Weirdo - Kim Taehyung

t r e i n t a y d o s

La noche la pasé en vela, la noche había tomado lugar para la mañana, me encontraba tumbada hecha ovillo sintiendo escalofríos de vez en cuando. En toda la noche pudo contenerse las ganas de llorar. Se propuso a mantenerse al margen porque sabía que Taehyung estaría peor.

Un mensaje me hizo saltar levemente, lleve mi mirada hacia la mesa de noche que tenía a mi lado derecha en donde mi móvil descansaba, la pantalla está iluminaba en señal de que una notificación había llegado, suspire y con destreza tome el móvil.

TaeHyung me había enviado un mensaje, pero no demoró mucho para que una llamada entrante apareciese. Paniqueé un poco y trate de asegurarme de que solo le mentiría. Logre descolgar el móvil llevándomelo al oído y pude oír el sonido sepulcral.

- TaeHyung.- quise golpearme a mi misma por haber hablado tan dolida, del otro lado le escuché respirar.- ¿Qué tal?

- Todo se encuentra bien.- titubeó con la voz ronca, solté un gruñido casi que ni se llego a escuchar.- ¿Y tú?

- Nada mal. Mis padres están bien.- respondí como si fuese incomodo, un nudo en la garganta logro molestarme por lo carraspee con fuerza.

- Sabes...- empezó murmurando con un suspiro, hasta pude imaginarlo rascando la parte posterior de su cabeza, le esperé atenta del otro lado de la línea.- Te extraño.- Una sonrisa inconsciente se escapo de mis labios para después de un tiempo termino convirtiéndose en una mueca dolorosa. - Y mucho, señorita JungMin.- concluyó con una risilla en su tono.

- Señor Kim Taehyung.- le llame siguiéndole el juego, el escapo un gruñido juguetón.- Quiero verle ahora mismo. ¿Se ha dado cuenta que debió de haberme acompañado?

- Un poco.- respondió en una risa. No pude sentirme más mal.- Pero, me aterra conocer que tus padres. Tuve suficiente con tu hermana.- no me quería ofender hablaba casi como si tuviera un poco de miedo, reí en bajo y mordí mi labio inferior.

- Ya veo. Pequeño llorica.- me burle mirando hacia el ventanal de mi habitación, TaeHyung aclaró su garganta aparentando estar enojado.

- ¿Cuanto tiempo te quedarás allá?- su pregunta me tomo de sorpresa, me mantuve en silencio sin saber una respuesta exacta.

- Muy pronto. Daegu puede cuidarse sin mí.- me mofe de él con tono burlesco.- Además el clima está frió y no quiero tomar un resfriado, así no te podré besar.- exprese con tono malhumorado, TaeHyung soltó un sonido gutural que mi dio escalofríos.- He conocido tu casa hoy, Taehyung. Luce muy linda y además...

- JungMin.- me cortó con la voz tosca, entendí de inmediato que no quería saber sobre eso. Maldije en bajo.- Por favor...- me pidió con voz baja, sonreí aún si nadie podía verme.

- Vale. Lo siento.- me disculpe con tono apaciguador. Inhale aire y lo exhale con fuerza un tanto agotada, del otro lado la linea se mantuvo en silencio.- Yo no quería decirte eso. Lamento entrometerme, pero...

- Esta bien.- noto el cansancio en su voz, me mantengo sumida en silencio como si así me estuviese disculpándo. Taehyung carraspeo con un suspiro.- Creo que debería de colgar. Tengo que ir a trabajar.- su voz salió ronca me estimuló la piel haciendo que esta se erizara, casi pude imaginarmelo ladrando el rostro como solía hacer cuando algo le incomodaba. Me dediqué a no decir nada, sintiendo mal por haberla cagado.

- Vale.- y sin más la llamada se cortó dejándome un amargo sabor. Tire el móvil sin importarme mucho si se rompía, me tiré como una muñeca a la cama mirando hacia el techo blanco.

Pude escuchar perfectamente las pisadas de mi madre encaminarse para ver si estaba dormida, sus ojos maternales se encontraron con los míos mientras esbozaba una sonrisa leve invitándome a salir. Accedí a regañadientes con el ceño fruncido. Tan solo llegar al primer piso logró ver a mi padre vestido casualmente como siempre está cuando va a trabajar.