5-Si me tientas...
**Sen**
Camino por el pasillo de los subterráneos del edifico sur del hospital donde tenemos a los presos de la cárcel de Karakura ingresados. El director admite a todo paciente, ya sea un criminal o no, siguen siendo humanos al fin y al cabo. Lo bueno de que el hospital tenga de todo, es que a los presos se les mete en habitaciones especiales e individuales, con puertas de rejas, aisladas y sin ventanas para que no puedan escaparse. Sigo a Shukuro de cerca notando su indiferencia y yo me mantengo en el centro al oír algunos golpes de las puertas por donde los presos están asomados a sus ventanillas, silbándonos y gritando.
-¡¡¡Ey preciosa!! ¿Por qué no vienes a chuparme la verga un rato?? ¡¡¡Vamos puta!!!-
Maldito entre dientes al oír eso y como sus miradas sucias recorren mi cuerpo. Qué asco. Odio a los hombres, todo lo que tenga polla entre las piernas es repugnante, no piensan con otra cosa que con esa parte. A veces desearía no ser del mismo sexo o no tener este cuerpo tan llamativo, por eso muchas veces uso el traje de enfermera. No me acosan tanto cuando creen que soy una mujer, ya que la mayoría de aquí son unos desviados.
Tsukishima se detiene ante la última puerta del fondo del pasillo abriéndola con una tarjeta especial. Al entrar veo una habitación amplia y blanca, con un gran ventanal, una mesa a un extremo con material quirúrgico, una silla de ruedas y en el centro de la sala un hombre tumbado en una camilla. Abro los ojos al ver todas las correas que mantienen apresado al paciente a la cama. Está totalmente inmovilizado y su aspecto es depravado.
-Este será tu paciente personal- me acerco despacio mientras Tsukishima se acerca a la mesa para coger el material y preparar un gotero para cambiar la vía que está unida al brazo del hombre. Mantengo la respiración al ver que es un hombre maduro, no muy viejo, peludo, con el pelo largo castaño enmarañado sobre su cara y una barba larga que le llega hasta el final del cuello. No tiene un camisón como todos, sino pantalones y camisa larga, igual que el traje que llevan los ancianos de geriatría. Sus ojos están cerrados y su piel es muy morena, podría decir que gris casi de lo oscuro que es. No sé porqué...me resulta familiar.
-Es un paciente especial, Sen. Espero que no haya problemas-
-¿especial?-
-Este desviado....es el hermano de mi padre-
-¿hermano??- miro al paciente fijándome en sus rasgos bajo esa maraña de pelo y ahora aprecio la similitud que tiene con Yhwach, aunque este hombre está como un palo y el director es anchísimo y grande.
-¿es tu tío?-
-Tch! No vuelvas a repetir eso. Mi padre le tiene aquí por clemencia, pero es un degenerado.-
-¿es un preso....o un vagabundo?-
-Las dos cosas, una mala hierba que no conseguimos hacerla morir. No te preocupes, aunque logre quitarse las correas, no puede mover las piernas.-
-¿está paralítico?- todo esto me escama demasiado y parece que Shukuro no está dispuesto a seguir hablando. Me entrega el historial de mala manera y mira con repulsión hacia mi paciente.
-desde ahora tu turno pasará al interno. Te dedicarás a este paciente, solo le darás los informes a mi padre o hermanos y lo que pase aquí, será bajo tu responsabilidad ¿lo has entendido?-
-Le cuidaré como hago con todos mis pacientes-
-Creo que no me has entendido, mocoso....- Tsukishima se acerca a mí y me sonríe antes de agarrarme por el mentón.
ESTÁS LEYENDO
"El jardín"
Fanfiction"El jardín" es el lugar idóneo para curar cualquier tipo de dolencia humana. Sus médicos están altamente cualificados para atender a sus pacientes, sin contar con el gran número de enfermeros que están capacitados para cumplir cualquier orden que le...