v e n t i u n o

3K 203 8
                                        

Logre ver el ceño fruncido de mi hermana mayor,detrás de los vidrios que me separaban, sonriendo como una niña emocionada, abrí paso a una cafetería que bien recordaba su nombre y su ubicación gracias a que mi hermana era la fan número uno del café que vendían allí.

Camine mirando las espaldas de varias personas, y pasando de largo con las manos en mis bolsillos delanteros de mi vaquero. El ambiente antiguo con el cual era decorado aquella tienda era muy de mi gusto y claro que el de mi hermana, tome asiento justo frente a ella, esbozando una sonrisa grande en cuanto ella viró su mirada hacia mí.

- Dios Mío, como has crecido.- chilló con ese aire de persona mayor, conservando una sonrisa y el tono amable que siempre tenía.

- No exageres, ha sido poco tiempo.- me excuse negando con la cabeza sin ni siquiera borrar mi sonrisa después de verla.

- Moría por verte.- comentó alegremente, ladeé mi rostro, mirándole. Tenía el cabello más largo y con ondas, siempre me preguntaba, ¿Como podía verse tan joven?, tenía apariencia agradable e inocente, una sonrisa encantadora para nada fingida. Llame con un gesto vago a uno de los meseros quien apenas me vio, se acercó sonriendo sabiendo que era lo que yo iba a pedir.

- Un capuchino.- pedí con amabilidad, el mesero asintió desapareciendo hacía la barra.- ¿Que tal las cosas en casa?.

- Daegu no es lo mismo sin ti. No tenemos a la chica solitaria que camina por los vecindarios sola.- comentó mi hermana, esbozando un suspiro. Una risita se escapó de mis labios, recordando alguna de esas escapadas que mi madre después me echaba en cara.

- Volverá pronto, eso te lo aseguro.- prometí con un tono serio pero con felicidad de por medio.- Tengo planeado visitarlos en un par de semanas, extraño la comida de mi madre y los regaños sin justificación de mi padre.- mi hermana suspiro compadeciendose de mí.

- Es lo que conlleva estudiar a millas de tu familia, Min.- se excusó YeoJin encogiendose de hombros. Asentí frunciendo mis labios, siendo interrumpidas por el mesero quien dejó un vasito de porcelana justo en frente de mí y después de respetuosamente hacer una reverencia, se fue. - ¿Que hay...?- masculló carraspeando un poco antes de completar su oración, eleve mis cejas curiosa por su pregunta y por el tono riguroso que adaptó en la conversación.- ¿Que hay de Jimin?.

- ¿Jimin? - mi voz salió un tanto débil más bien asustada. YeoJin asintió sonriendo para tan sólo hacerme relajar.- ¿Que ha de pasar? Supongo que haciendo su vida.

- No hay necesidad de mentirme más.

- ¿Eh?- pregunté tímida y un poco desubicada por su de repente confesión, una risita escapó de sus labios rosados manchados de pintalabios de manera profesional , y haciendo un gesto vago parecido a los que yo suelo hacer para "no darle importancia a algo".

- He charlado un poco con Jimin, y me ha contado todo sobre lo que paso entre ustedes dos, el noviazgo que tuvieron aquí en Seúl.- recitó frunciendo el ceño pero sin una pizca de rastro de que eso le molestará es más parecía curiosa, relamí mis labios repentinamente resecos y le mire, está vez pesandome un poco mantenerle la mirada.- Y no. No me molesta.

- YeoJin.- Le llamé, mi hermana dió un sorbo al café que ya estaba a punto de acabarse, y después de que ella esbozara una mueca dándome a entender que disfrutaba del sabor de su bebida, me di la opción de proseguir tomando un poco de valentía y confesarle después de un año, la relación que tuve con una de sus ex parejas.- ¿Que tanto sabes?.

- Todo. Se como Jimin te dijo lo que sentía por ti ,hasta como terminaron.- respondió manteniendo ese tono que te daba más confianza.

- Ya veo.- me limite a responder mirando de reojo hacia una de las otras mesas, mi hermana golpeó mi mano con la que con movimientos irritantes golpeé la mesa de madera.- Supongo que lo siento.

- Esta bien, Min.- masculló mi hermana, por sus acciones concluí que ella no estaba ni un poco lastimaba más bien me miraba un tanto preocupaba por mí.- La pregunta aquí es.. ¿Tú estas bien?

- ¿Por qué no debería de estarlo? - pregunte un poco herida en mi orgullo.

- Esa es mi chica.- comentó con alegría, reí en cuanto dió una palmada en el aire como si le hubiese aliviado mi respuesta y la forma en la que se la recité.- Ah, y si por sí acaso, te preocupa como Jimin está. - agregó mirándome de reojo en cuanto me vio rodar los ojos, fastidiada.- Después de que yo hablará con el, me dio a entender que está feliz porque tu ahora te sientes cómoda y porque sabe que la ha cagado.

- Que bueno que lo tiene claro.

- Si.- aseguró mi hermana dándole el último trago a su café y revisando la hora en su móvil. Por mi parte, el café no era mi fuerte pero no me agobiaba tomarlo de vez en cuando.

- Unnie.- susurre llamándole a lo que ella asintió después de hacer un sonido con su garganta. - Gracias.

- Oh, No hay de que.- repitió una vez más, contagiandome de su sonrisa.- Deberíamos de irnos.

- Seguro.

°°°

El camino había sido una maravilla, en pocas palabras. YeoJin me puso al tanto que lo que pasaba en Daegu y en nuestra familia en general que después de haberme ido nunca volví a saber de ellos. Solté varias carcajadas por las ocurrencias de YeoJin en cuanto veía como era vivir en Seúl. Comimos helados después de un largo tiempo de no hacerlo juntas, me avergoncé de vez en cuando, YeoJin me abrazaba expresado lo tanto que me había extrañado. Y yo aunque no lo demostraba también le había extrañado, no sólo por ser mi hermana sino porque siempre hace falta charlar con alguien sin necesidad de tomar seriedad todo el tiempo.

- Dios, Kiara ha crecido tanto.- expresó mi hermana, cerré detrás de mi tomando las maletas de mi hermana, que por cierto no eran muchas ni pesadas, cosas de familia Kwan, la sencillez con la que hacíamos las cosas. YeoJin fue quien me regaló a Kiara cuando era una pequeña persa, con la excusa de que no queria que yo estuviera sola. Siempre ha sido una buena hermana mayor, y también una hija grandiosa, nunca ha defraudado a mis padres y es en alguien en que puedes confiar completamente, siempre demuestra una sonrisa y da buenos consejos.- ¿Estas viviendo sola o con alguien?- pregunto de repente, mientras miraba la sala con cautela.

- Sola. ¿Por qué lo dices?.- cuestioné curiosa, YeoJin sentada en el mueble principal señaló una chaqueta.- Ah. Eso.

- No sueles ser desordenada, nunca dejas las cosas por ahí a la merced.- concluyó mirándome con los ojos entrecerrados. Relamí mis labios por centésima vez y aclare mi garganta.

- Eso es de un amigo.- respondí no dándole interés, porque YeoJin es lo contrario a Sohye, te cuestiona tanto que llega un tiempo en el que explotas.- Se ha quedado anoche y se ha ido temprano.- Era claro que me refería a Taehyung, quien durmió en el sofá y se fue temprano antes de que las clases empezaran. Intente olvidar la forma en la que se comportó antes de salir del departamento.

- Huh.- susurró YeoJin tomando la chaqueta en sus manos.- ¿Como se llama?.- resoplé dándole a entender que estaba siendo muy curiosa pero a ella no le importó ni un poco ya que se encogió de hombros mirándome en busca de una respuesta.

- Kim TaeHyung. ¿Por qué te interesa tanto?- YeoJin pareció recordar algo y me miró con los ojos un tanto abiertos, ignore su reacción y proseguí.- ¿Piensas quedarte aquí o..?

- ¿Kim TaeHyung?- preguntó interrumpiendome, asentí con un sonido gutural proveniente de mi garganta.- Oh, siento que lo conozco.- comentó un tanto perpleja. Levante mi vista hacia YeoJin quien tenía el ceño fruncido.

- Hay tantas persona con ese nombre en Corea.- replique sin fuerzas, tirandome a su lado.

- Si. Supongo.- se dignó a responder como si al final le diera igual.








WENAS, AHORA MISMO ESTOY CON DATOS EN MEDIO DE LA NADA, NO SÉ NI DE DONDE HE SACADO SEÑAL, ESTE CAPITULO ES UN POCO LARGO Y DE VERDAD ME GUSTO MUCHO COMO QUEDO. ESPERO USTEDES TAMBIEN LO DISFRUTEN. LOS AMO. GRACIAS POR SU APOYO :3





Weirdo - Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora