y caminamos hasta la parte trasera del hotel, justo del lado izquierdo del casino.
-¿Srta. Burke y el señor Cullen? -pregunta una mujer mayor, con un traje femenino celeste y maquillaje exagerado.
-Somos nosotros -digo.
-Por favor, síganme.
Nos lleva hasta un camino con alfombra azul, terminando en un robusto atril de madera antigua.
Hay varias filas de sillas blancas decoradas con telas del mismo color. Hace mucho tiempo que no entraba en una capilla.
-Aquí tiene -la mujer me entrega un ramo de flores blanca y detalles con cintas de color rosa.
Un hombre de color se acerca, vestido con una camisa negra y un pantalón del mismo color. Nos saluda y pone un libro sobre el atril.
Mientras el hombre lee el libro, solo puedo mirar las expresiones de Edward. A mi no me importa demasiado eso de firmar un papel que nos una legalmente, pero a él sí y por eso decidí aceptar.
Llega el momento de los anillos y él dice:
-Jennifer, esperé mucho tiempo para encontrarte y no podría estar más satisfecho con lo que hemos construido. Lo que siento por ti no podría disminuir con el paso de siglos ni milenios. Me diste una razón para existir y prometo cuidarte, apoyarte y demostrarte cada día que hiciste una buena elección al elegirme.
Mi mano casi tiembla cuando el anillo de oro se desplaza por mi dedo.
Lo miro a los ojos.
-Edward, cariño, agradezco cada día el haberte encontrado y que me ayudaras a darme cuenta de que somos el uno para el otro. Prometo estar para ti siempre, cuidarte y amarte hasta el final de nuestra existencia.
La mano de Edward se ve muy atractiva con el anillo. Espero hasta después de firmar los papeles para darnos nuestro primer beso como esposos.
-Por el poder que me confiere el estado de Nevada y la ciudad de las Vegas, los declaro marido y mujer -dice el hombre durante nuestro beso.
Nos separamos y juntamos nuestras frentes. Él luce demasiado feliz y eso alegra mi corazón.
Salimos tomados de las manos.
-¿Crees que tu familia nos perdonará por no haberles dicho? -pregunto al recordar que esa noche tenía que salir con las chicas, un impulso nos había llevado a juntar rápido una maleta y abordar un avión.
-Sí, Alice será la más afectada.
-¿Por qué?
-Últimamente andaba con planes de una boda muy grande para nosotros.
-Pero pasamos de novios a esposos, ni siquiera nos comprometimos -me sorprendo.
-Ella es así, le gusta organizar fiestas.
Llegamos hasta la entrada del elevador, presiono el botón para subir y entramos.
-Te diría que le dejaría organizar una fiesta a nuestra llegada, pero no me agrada la idea de ser el centro de una gran fiesta. Ya sabes, todos miran más a la novia que al novio.
-No te preocupes, yo me encargaré -me tranquiliza.
-Eres el mejor esposo -le digo acercándolo a mí por la corbata y dándole un beso apasionado.
ESTÁS LEYENDO
Aroma 🤫||Edward Cullen [+18]
Fanficℍ𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕒 𝐿𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝒉𝑎𝑏𝑙𝑜́ 𝑐𝑜𝑛 𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑓𝑢𝑒 𝑏𝑎𝑠𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑛𝑜𝑟𝑚𝑎𝑙. 𝐿𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜́ 𝑟𝑎𝑑𝑖𝑐𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑒́𝑙 𝑑𝑖�...