🅟🅐🅡🅣🅔 34

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Me peino el cabello apresuradamente con pasadas cortas. En mi bolso busco un poco de labial rojo para retocar el maquillaje.

A mi lado, Edward se arregla la remera y se abrocha los pantalones.

-No volveré a caer -le digo entrecerrando los ojos-. Es difícil arreglar mi cabello sin plancharlo de nuevo -me quejo.

Ambos sabemos que si me lo pide, estaré con él sin quejarme. Es casi imposible resistirme cuando percibo que me necesita.

-Te ves hermosa -sonríe ante nuestro reflejo desaliñado.

-Debo parecértelo para que me hayas abordado de esa forma -le doy un beso en su mejilla.

-Tengo admitir que me enojó un poco leer los pensamientos del chófer y del guía.

Lo observo con reproche mientras continúo luchando con mi cabello. Quiza una trenza sea la solución.

-Si fuera tú, buscaría una excusa diferente. Yo no me lanzo a tus brazos cada vez que una mujer te coquetea.

El día anterior habíamos descubierto que no puedo leer la mente de mi esposo, es él quien puede hacerme saber sus pensamientos. No solo puede hacerlo conmigo, pero es como un reflejo.

-Sal tú primero -le digo al ver que ya está listo.

-Nos vemos luego -se despide.

Espero que a nadie se le ocurra revisar mi bolso ya que no podría inventar algo convincente para explicar el que allí estén unas bragas casi destrozadas. Tampoco las pude tirar en el basurero ya que éste consiste en un bote con una bolsa transparente.

-¿Dónde se metieron? -nos pregunta Alice, mientras juega con su ensalada.

-Fuimos a explorar -me encojo de hombros.

-Con que ahora le llaman explorar... -Emmett sonríe con perversión-. ¿Saben qué? Tienen razón, después de todo se quitan la ropa y experimentan las reacciones de sus cuerpos al toque de su compañero. Quizá esa sea una exploración superficial y cuando se hable de la profunda se refiera ...

No pudo continuar hablando debido a que Rose le tapa su boca con la mano, lo cual le agradezco con una sonrisa.

-¿Están todos cómodos? -pregunto al grupo.

Recibo un asentimiento en general y me siento. Estoy a cargo de una excursión a una fábrica con máquinas industriales antiguas. Ahora mismo están almorzando después de haber tenido el primer recorrido.

-Aquí tiene -la encargada de la cocina me acerca una bandeja de comida.

-Muy amable -le agradezco.

Terminamos de comer y me levanto.

Elevo la voz para que los 40 estudiantes que me acompañan escuchen sin inconvenientes.

-Tienen media hora para recrearse y regresamos al recorrido.

Henry, el encargado de guiarnos, se acerca de nuevo a mí. Es un hombre que aparenta estar en la treintena y desde que llegué se ha mostrado bastante interesado en llamar mi atención.

Observo una última vez a mi esposo antes de prestar atención a lo que Henry está diciendo,simulando no darme cuenta de que baja la vista muy seguido hacia mis senos.

-Disculpa, ¿qué me decías?

-Tienes la opción de quedarte esta noche en la ciudad para divertirnos y regresar mañana.

Levanto mi mano con mi anillo de casada y se lo muestro.

-Ya tengo mucha diversión en mi vida -le sonrío

-Eres muy joven para estar casada. ¿Acaso...?

-Nos casamos porque nos amamos y no podemos estar mucho tiempo separados.

-No soy celoso.

-Pues yo sí. No me gusta que otras mujeres coqueten demasiado con él.

-Es una pena. ¿Tienes alguna hermana?

Niego con la cabeza.



Al día siguiente, estoy caminando por el bosque al lado de Jasper. Charlamos un poco de historia hasta que se detiene.

-Está aquí -comenta mirando en dirección a unos arbustos.

Un lobo gris asoma su cabeza, mostrando sus dientes.

-Puedes irte -le digo al vampiro y me acerco unos pasos hacia el lobo-. Necesito hablar contigo.

La respuesta que recibo es un gruñido.

-Por favor -vuelvo a pedirle.

Espero pacientemente a que regrese a su forma humana. Es de día y no tengo prisa.

-¿Qué quieres? -preguntó Leah, saliendo detrás de los arbustos. Tiene expresión seria y es evidente que no soy de su agrado. Quizá ningún vampiro lo es o simplemente soy yo.

-¿Alguna vez escuchaste la frase de "Una persona feliz quiere que todos los demás lo sean"?

Leah cruza los brazos sobre su pecho.

-¿A dónde quieres llegar?

-Soy muy feliz y da la casualidad de que Jasper ha percibido que tú no lo eres. Me dijo que tu infelicidad se ha elevado a niveles que lo perturban.

-¿Quieres que me disculpe con tu amigo? -pregunta con incredulidad-. Eso no pasará.

Sonrío negando con la cabeza.

-No,quiero ayudarte. Con mi don puedo hacerlo.

-¿Puedes hacer que olvide todo el amor que siento hacia Sam? Porque he intentado hacerlo y solo he logrado alimentar el resentimiento.

Asiento y me acerco un paso más.

-También puedo hacer que lo superes. Me parece mejor eso que dejarte como estás. Al parecer solamente con la imprimación esos sentimientos malos desaparecerán y no sabemos cuándo sucederá.

-Quizá nunca -murmura convencida.

-¿Qué dices?

-Acepto. Ya no quiero seguir así, le debo obediencia al alfa y es algo con lo que me es difícil lidiar.

Después voy hasta la Reserva y hablo con Sam. Sé que está ocupado con las nuevas transformaciones, pero debo advertirle lo que hice para que no actúen extraño con Leah. Ella necesita que su familia la trate con normalidad.











Aroma 🤫||Edward Cullen [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora