Aroma 🤫||Edward Cullen [+18]

🅟🅐🅡🅣🅔 23

Jasper apaga el televisor utilizando el control remoto.

-Mañana será un día soleado -informa sin muchas ganas.

-¿Otra maratón? -pregunto revolviendo el café en mi taza.

Emmett se acerca al estante de películas y comienza a revisar.

-Esta vez toca las de "El señor de los anillos" -concluye después de su inspección.

-Yo paso, terminaré el libro que comencé ayer -dice Alice.

A nadie le sorprende su respuesta, después de todo no es una fanática de esas películas. Me levanto y me acerco a mi bolso.

-Yo también he visto el pronóstico y les traje un pequeño regalo.

Solo estamos los tres en la casa, Carlisle está en el hospital y los demás salieron a cazar.

-Muestra, muestra -Emmett se impacienta.

Les entrego la trilogía cinematográfica de Batman de C. Nolan.

-No dura demasiado pero es buena. Ya después me darán su opinión.

-¿No la verás con nosotros? -pregunta Alice con los ojos entrecerrados.

Niego con la cabeza.

-Quiero ir a la playa, nadar un poco y broncearme.

-¿Irás sola? -pregunta la castaña.

-Aún no lo sé. Conseguí permiso para Edward pero dependerá de él.

Dos horas después, regreso a casa. Allí me encuentro con mi esposo.

-¿Estás molesto? -pregunto abrazándolo por la espalda y hundiendo mi barbilla en su hombro.

-Algo -responde acariciando mis brazos. Huele muy bien y tiene el cabello húmedo.

-¿Quieres que me disculpe?

-Solo si lo sientes de verdad.

-Sabes la respuesta. No me arrepiento pero tampoco lo volvería a hacer. Fue divertido, vamos -le doy un golpecito en el hombro y me aparto.

Puede ver mi perspectiva del mundo sin ninguna barrera mental. No tengo secretos para él. Igual no se encuentra muy convencido.

-Si decides que todo está bien, se me ha ocurrido algo. Podemos probar al menos 4 capas de bronceado artificial en tu piel, quizá así no brille cuando sales al sol. Deseo ir a la playa y disfrutar de la experiencia contigo.

No se muestra muy a favor, pero tampoco frunce el entrecejo.

Suspiro con teatralidad.

-Tenemos solo dos opciones y me inclino por zanjar el tema ya que ninguno cambiará de opinión.

Acepta la oferta. Me mira dudando.

-¿Qué? -me intereso.

-No quiero ir a la playa de la reserva.

Me acerco y me doy un beso en la mejilla.

-Gracias por ser honesto. Podemos hacer otra cosa, pero estoy decidida en probar lo del bronceado.

Me acerco a mi bolso y extraigo cuatro cremas bronceadoras de las mejores que existen.

-Tendrás que quitarte la ropa -digo cantando muy feliz.

-De acuerdo -comienza a desabrochar sus pantalones y lo ayudo con la remera.

-Bien -abro el primer pote y le coloco la cabeza que sirve para rociar. De a poco comienzo con su pecho y luego voy por sus brazos. En pocos minutos termino con la primera capa.

-Debe secarse en unos segundos explico mientras preparo el segundo pote.

Aplico la segunda capa y así sucesivamente hasta llegar a la cuarta.

El color final es el de un Edward muy bronceado.

-Estás muy sexy -le susurro después para después comenzar a tirar todos los potes vacíos.

-¿Qué quieres hacer mientras? -pregunta, buscando algo nuevo que ponerse.

-Ya no puedo seducirte, quizá sea mejor que veamos una película, así nos aseguramos de que las capas permanezcan en su lugar.

-Prefiero que termines de leer un poco de tu libro.

Acepto y me acerco hasta mi computadora personal.

-¿Qué fue lo último que te leí?

-Sobre las sirenas del sur.

-De acuerdo -busco sobre el siguiente capítulo-. Creo que esto te gustará, se trata de un híbrido humano-vampiro que vive en América del Sur. Lo conocí en unos de mis viajes, su historia es curiosa. Un vampiro embarazó a su madre y ella murió al dar a luz, casi sin carne en el cuerpo y con los huesos muy marcados. Así nació Nahuel, un perfecto bebé híbrido. Él convirtió a su tía, Huilen. Y no es el único, tiene otras tres hermanas por parte de padre.

Él me mira muy sorprendido.

-¿Cómo?

-Em... , ellos se alimentan de sangre. Viven en la selva, donde se pierden muchos turistas, la tribu tiene menos comodidades que los Quileute y les gusta vivir así.

-Nunca escuché hablar de algo parecido, creí que un vampiro no podría embarazar a una humana.

Cierro la computadora y me acerco para sentarme en su regazo. Yo tampoco lo hubiera creído de no haberlos visto con mis propios ojos.

-Crecen hasta verse como adolescente de manera muy rápida y luego se quedan así por lo que les resta de vida. Pueden alimentarse de comida y de sangre. Ellos mataban cada ciertos meses.

Edward besa mi cabeza y se queda pensando. Le doy un golpecito en el pecho.

-¿Cuántas mujeres embarazadas has dejado por el mundo? -bromeo.

-No puedo imaginar una situación en la que una humana pudiese sobrevivir a tener relaciones con uno de nosotros -piensa en voz alta-. Es fascinante, debo contárselo a la familia. Es algo básico que ignoramos de nuestra naturaleza.

Decidimos ir de inmediato, para probar el bronceado artificial al amanecer. Le doy un beso corto antes de entrar ya que sabemos que Emmett no perderá la oportunidad de molestarlo y hacer bromas a su costa.

-Wow, pero si alguien ha bebido demasiado de su esposa -comenta el fortachón al vernos entrar.

-Queremos hablar con todos -dice mi esposo con seriedad.

En un segundo el resto de la familia se reúne.

-Solo quiero aclarar que las capas de bronceado artificial lo usaremos para ver si igual su piel brilla al estar expuesto al sol -explico antes de sentarme en el brazo del sillón, al lado de Alice.

-Te ves gracioso -dice Jasper-. Casi del color de los lobos de la reserva.

Ruedo los ojos.

-Bien, sin bromas. Edward me ha pedido que les hable de los híbridos humano-vampiro que conocí en América del Sur -comienzo a contarles todo lo que recabé acerca del tema.

Carlisle es el primero en reaccionar.

-Jamás se me ocurrió hacer pruebas para saber el estado de los espermatozoides de vampiro -fue lo que dijo.

Rosalie se levanta y sale de la sala, seguida de Emmett.

-Su más grande sueño es ser madre -me explica mi esposo-. Se siente feliz porque Emmett tiene la oportunidad de tenerlos pero triste porque no será con ella.

Llevo mis manos a mi rostro. Espero sinceramente no haber provocado la ruptura de esa pareja.

-Tranquila -me rodea con sus brazos-. Eso no sucederá. Su amor es muy fuerte.

Carlisle y Esme también se abrazan muy sorprendidos.

-Gracias por informarnos -habla Jasper -. Quizá no todos puedan embarazar a una humana, es algo que debemos averiguar.