Capítulo XI

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Anteriormente

Pov Lucy

- No entiendo como coño has podido llegar a chantajearme siendo tan tonta.- Di un respingo al notar como era alzada del suelo. Natsu me cogió y hizo que rodeara mis manos por su cuello. Le miré a los ojos intentando ocultar mi sonrojo, estaba como montada a caballito pero por delante.

-Te he dicho que te largaras.-Apoyé mi cabeza en el hueco entre su hombro y su cuello exhausta.

- ¿Y en que momento pretendías darte cuenta de que sigo teniendo tu bolsa?.- Gruñí ante su tono sarcástico. Su cuerpo era cálido y me tentaba ha acercarme aún mas a él para alejar el frío del exterior.- ¿Que piso es?.

-El siete.-Susurré cerrando los ojos disfrutando de aquella agradable sensación.

Actualmente

Pov Natsu.

La irritante rubia parecía un muerto entre mis brazos, aún así era peso pluma, parecía que pesaba más la bolsa que llevaba que su propio cuerpo. Cuando por fin conseguí llegar hasta el séptimo piso suspiré.

¿Quien hacía un edificio de siete pisos pero no ponía ascensor?

Batallé unos minutos hasta encontrar en uno de los bolsillos de la bolsa las llaves, la rubia se removió entre mis brazos  pero no despertó. Suspiré de nuevo miré  las dos puertas del estrecho rellano. La puerta de la izquierda estaba precintada por lo que si no me equivoco eran cintas de policía así que me decidí por probar en la de la derecha.

Cuando la puerta se abrió fruncí el ceño ante el interior del diminuto apartamento. Con cuidado dejé a Lucky o como quiera que se llamara en el sofá y me dediqué a inspeccionar entre los miles de cables que habían por el suelo para ver si podía encontrar algo útil con lo que chantajearla. En la ventana había colgada una especie de antena con cinta aislante, y esa daba directamente a la base. 

La cocina estaba mayoritariamente vacía, a excepción de un pack de agua y comida para calentar en el microondas. Su habitación estaba igual, aunque encontré una mochila con un poco de ropa y otro portátil.

Volví al comedor y la observé dormir, seguía tan despampanante como la última vez que la vi a pesar de su rostro rosado por la fiebre y la coleta deshecha que llevaba. Aún recordaba como se movían sus labios con los míos en aquella fiesta en Ibiza, recuerdo que fue en la primera chica que me fijé en cuanto entré en aquel bote como despedida antes de volver a la academia con Gray y los demás. Me propuse a mi mismo bailar aunque solo fuera una canción con ella, sus caderas se balanceaban al compás de las mías mientras sus brazos rodeaban mi cuello, y sus labios eran completamente deliciosos, fue una decepción cuando me enteré que se había ido al día siguiente.

Flash Back

-¿Sigues buscando a la rubia?- Asentí a la pregunta de Gray mientras buscaba entre las distintas personas del muelle.- Tio, ya se que te dejó embobado, pero hay más chicas, Ibiza es muy grande.- Me reprochó rodando los ojos.

- No lo entiendes, de verdad que fue impresionante, necesito su número sea como sea.- Contesté.

-Idiota- Le escuché murmurar.- Ves a ese tipo de ahí- Señaló a un hombre pelirrojo bajito con cara perturbante.- Si no me equivoco se llama Ichiya, fue quien organizó la fiesta, tal vez él sepa algo.- No tuvo ni que terminar cuando me dirigí hacía el tal Ichiya.

-Perdona...-Le llamé, el señor se giró hacía mi- El otro dia había aquí una rubia increible, de esta estatura más omenos, ojos marrones...-Indiqué.

INFILTRADA(completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora