s e i s : M e l o d i a

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Observaba al hombre con cautela en la habitación, sin compañía de nadie, Taehyung entretenía a Doyeon contándole sobre como había su día, la herida de Soogeun se veía un poco mal, estaba haciendo lo mejor posible porque no se infectara, tenia fiebre y sudaba frío, seguía durmiendo y eso me genero desconfianza, estaba sumida en total silencio sumida en miles de preguntas.

Alguien susurra en mi oído y las palabras se atropellan en mi mente como si las hubiera pensado yo. Eres mala, asesina, mentirosa. Se repetía en mi cabeza mientras seguía viendo el cuerpo en el piso, ceder al pánico lo empeora aun mas, me quise convencer.

Me levante de donde estaba y suspire dando la espalda al hombre para dirigirme hacia la puerta, camine un poco hasta que escuche la voz perezosa del hombre.

— Tía.— me llamo el hombre, me di vuelta rápidamente, el hombre tosió  un par de veces y trago saliva para luego esbozar una mueca de dolor. Sabia como era, yo lo había vivido.—Sueltame, ¿Cuanto quieres? ¿Drogas?— pregunto desesperado.

— No desperdicie su tiempo conmigo, solo espere un poco y ya esta.— comente con un tono de voz falso.

— Escuche— me pidió arrastrándose un poco hacia mi.— Tengo miedo, Taehyung me va a matar, lo presiento.

— No lo hará, hombre— le convencí con amargura.— Tengo a Taehyung controlado, mire, yo puedo salvarle a usted, claro esta, pero, no lo voy a hacer, por tantas razones.

— Vale. ¿Cuanto tiempo estaré aquí? —la pregunta me hizo ladear la cabeza y fruncir los labios.— Al menos dejadme tomar una ducha.

— Lo pensare. — respondí sin mas y me di vuelta, ignorando al hombre llamandome desesperadamente.

Taehyung se sorprendió en cuanto entre a la sala, me miro curioso y yo solo sonreí.

— En unos dos días, dejale bañar bajo cuidado.— le dije a Taehyung, el esbozo una sonrisa como si no se lo creyera.

— No voy a hacerlo.— me sorprendió el tono en el que me respondió, como risueño.

— Taehyung— le llame, mientras tomaba puesto a su lado en donde minutos antes estaba Doyeon sino que ahora dormía plácidamente.— Lo vas a hacer— mi tono era severo, al igual que mi expresión facial.

— ¿Por qué debería de hacerlo? — eleve una ceja y mordi mi labio inferior con fuerza por no estallar. — Oye, he estado pensando sobre esto. Me iré de la ciudad con Doyeon, una nueva vida.

—¿De que mierdas hablas Taehyung?— subí mi tono de voz y le di un golpe leve en el hombro. —¿Y ese hombre? ¿Que harás con el?.

— Podrías decir que alguien le ataco o algo por el estilo.

— Que imbécil. Escuchame muy bien Taehyung, me he metido en un puto lío por tu culpa y nada mas que tu culpa, tu me llamaste y me dijiste que algo malo había pasado, no me puedes venir con estas idioteces porque juro que iré a la policía y te denunciare y me importa una mierda si salgo perjudicada.— le amenace con severidad, ahora mismo la mirada con la veía antes era la de un corderito.

— Yo no te pedí que te encargarás de esto. JungMin.

— Jódete.— comente con ira mientras caminaba hacia la puerta, Taehyung me siguió y supongo que intento tomarme del antebrazo pero fui lo suficiente orgullosa y cerré la puerta en sus narices.

Baje las escaleras con ira y me tope con el aire fresco de la noche. Fue una noche de aire helado. Las calles estaban tan despejadas como el piso de un salón de baile. Los faroles, inmóviles por falta de viento, proyectaban una trama regular, de luces y sombras. Hacía las once de la noche, con las tiendas ya cerradas, el callejón por donde caminaba se encontraba en total soledad y en medio del murmullo sordo cincurdante de Seúl reinaba el silencio.

Llegue a casa tirandome sobre mi vacía cama después de que Jimin me avisara de que iba a dormir en el conservatorio con uno de sus amigos. Estuve revolcandome de un lado a otro hasta que las ultimas horas de la noche comenzaron a dar paso a las primeras del amanecer. Fue una noche de escaso descanso para mi mente  frebil, agitada en medio de la oscuridad mas total y asaltada de interrogantes.

***

Camine por el pasillo solitario de la universidad con algunos libros en mano, había visto a Taehyung un par de veces pero no le había dirigido la palabra aunque el trato de hacerlo un par de veces, arrepentido. Sohye desapareció apenas le dieron la noticia de que Namjoon le llamaba, las clases terminaron y muy pocos estudiantes se quedaban practicando, otros solo se conformaban con lo que hicieron el clase, no en mi caso.

Escuche la melodía de un piano, era delicada, dulce, empece a caminar hacia donde provenía sin pensarlo mucho, era la sala de practicas, observe por la ventanilla la espalda de el castaño quien ladeaba la cabeza al ritmo de la música, era un manjar para el oído.

Abrí la puerta sin hacer mucho ruido y sin ser descubierta, Taehyung parecía muy concentrad posiblemente tenia sus ojos cerrados, observe con atención cada uno de sus movimientos como sus dedos largos y delgados se movían con agilidad ocasionando una melodía armoniosa, tal vez era lo mas hermoso que jamás había escuchado en mi vida, un par de minutos después Taehyung hizo una pausa un tanto brusca, su frente choco con la parte superior, escuche una maldición salir por sus labios en un murmuró, aun con la cabeza baja, yo estaba a un par de metros observando la escena con curiosidad.

Levanto su cabeza y miro las partituras con cansancio, rasco su nuca y miro hacia los lados. Nuestras miradas conectaron y el se quedo  inmóvil observandome detenidamente. Suspire y apreté los libros en mi pecho, me levante  y empece a dirigirme a la salida.

— Lo siento.— pare en seco y me di vuelta mordiendome la lengua, hice un gesto vago para que prosiguiera.— Estaba un poco estresado, no haré nada, solo lo que tu digas.

— Que bueno que lo sabes. No debes dejarte entrar en pánico.—le recomendé hablando con pereza.

— Vale. Estoy por irme, puedes practicar con el ukelele.— negué con la cabeza, no se iba porque quería sino, porque se estaba sintiendo incomodo.

— No hay problema. Practicare otro día.

El silencio se acomodo entre los dos, cerro el piano y tomo sus cosas mientras estaba bajo mi mirada.

— Te veré luego.— me despedí con la mano y asentí entre-cerrando los ojos—Gracias, JungMin.

Y cuando menos te lo esperas el diablo se ha vuelto un cordero en busca de un pastor.






Hola hijas mías, viva el crack, new capitulo, please enjoy that with your fucking heart . Ok no, es la primera semana de estudio y no entiendo ni madres. Suerte en su vida babys.


Singularity.

Weirdo - Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora