Weirdo - Kim Taehyung

c u a r e n t a

Hola, aquí Daniela, antes de que lean permítanme recordarles que este es el último capítulo de Weirdo. Pero me emociona decirles que habrá segunda parte en un tiempo, así que esperen atentas. Y preparen su estabilidad emocional a lo que se viene.

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Suspiré sintiendo un frío intenso calarme por completo. Me quedé mirando al vacío escuchando las voces de Taehyung y Doyeon gritar.

Seguramente era su primer pelea y la más fuerte. Doyeon no paraba de llorar  aterrada nombrando mi nombre cada vez que le decía algo a Tae.

Este último siempre respondía seco, como si el hecho de que me nombrara le pareciese escandaloso. Doyeon sabía lo que había ocurrido. Su expresión al verme manchada de sangre fue se mero asombro y angustia.

No quería decir nada de mi parte. Ni siquiera tenía algo en mente, todo me parecía tan neutro. Resoplé.

Y entonces escuché los pasos de Doyeon y el portazo. Se había encerrado en su habitación dejándonos solos. Me abracé a mi misma y pasé mis manos por mi cabello.

- Quiero darme un baño.- dije sin mirarle, no dijo ni hizo nada, se dedicó a observarme en silencio con los labios apretados.- El olor a sangre me tiene mareada.

Me levanté del suelo y le di un último vistazo a la ventana de la sala. Era madrugada. Pasé de largo a Taehyung y entré al baño, cerrando con seguro y mordí mi labio inferior con fuerza.

Me examiné en el espejo, tenía la cara levemente sudorosa, el cabello desorganizado y sucio, los labios resecos y agrietados. Los ojos irritados y cansados, las ojeras más negras que nunca, algunos rastros de acné.

Y entonces unas terribles nauseas se apoderaron de mi. Yo misma de daba asco. Cerré los ojos por unos minutos y cuando creí que estaba mejor los abrí, y caminé a la ducha.

Antes de entrar me quité la ropa con sumo cuidado, y cuando estuve desnuda me adentre en la ducha con el cuerpo temblando. Le di una leve vuelta a la llave y dejé que el agua fría me empapara toda. Cerré los ojos por segunda vez.

Tanteé torpemente y logré tomar el shampo seguramente perteneciente a Doyeon, saqué un poco y lo dejé en mis mano y simplemente las frote en mi cabello. Masajeé el cuero cabelludo con parsimonia y delicadeza.

Abrí la llave y enjuague mi cabello, después tomé el jabón en barra y con una esponja empecé a pasarla por todo mi cuerpo sin mucha fuerza. Y simplemente ver como el agua se mezclaba con la sangre creando un color rojo pálido me hizo hervir la sangre. Masajeé con mucha más fuerza haciendo quemar mi piel.

Sollocé silenciosamente del dolor, y paré dejando que mi frente chocarse con la pared de porcelana. Lloré como una niña pequeña.

Todo se había arruinado.

Me habían arruinado.

No Taehyung. Yo misma lo hice.

Salí de la ducha tomando la toalla colgada y la pase por mi cuerpo cubriéndome. Alguien abrió la puerta y me asombró ya que pensé que le había puesto seguro.

Y allí estaba el, mirándome cabizbajo con pena y culpa. Negué con la cabeza y limpie la lagrimas de mis ojos aún sabiendo que el ya las había visto. Sonreí logrando una nueva falsa.

- Ven.- me ordenó abriendo los brazos para que me acurrucara en ellos. No lo pensé, caminé decidida y lo abracé sin mucha fuerza. Me tomo entre sus brazos y beso mi cabeza varias veces. Cerré los ojos y suspiré.- Realmente lo lamento.