🅟🅐🅡🅣🅔 16

13.1K 717 10
                                    

-Y fuimos a dar un paseo muy romántico a una playa -nos comenta Alice con una sonrisa.

Estoy reunida con las chicas en una cafetería, charlando acerca de lo que disfrutamos en el día de los enamorados.

-Yo también la pasé muy bien. No en plan de enamorados pero sí con mi pareja actual.

-Queremos conocerlo -dice Rose haciendo una mueca.

-Todavía no es el momento. Siento que si le presento a mis amigos, eso lo haría como más oficial. No quiero complicar las cosas y asustarlo.

-Por favor Jenni, eres bonita y divertida, no entiendo que él no quiera tomar enserio lo suyo -habla de nuevo la rubia y Alice asiente en su lugar.

Suspiro innecesariamente. El helado frente a mí está a punto de terminarse.

-No es solo él, también soy yo. He estado evitando hablar de este tema con él, la verdad. Quizá tengo miedo saber que quiera algo más serio y que yo no dé la talla para eso. He pasado casi toda mi vida sola, una gran parte de ella pensando que estaba enamorada de mi creador... No fue fácil alejarme de él, pero iba a ser más difícil quedarme cuando él ya encontró a su compañera.

-Entendemos que es un tema que hay que pensar mucho. Créeme que no quisimos hacerte sentir mal -explica Alice-. ¿Por qué mejor no nos cuentas cómo celebraste el día de ayer?

Acepto la propuesta y les cuento:

-Fuimos al cine y fue genial. Después caminamos por las calles tomados de la mano. Por último alquilamos una habitación en una cabaña apartada.

-¿Y? -preguntan ambas.

-¡El tatuaje le fascinó! -confieso casi avergonzada. Evito pensar en la noche anterior porque de otra forma no podré contenerme y saldré corriendo a buscar a Edward.

-En una escala del 1 al 10 ¿cuánto? -interroga la castaña.

-Pues un 20 -respondo cerrando fuerte mis piernas.

-Lo sabía -habla Rose-. Tendré que probarlo con Emmett.

Alice se golpeó la frente con la palma de su mano.

-¡Ustedes lo hacen todo el tiempo! No necesitan algo más que agregar.

Rose se encoge de hombros y yo suelto una carcajada.

-Bueno chicas, debo irme -miro mi reloj en la muñeca-. Tengo exactamente una hora para llegar al curso de capacitación.

Voy al auto y conduzco con música con volumen alto. Luego pienso en enviarle mi ubicación a Edward pero recuerdo que los profesores del instituto podrían reconocerlo. Es una lástima. Decido calmarme, dejar de pensar que cuando yo lo quiera, él estará ahí para mí. ¿Qué me está sucediendo?

El curso termina casi a las diez de la noche, la mayoría ha optado por quedarse a cenar en grupo pero yo he desistido. Prefiero regresar a casa, acurrucarme en mi cama y dejar que mis inquietantes pensamientos fluyan.

Solo voy yo en el camino de regreso a Fork y enciendo mi luz alta. Conducir por el bosque me da un poco de tranquilidad pero no toda la que necesito. Solo me faltan unos minutos para llegar a casa.

Acelero más pero el auto no responde.

-¿Qué sucede? -pregunto en voz alta.

Mi auto se detiene por completo, apago la radio y bajo a ver si puedo arreglar algo. Presiono el botón que me permite levantar el capó y observo detenidamente.

No hay nada que me indique que algo no está funcionando. No soy experta mecánica pero puedo defenderme con lo básico. Cierro el capó y regreso a tomar mi celular, le envío un mensaje de voz a Edward, diciendole que necesito un mecánico que viva cerca.

Vuelvo a abrir el capó para observar de nuevo si algo se me ha escapado. Suena mi celular y muy pronto deja de hacerlo.

Me acerco al asiento del conductor y veo que mi celular no está.

-¿Buscas esto? -pregunta una voz desconocida a mis espaldas. Lo primero que hago es desbloquear mi mente.

Lo siguiente que veo son unos ojos rojos y me pongo en guardia.

-Es bonita -comenta el vampiro más siniestro, quien aparace en mi campo de visión.

El primero tiene cabello claro y parado,el segundo el cabello largo y negro atado en una coleta. Ambos visten atuendos de color oscuro.

-¿Y ustedes son? -no les dejo responder cuando salgo corriendo lo más rápido que me es posible.

Escucho sus risas mientras me persiguen. El bosque puede darme un poco de ventaja si llego a la zona que conozco mejor.

Tengo que esquivar un árbol caído tras otro, por lo que mi concentración a esta velocidad debe ser perfecta. Me tropiezo y cuando comienzo a correr de nuevo, uno de ellos me toma del cabello. Intento gritar lo más fuerte que puedo. Odio no saber pelear contra mi especie.

Intento zafarme dándole un pisotón o juntando ambas manos e impulsando mi codo derecho hacia atrás, pero no lo desestabiliza. El otro vampiro llega y se pone frente a nosotros.

-Tranquila, no podrás contra nosotros -dice el vampiro frente a mí, el de cabello largo.

-¿Qué quieren? -pregunto muy enojada, deseando que mi don pudiera exterminarlos.

-Los Volturi desean que te presentes ante ellos.

-¿Y no pudieron enviar una invitación?

Me concentro y observo detenidamente al vampiro de enfrente. Él evita mirarme a la cara y eso impide que utilice mi don.

El vampiro que no me tiene sujeta se acerca a mi cuello.

-Huele demasiado bien -comenta con voz más grave.

-Deja de jugar, sabes que es inmortal, no puede tener sangre -reprende el rubio.

Yo cierro los ojos, deseando que ninguno me muerda.

-Pero huele demasiado bien -repite y me toma del mentón-. Es una verdadera lástima para ti que las condiciones de entrega no hayan sido discutidas con nuestro jefe.

-¿De qué hablas?

Siento que su mano comienza a desabotonar mi blusa. Intento moverme más pero el rubio me tiene bien sujeta de atrás.

-¡No quiero esto! -grito luchando por que mis movimientos lo detengan.

-Lo vas a disfrutar -susurra llevando su mano por debajo de mi blusa hasta el broche de mi sujetador. El cual tarda en encontrar porque se encuentra en el frente, si fuera Edward me reiría y se lo diría. ¿Acaso le seguiré gustando después de lo que tienen planeado hacer conmigo?

De pronto, siento la presencia de Edward. ¿Cómo es que supo que estaba en peligro? Él se avalanza sobre el vampiro de cabello largo mientras yo gimo porque me sujetan con mayor fuerza del cabello. Si quiere puede arrancarme la cabeza.

Me suelta y me siento sujeta al suelo desde mis rodillas para abajo. Entiendo que ese es el don de otro vampiro. Éste se acerca a su compañero para ayudarlo contra Edward.

-¡No lo lastimen! -grito intentando moverme.

Si pudiera llorar ya lo estaría haciendo. La idea de que lo lastimen me aterra. Lo peor de todo es que no los tengo en mi campo de visión. Pienso en algo rápido. Me balanceo hacia adelante y tomo una roca del suelo,mis manos tiemblan pero no me importa. Cierro los ojos y me concentro en el sonido de la lucha,así que comienzo a arrojar hacia allí todo lo que tengo al alcance hasta que siento que mis piernas están liberadas.

Encuentro que Edward fue inmovilizado por ambos, lo tienen en el suelo.

-Justo a tiempo para la despedida -dice el rubio.

Yo me acerco y elevo ambas manos hacia adelante, como dándoles permiso para que me esposen:

-Hagamos un trato, no lo lastimen y voy con ustedes. No intentaré escapar... Yo... -no logro terminar de hablar cuando los demás Cullen llegan.

Alice vio lo que iba a suceder, eso explica por qué están todos en esta zona del bosque.





Aroma 🤫||Edward Cullen [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora